domingo, 31 de octubre de 2010

Por el Mocellaz a Santa Zita





Se ha echado el invierno. El día ha salido gris, amenazante. Por la noche ha llovido muy poco: dos litros a los que hay que añadir los seis recogidos del viernes al sábado. Juanjo, que ya puede hablar, me da el dato. Pero el cambio de hora y el paisaje hacen pensar otra cosa.
El Templao me dijo ayer que quería ir a Santa Zita. El 11 de Abril estuvimos allí. No se puede decir que haya llovido mucho desde entonces, pero ya hace unos meses.

Son las 08,00 horas. Magán marca 11º y la farmacia 10º. No comment. En la plaza me esperan Juanjo y el Templao. Se añade al grupo Angel Rosino, porque le dijo a Javier que hacía mucho que no iba a Santa Zita y que, cuando fuéramos, le avisara.
Por la calleja del Churrero nos dirigimos a la Plaza de Toros. Cruzamos el túnel del ferrocarril y por la carretera de San Martín llegamos al puente de la autopista. A las 08,20 horas tomamos el primer camino a la izda. que nos lleva al Mocellaz. A la vuelta de las Canteras de la Carravieja, el día del Pilar, pasamos por aquí, subimos hasta el alto que nosotros llamamos de Las Dos Hermanas y dimos vista al Canal.
Mal empezamos el día. Del 12 de Octubre a hoy, se han llevado la pequeña cruz, sin brazos, que estaba encajada en una piedra rectangular. Tenía una inscripción que decía: (aquí se reza a) Ntra. Señora de Codés una salve. Año 1752.




La han arrancado de su base y se la han llevado. No tenemos palabras para expresar nuestra indignación. Desde mitades del siglo XVIII llevaba ahí ese hito, en la orilla de lo que era la Cañada Real de los Roncaleses a Andía y, algún desalmado la ha arrancado de su habitáculo y se la ha llevado para adornar su huerto o su txoko. ¡Qué hazaña!
Con el cuerpo ya revuelto para todo el día nos asomamos al canal. Son las 08,40 horas. La obra de canalización ha abierto un precipicio de una altura considerable y además peligroso. No está señalizado y te encuentras, de pronto, al borde. Por un camino que discurre a la dcha. pensamos, ingenuamente, que podremos bajar al puente más próximo a la carretera de San Martín. Subimos a lo mas alto y ahí se termina. En lugar de volver, decidimos bajar entre los pinos. Para repoblarlos se hicieron terrazas que suponen escalones de cierta dificultad. Bajamos agarrándonos a las matas y los pinos, pero bajamos.


Llegamos al puente en diez minutos y una vez rebasado seguimos por el camino antiguo hasta tomar el primer camino a la dcha. Comenzamos a subir hacia los molinos. Dejamos a la izda. el Corral de Valgorra y salimos al camino nuevo.
"El 10 de Febrero de 1897 sobre las once de la mañana cruzó por Tafalla un aerolito que venía de la parte de Francia y que llegó más allá de Madrid. Al pasar por encima del puente de la Panueva se oyó un estampido como de un trueno y se desprendieron algunos trozos incandescentes que cayeron en Balgorra y en otros términos. Las gentes ignorantes que desconocían la existencia de estos meteoros se asustaron mucho y se refugiaron en las casetas del campo y donde pudieron" (Angel Morrás) (Escenas de la vida tafallesa). Torcemos a nuestra izda. y comenzamos a descender. Cuando llegamos a un cruce, tomamos el camino que desciende a nuestra dcha., que nos llevará por la mitad de la Carravieja hasta la Ermita de Santa Zita.


Desde este camino la vista hacia el sur es magnífica. Más allá de Femate el canal hace un meandro. Desde esta altura da gusto contemplarlo. Al fondo divisamos la Laguna de Pitillas. La mañana está calmada. No anda apenas aire. Las nubes son amenazantes pero, por ahora, no parece que vaya a llover. A las 09,55 horas llegamos a Santa Zita. En las mesas que han puesto para la celebración de los sanmartinejos nos sentamos y echamos un bocado. Estamos solos. Damos una vuelta por los alrededores de la casa y de la ermita. No podemos dejar de recordar a Jesús Viela, el ermitaño durante tantos años, con el que solíamos tener nuestras conversaciones.
Tenemos que volver. Subimos la cuesta que nos llevará a la Cruz de los de Pueyo. La subida es cansina. El Templao le llama "el tourmalet".




Por fin llegamos a la cruz y seguimos, orillando y atravesando después una pieza, hasta llegar a Pozuelo. Son las 10,40 horas. Juanjo insinúa que bajemos a ver la fuente y su caudal, pero el Templao, que es el que manda, dice que no y... todos para abajo. Por el camino que desciende, llegamos a la Caseta del Fraile. Seguimos adelante y paramos un momento a ver la "fuente de la teja". Está seca.
Seguimos bajando. Pasamos junto a la finca de los Cañas.

Han convertido un buen trozo en huerta. Da gusto verla. No nos detenemos y seguimos bajando. Al doblar una curva, sube Julio en la furgoneta. Se para y le decimos que no hemos entrado a su "chiringuito" porque no estaba. Él contesta que nosotros nos lo hemos perdido, porque podíamos haber comido, con toda confianza, moscatel, melocotones, manzanas, ... Lo dejamos para otro día. "Cuando algún vecino necesitaba madera o ramas para una obra, debía solicitar permiso al concejo, que ponía condiciones y extremaba las precauciones para evitar abusos. Miguel de Orty fue autorizado para que pueda cortar en el Monte "asta tres o cuatro dozenas de varas para una cabanya que aze cabo la fuente del rey en Valgorra, con tal que las aga limpiando, y vaya un guarda con él"(1531) (J.M. Jimeno Jurío) (Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla).
Poco a poco nos aproximamos al pueblo. Cruzamos el túnel de la autopista y a las 11,30 horas estamos en la Fuente del Rey. La mañana se ha puesto más cerrada. Le decimos al Templao si por la tarde lloverá. Nos dice que, como el cabrero, que le llamemos a la noche y nos lo dirá.

domingo, 24 de octubre de 2010

De Valditrés a la Fuente de Resano


Hoy es domingo de ferias. Me cuentan que la noche del sábado se ha convertido en todo un acontecimiento social. Los restaurantes y sociedades se llenan, a pesar de la crisis, y se trasnocha como el 19 de Enero o cualquier día de Fiestas. Mientras espero a mis colegas, compruebo que esto es así. Varios noctámbulos se apresuran, solitarios, a llegar a casa y meterse en la cama. Mañana será otro día... o pasado.
Ayer le llamé al Templao y le dije que me apetecía dar una vuelta por Valditrés y visitar la Laguna de Romerales. Para hablar con Juanjo utilicé a Rosa de intérprete porque tiene un problemilla en la garganta y no podrá hablar en 5 ó 6 días. Uff...¡
"La perdiz por el pico se pierde"
Son las 8 de la mañana. Llegan el Templao y Goyo. Magán marca 11º y la farmacia, que igual es que ha trasnochado más y se ha enfriado, 9º.
Salimos en dirección Margalla. Recogemos a Juanjo en la esquina de su casa. Le damos los buenos días y hace un gesto con la cabeza. Se ha echado al bolsillo una libreta y un lapicero por si tiene que decir algo urgente.
Subimos en dirección a la cooperativa agrícola. Camino adelante, el paisaje se abre y nos sitúa ante un cuadro admirable. A nuestra izda. las viñas, que ya se visten de otoño, se desperezan por las suaves pendientes del Caracierzo de la Celada y de Galloscantan. A la dcha. Margalla, con su cementerio y sus cipreses oscuros y erguidos, que nos recuerdan que dentro de una semana estaremos allí, visitando a nuestros seres queridos y, enfrente, la hondonada de La Laguna y sus tierras, contenidas al fondo por los pinares de Beratxa y Tamarices.
08,30 horas. Llegamos a la carretera de Miranda y la cruzamos de frente. Entramos en El Planillo. "Texto original de la cesión por el rey del término del Planillo y alguacilazgo de la Feria:" Don Carlos, por la divina clemencia Emperador semper augusto, por cuanto por parte de vos el alcalde, jurados y Concejo, hommes buenos de la Villa de Tafalla, de ntro Reino de Navarra, me fue hecha relación que los alcaldes que han seydo de la fortaleza de la dicha Villa, antes que se derribase gozaban de un alguacilalgo que ay en la feria de la Villa, y de un término que se llama el Planillo, y me suplicásteis que os fiziese merced del dicho alguazilillo y término, porque por ello venía mucha utilidad, por reparo de muros y pasto de vuestros ganados, hago merced de dicho alguazilazgo y del dicho término del Planillo. Fecha en la villa de Valladolid a XXIIII días del mes de Junio de mil quinientos y veinte y tres años"(José Menéndez De Esteban)(Retazos de historia tafallesa).
Avanzamos por ese camino. La Laguna tiene poca agua. Se nota la escasez de lluvias. A lo lejos se ve algún tractor sembrando. Los labradores aprovechan estos días las aguas pasadas. La tierra no está óptima pero se puede sembrar.


A las 08,50 horas. descendemos por la tercera desviación y evitamos ir por los altos del Planillo. Los campos están en barbecho y ya tienen preparados los postes para el riego. Pronto los veremos convertidos en maizales.
Llegamos a Valditrés. Son las 09,10 horas. Giramos a la izda. Este camino nos llevará a la cantera de Ros y después, por Tamarices, subiremos a Candaraiz. A las 09,25 horas llegamos a la Cantera de Ros o de Malamadera.



El 1 de Agosto estuvimos por aquí (ver entrada). La cantera, sobre todo cuando la ves por primera vez, tiene un encanto especial. Sus paredes son testigos mudos de vidas y trabajos. El Templao recuerda perfectamente cuando se sacaba el material de aquí, con un camión viejo de la postguerra, propiedad de Benito Ros, que era quien explotaba este yacimiento. Juanjo asiente ó cabecea, pero todavía no tira de libreta.
"Por la boca muere el pez"
Continuamos por el camino que traíamos. Hemos mirado con detenimiento las orillas del camino y el entorno de la cantera y no hemos visto ni rastro de la fuente de Valditrés.


El camino inicia una suave pendiente. Cuando llegamos arriba estamos en el corral más alto de Candaraiz: El Corral de la Escolara.

Al abrigo de su tapia nos sentamos a echar un bocado. Son las 09,40 horas. La vista es magnífica. Al fondo está Moncayuelo. A su izda. El Plano. Más cerca distinguimos el Caserío de Gregorio Grande y a nuestra dcha. el Caserío de Eulalio, del que nos separa el barranco de Valditrés que desembocando en el barranco de Candaraiz, finalmente, verterá sus aguas al Arga. Esto es maravilloso.


Salimos. Propongo que volvamos un poco sobre nuestros pasos para tomar un camino que nos llevará casi directos a Romerales. Pierdo la propuesta por dos votos negativos más uno emitido a mano alzada. Entonces atravesamos una pieza labrada y nos acercamos, poco a poco, hasta la orilla de unos pinos, donde seguimos una senda estrecha que nos hará descender, una vez rebasadas las ruinas del Corral de Goyena, a la carretera de Miranda. Caminamos un poco en dirección Tafalla y tomamos el camino que se encuentra enfrente del Caserío de Cortés. Nos volvemos a adentrar en el campo. Llegamos hasta el límite del antiguo vertedero de basuras y por la orilla de una pieza salimos a la Laguna de Romerales. Son las 10,45 horas.

"En boca cerrada no entran moscas"


La laguna está seca. Ya la habíamos visto así otras veces, pero impresiona. Está blanca del salitre. No hay plantas ni animales. El silencio es cautivador. Las laderas de los cerros rebosan de vida. Romeros, ilagas, lavandas, .... y en el vaso de la balsa... nada. Caminamos por ella.


Juanjo nos indica unos hoyos en la sal. Los hacen los jabalíes que escarban y se recuestan. Puede ser que para desparasitarse. Hay varios hoyos. Las huellas marcan claramente por dónde entran y salen. Subimos a un camino en dirección contraria a la que traíamos y llegamos al vertedero. Está clausurado y sellado. Han echado una buena capa de tierra encima y no se ve ni rastro de basura. Cuando llueva y nazca la vegetación, en poco tiempo eso será otro cogote más de Romerales. Por la carreterilla que sale a la carretera de Miranda seguimos adelante. Llegamos al Caserío de La Laguna. No hay nadie. El perro nos ladra desabrido. Otra vez que pasemos, si hay alguien, entraremos para que nos enseñen el pequeño tentadero.


Desde este lado, en La Laguna, se ve algo de agua, pero poca.

"El gallo que no canta, algo tiene en la garganta"


11,25 horas. Llegamos a la Fuente de Resano. Sale un buen chorro de agua que invita a echar un trago. Es incómoda para beber, pero de las "finas" del término. Nunca la hemos visto seca.
"Dada la calidad geológica de la altiplanicie (en el Plano), no existe en toda ella un manantial, puesto que los depósitos de cantos rodados absorben el agua, incluso en caso de lluvias torrenciales o de nevadas copiosas, como la caída en 1607. Por idéntica razón tampoco existen regachos o barranquillos que vaya erosionando o alterando la plana. Al llegar a las capas menos permeables, las aguas tienden a aflorar en las faldas noroccidentales (fuente de Resano) y meridionales (fuente de Cabriteras) (J.M. Jimeno Jurio)(Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla)
Por la carretera, dirección Tafalla, regresamos. Al llegar al cruce de la mañana, cuando hemos pasado al Planillo, tomamos el mismo camino. Subimos la cuesta, llegamos a la cooperativa agrícola y descendemos hacia el pueblo. Son las 12,00 horas. Juanjo se despide cerca de su casa. ¡Pobre! no ha podido decir "ni esta boca es mía" en toda la mañana y ha tenido que aguantar nuestras bromas y tiradillas.

sábado, 16 de octubre de 2010

En las canteras de la Carravieja


Hoy no he podido salir al campo porque teníamos que ir a Alsasua, a una actividad de un hijo.
Como ya sabía esto con antelación, aprovechamos el martes, día del Pilar para "recuperar" la jornada perdida.
Mi cuñado José Luis, que será de los que más sepan de piedra en Tafalla, me invitó a conocer las canteras de "piedra de Tafalla" hace casi un año. Lo fuimos dejando y este pasado martes decidimos conocer, además del lugar, la técnica de extracción de los materiales.
Son las 08,00 horas. Magán marca 13º y la farmacia... 11º ¿¿¿¿????
El domingo por la tarde llovió y el lunes tambíen. José "Biorlas" nos dice que ha recogido 30 litros; con los que cayeron antes, ya se puede labrar en condiciones.
A pesar de todo salimos. El cielo está despejado. Vamos a tener buena mañana. No habrá mucho barro porque la tierra estaba tan necesitada que se lo habrá bebido todo. Paso por casa de Juanjo y de allí vamos a buscar a José Luis.
De la Plaza de Toros pasamos por el túnel de debajo de la vía y salimos a la carretera de San Martín. Cruzamos la autopista y descendemos, siempre por la carretera, hasta llegar a la entrada, a la izda., de un camino que tomamos. Son las 08,40 horas. Estamos en las piezas anteriores al Refugio de Los Doce. Este camino nos lleva, ascendiendo suavemente, hacia el canal. En lugar de ir casi hasta la muga con San Martín para pasar un puente nos adentramos por un túnel, debajo del canal, que tiene 2 mts. de altura y que sirve para recoger las aguas que descienden de la Carravieja. "Como sinónimo de "carrera" fue aplicado a todo camino viejo. Desde antiguo viene designando parte del territorio por donde discurría el camino de San Martín de Unx, al que debe el nombre. Carrera viella. Carrera vieja. Camino a las heredades de la carrera vieja. El nombre completo predomina rotundamente en la documentación desde el siglo XV y alcanza a los catastros del XIX. Actualmente prevalece la forma contracta que he visto documentada desde 1560". (J.M. Jimen Jurio)(Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla).
09,20 horas. Atravesamos ese túnel y salimos al otro lado del canal.

(En el enlace que pongo del recorrido, Google no ha actualizado los mapas y no está ni siquiera el canal, pero toda esta zona se puede ver muy bien entrando en el Sitna).
Ya no hay caminos. La ladera se muestra en toda su belleza y también en su aspereza. Los pinos de repoblación conviven con los enebros. Las zarzas, ilagas y escaramujos sujetan el escarpado terreno que hoy está húmedo y oscuro. José Luis nos lleva a las primeras canteras. Las rocas de arenisca son imponentes.

En Tafalla hubo canteras en diferentes lugares del término. Destacan sobre todas las de Candaraiz que fueron explotadas en el siglo XV para la construcción del castillo y otros edificios singulares de la ciudad. Estas canteras de la Carravieja que visitamos hoy serían de menor importancia, sobre todo, por lo escarpado del terreno y los costes más elevados de explotación.
José Luis nos enseña la técnica de explotación de la piedra.

Primero se localizaba una buena veta para extraer el máximo de material posible.


A las rocas que se preveía que iban a servir, se les hacían varias hendiduras con el pico para poder meter las cuñas. A estas hendiduras se les conocía con el nombre de cuñeras.

A continuación se metían las cuñas y se iba golpeando con una mazo, una vez en cada cuña hasta que la roca no podía resistir la presión y "saltaba" por la veta, consiguiendo grandes trozos de piedra con la cara completamente lisa.

Con barras se separaban del suelo. Se arrastraban hasta los carros y se transportaban hasta la ciudad, donde los canteros iban haciendo los bloques de piedra para las edificaciones. Miles de losas, sillares, cabezales, etc.

Viendo todo esto nos imaginamos el trasiego de canteros, ganados, carros, herreros, encargados de obra, carpinteros, albañiles y una larga lista de actividad febril, tanto en el campo como en la ciudad. Algunos datos históricos: En el siglo XVI se reforman y amplían las iglesias de Santa María y de San Pedro; se reforma la ermita de San Gregorio; a finales de este mismo siglo se construye el palacio de los Mencos y, en el siglo XVII se funda el colegio de los Escolapios. Se necesitaba mucha piedra para todo esto.


09,20 horas. Después de dar vueltas por el interior del pinar descubriendo piedras y trabajos a medias, ascendemos hasta el nacimiento del barranco de la Carravieja. "1944. Regimiento de San Quintín: Los chavales de entonces disfrutábamos presenciando estas paradas militares, el desfile de gastadores, que luego imitábamos en nuestros juegos infantiles, el reparto de la comida, junto a la Plaza de Toros.:-"Hoy tienen judías con chorizo y patatas con carne"-; las maniobras en la Carravieja, ... (J.C. Lorente Martinena)(Tafalla siglo XX. Primera mitad)


Desde este punto divisamos Valmayor y también todo Valgorra. A la dcha. Pozuelo, enfrente el Caserío de Goyena y a su izda. la Caseta Redonda. Todo construido en piedra. Piedra de Tafalla, piedra de la Carravieja. Por el camino que desciende en dirección O. llegamos a las inmediaciones del Corral de Valgorra y lo dejamos a nuestra dcha. Avanzamos por una pieza labrada y a las 10,10 horas paramos junto a una vieja caseta de piedra, en ruinas, a tomar nuestro merecido almuerzo. Cuando terminamos seguimos en la misma dirección, hacia el Portillo del Aire. El canal se ha llevado por delante la cañada, el portillo y ha transformado el monte. A las 11,00 horas cruzamos por el puente más próximo a la carretera y subimos, otra vez, buscando el antiguo camino del portillo. Nos detenemos a ver una caseta, entre pinos, con su tejado de lajas y los solivos de encinos.

Salimos al camino y todavía vemos restos de los trabajos de la antigua cantera.
Por el Mocellaz llegamos a la carretera de San Martín. A las 11,50 horas pasamos por debajo de la Ermita de San José.
Habíamos salido a hacer una visita cultural por la Carravieja y al final hemos andado más que cualquier domingo.


Éste es el enlace para ver el recorrido.

domingo, 10 de octubre de 2010

Por la Cuesta del Melón a Santa Brígida

Como dije la semana pasada, hoy iremos adónde propuso ayer el Templao. Le llamé el sábado y quería ir a Santa Brígida. Desde el 7 de Marzo (ver entrada) no habíamos estado por allí. Anuncian mucha agua. Esperemos que nos deje dar este paseo por El Plano.


Son las 08,00 horas. Magán marca 15º y la farmcia 13º. Esta noche, entre las tres y las cuatro, se ha oído llover fuerte, pero el pluviómetro sólo ha recogido 9 litros. Ahora el cielo está encapotado; igual nos mojamos. Llega Juanjo, salimos de los "enredos", como llama el Templao a la urbanización ER2 de la Pesquera, y nos aproximamos a la la finca de Txirolas.

En el Alto de las Cruces la niebla se ha agarrado y muestra un paisaje invernal que contrasta con la suave temperatura que tenemos. Continuamos por el camino de la dcha. y comenzamos a subir la Cuesta del Melón. "Quizá lugar de "piedras molares" o, más probablemente, forma popular de "melonar", como lo es "molocotón" de "melocotón", puesto que perdura el topónimo "Cuesta Melón". Llaman la Cuesta Melón al paraje por donde el camino de Falces sube al Plano" (J.M. Jimeno Jurío)(Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla).

Al llegar arriba, caminamos dirección S. y giramos a la izda. en el primer cruce. Llegamos al Corral de Plano y giramos a la dcha. El camino discurre entre el Raso a la dcha. y la gravera a la izda. Antes de que empiece a descender hacia el Canto del Plano, tomamos el camino de la dcha. que nos llevará, casi en línea recta, hasta Santa Brígida. Han limpiado el monte. El encinar, para el Templao, está desconocido. Nosotros ya habíamos visto estos trabajos cuando subimos desde el Caserío de Cortés. Poco a poco vamos avanzando. En el suelo no hay un solo charco. Los caracoles han salido a cientos y el hinojo desprende un aroma que invita a respirar profundamente. "Hubo también por estos años (1944) un destacamento de la Policía Armada (los grises) que se instaló en la casa de Astrain, frente al Mercado. Se llegó a correr la noticia, que luego resultó ser falsa, de que "los maquis" habían acampado en el Monte Plano. Desde Logroño vino una compañía de la Guardia Civil, que juntamente con la de Tafalla rastreó el Plano. Pero de los "maquis" ni rastro. (J.C. Lorente Martinena)(Tafalla Siglo XX. Primera mitad).


Son las 09,15 horas. Llegamos a Santa Brígida. En el crucero echamos un bocado. No hay nadie más. El silencio es absoluto. Cuando terminamos descendemos por el camino que va a Olite y, al llegar a la orilla de la autopista, seguimos por el camino de la izda. Caminamos al lado de viñas. Algunas están vendimiadas, otras no. No conocemos las variedades y no sabemos si lo que queda en el campo es la garnacha o el tempranillo. Pasamos por la central eléctrica y, al llegar al Curtido, disfrutamos del espectáculo de los extensos maizales. Están altos, repletos de panochas. Es el milagro del agua. Seguimos. Rebasamos el Corral de la Somatilla y volvemos a entrar en los "enredos". Son las 10,30 horas. Hemos disfrutado de una mañana de otoño, con nieblas, uvas y maíz. El cielo se ha puesto más negro que a la mañana, pero a nosotros lo que vaya a caer ya no nos pilla.
















domingo, 3 de octubre de 2010

A la balsa Lucas por el Buskil



Para hoy anuncian aguas, pero a partir del mediodía. Habrá que aprovechar la mañana y darnos el "garbeo correspondiente". Ayer le llamé al Templao y le dejé que eligiera destino. No es por presumir, pero estaba seguro de adónde me iba a decir: Buskil. Llevamos tantos años juntos que, más o menos, sé por dónde me va a salir.
Son las 07,00 horas. Los auroros cantan debajo de casa a la Virgen del Rosario, intento dormir otro poco pero me he desvelado. Me levanto, miro por la ventana y veo que hay más claros que nubes. Perfecto. Las previsiones parece que funcionan.
A las 08,00 salgo a la calle. Magán 18º y la farmacia 17º. Estos dos también funcionan..., pero como quieren. En la parada del bus, en el Centro Comercial, los de Alaitz se apresuran a subir al autobús para ir de excursión. Me tengo que escapar a empujones porque varios antiguos conocidos pretenden que vaya con ellos, como en los viejos tiempos. Llego a la Plaza ¡por fin! y me están esperando Goyo, Juanjo y el Templao. Salimos hacia los jardines y por la antigua cuesta del frontón, nos dirigimos hacia el Centro de Salud y de allí tomamos el camino de La Pedrera que nos llevará hasta la "piedra blanca" o Buskil. La mañana está buena para andar. El viento viene del sur, fresco, sin llegar a frío. Sacará agua. El camino discurre entre viñas y rastrojos. La tierra está seca, polvorienta. La vendimia no termina de arrancar y tampoco se puede labrar porque no hay "tempero". Hay mucha sequía. Salimos de La Pedrera y entramos en Tajubo. A nuestra izda. hay un cerro con mucha piedra suelta. No sabemos qué es, pero por decirlo de alguna manera, nos entra el "mosqueo arqueológico". He comentado alguna vez que a Juanjo estos "cogotes" con piedras sueltas y vegetación tapándolas siempre le dan que pensar. Además Rosa Armendáriz señala que hay yacimientos en Buskil, Gariposa, etc. Estamos en la zona.
08,55 horas. Llegamos a la balsa de Patuca. Hay un cruce de caminos y tomamos el de la izda. Enseguida este camino desemboca en otro que, por el Portillo del Sastre, no lleva hasta la orilla de una pieza en la falda de Buskil. "Un mojón en la divisoria de los términos de Tafalla y El Pueyo está en el portillo denominado del Sastre (1796). Depresión entre dos altos (628 y 613 ms. respectivamente) en el Monte, por el que pasaba el camino de la carretera de Artajona a Valdetina" (J.M. Jimeno Jurio)(Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla) Son las 09,15 horas. Por medio de la pieza, que está en rastrojo subimos hasta la otra orilla y llegamos al punto geodésico en 5 minutos. Estamos a 637,5 mts. de altitud.





Alguien he puesto un tablero, a modo de banco, y eso nos permite sentarnos para echar nuestro tentempié. Nos tenemos que abrigar porque en ese alto el bochorno es casi frío. Al S. las nubes impiden ver el paisaje, pero de NE. a O. apreciamos las cimas de San Donato, Artxueta en Aralar, Alaiz, La Peña Unzué, la Higa, Peña de Izaga y San Pelayo. Los Altos de la Carravieja nos tapan Ujué. A Juanjo estos parajes parece que le inspiran y nos agasaja para postre con una copla espontánea:
Desde el monte de Buskil
se ve la Ribera entera.
Se ven ciudades hermosas y
Tafalla, la primera.
Nada que añadir. Nos quedamos mudos del asombro.
Salimos dirección N. Vamos a hacerle una visita a la Cruz de Garinoain (ver entrada del 17/01/10).
Atravesamos la primera pieza y salimos a las dos siguientes en las que cultivan plantas aromáticas. A un vecino de Pueyo lo vemos circular por la orilla con su furgoneta. Nos adelanta y nos saluda. Nos hubiera gustado encontrarlo fuera del coche para hablar un rato con él sobre este cultivo y su comercialización. Otra vez será.
Salimos al camino y Juanjo se empeña en que vayamos por la dcha. de la caseta de la vigilancia de incendios en lugar de bajar por el camino. Le hacemos caso. Nos aproximamos al cerro donde está la cruz.




10,10 horas.Nos liamos un poco, pero la encontramos. Entonces el Templao, que es hombre ilustrado, nos suelta un latinajo:
Si caecum ducit caecum
amba infoveam cadunt
O sea, (si un ciego guía a otro ciego, los dos caen en la fosa).
¡Qué mañana llevamos!
Volvemos por el camino que debíamos haber tomado y, después de pasar la caseta redonda, en dirección S. llegamos al camino del Buskil que nos llevará por la Balsa de Lucas hasta el Caserío del Monte.








10,40 horas. Balsa de Lucas. A pesar de la sequía tiene agua. La vegetación casi se ha apoderado de ella. Nos dice el Templao que ellos tenían alguna pieza en ese término y venían a la balsa a mojar los vencejos. También recuerda que en la orilla del camino había una pequeña fuente, con caño, que ha desaparecido. "24 de Marzo de 1976. Falta de su domicilio Juan Ojer Olcoz, de 74 años. Numerosos vecinos lo buscan por todos los términos sin resultado. Al cabo de trece días aparece flotando en una balsa" (J.M. Esparza Zabalegui)(Historia de Tafalla. Tomo 2).
A las 10,55 horas llegamos al Caserío del Monte y por el camino que discurre al lado de la balsa, debajo del Corral Nuevo, nos adentramos en el Carasol del Monte hasta que llegamos, a las 11,10 horas, al Corral de los Toros.
Seguimos descendiendo hasta llegar al Canal, otra vez en el Portillo del Sastre, a las 11,25 horas.




Juanjo comprueba la medida de este tramo del Canal. 20 pasos de los suyos. Continuamos bajando por ese camino hasta llegar en 10 minutos a la carretera de Artajona.
Cuando llegamos al polígono de entrada al pueblo decidimos subir, para "rematar la faena", por la calle Monte Buskil y salir a la calle Túbal. Son las 11,35 horas. Nos despedimos hasta el domingo que viene. Iremos donde diga el Templao.


Éste es el enlace para ver el recorrido