lunes, 27 de mayo de 2013

Monte Julio desde Olleta




Domingo, 26 de Mayo de 2013


En la divisioria de la Valdorba y la Vizcaya se encuentra el Monte Julio. Tiene 998 m de altitud, 8 más que la Peña de Unzué, pero como su cima está oculta por la vegetación, es muchísimo menos conocido que la Peña. 
Aprovechando que salgo solo, voy hasta Olleta en el coche. Merece la pena recorrer los 16 kms que separan este bello pueblo de Tafalla, si luego se puede subir a Julio. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 5º y la farmacia 4º. En el cielo no hay ni una sola nube.



08,20 horas. Aparco en la plaza de Olleta. Cruzo un viejo puente y por la parte delantera de la iglesia comienzo a subir. 
Tengo bajado un recorrido de Wikiloc que da una vuelta por los montes cercanos al pueblo, pero hoy, aprovechando parte del itinerario, voy a subir hasta la cima y volveré a Olleta.
Abandono enseguida la pista blanca que lleva a los molinos al salir de la población. Un camino ancho y antiguo asciende en fuerte pendiente. A mi izda. el hilo del pastor eléctrico indica que al otro lado hay ganado suelto.




A media ladera, en el N.,  la Higa de Monreal se asoma imponente sobre los montes y campos de la Valdorba, que han estallado en una explosión de colores. 




En el S. el Moncayo, completamente nevado, tampoco quiere perderse el espectáculo. En el S.E. cuando termina el Chuchu, el Santuario de Ujué se deja ver intimidado por sus dos gigantones vecinos. 
Salgo a la pista junto a los molinos. Haciendo un tobogán, me lleva hasta la inmediaciones del Julio. 
Decido seguir adelante. 
Hoy está el día para llegar hasta dar vista al Pirineo. 




10,00 horas. En la orilla hay unas piedras de gran tamaño. Me siento y saco el almuerzo. Tengo enfrente la Peña de Izaga. En esta soledad y con un día tan claro, Izaga impone. A su dcha., más lejano, el Orhy resplandece con su blancura. 
El bochorno frío me obliga a ponerme ropa. Los molinos, con sus cabezas mirando al S., mueven monótonamente sus aspas. El silencio es absoluto. 
Regreso con intención de subir a Julio.
La cuesta que he bajado se hace dura. Cuando estoy arriba, veo un camino a la izda. que se adentra en el monte. 




10,20 horas. Entre bojes y robles, el buzón que puso el Anaitasuna en 1990 espera a que algún paseante como yo le haga una visita.
Hace más de veinte años que no estoy aquí.

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Las vistas hacia el N.E. son espectaculares. El pirineo en los días claros como hoy se muestra blanco y gélido. En la lejanía también se distingue la Peña de Oroel. Es un privilegio estar aquí. 
Inicio el regreso. Prefiero seguir por la senda marcada entre el arbolado. Podría bajar de nuevo a la pista de los molino,s pero caminar entre tanta vegetación es un verdadero placer. 
La senda desciende hasta encontrarse con la pista. Vuelvo hacia el pueblo por el camino que he traído. 
Hasta donde me alcanza la vista distingo la sierra de Codés, Montejurra y muy a la dcha. San Donato. 



Cuando paso una pequeña loma, en el fondo del valle, vuelve a aparecer Olleta cobijada entre sus característicos chopos.
"Decía un antiguo cartero del Valle, el Sr. Félix, entre vaso y vaso de vino que le ofrecían en los pueblos de su pertenencia carteril o, mejor dicho, Distrito Postal, que Olleta era el pueblo de los Tres puentes y Dos ríos. 
Pero hoy, mucho más que todo eso, el pueblo es el guardián y el cuidador de su hermosa, bonita, valiosa y restaurada iglesia románica" (Pedro María Flamarique)(La Valdorba de arria a abajo)





Son las 11,30 horas. Entro en el pueblo y rodeo la magnífica iglesia dedicada a La Asunción. Es una joya del románico. Está cerrada. Lástima.



Cruzo el río por el otro puente. Este lugar tiene un encanto especial. 
Cuando llego a la plaza, el dueño de la casa junto a la que he aparcado está sentado en un banco al sol. 
El día está inmejorable aunque para la tarde anuncian lluvias. 

Este es el enlace para ver el recorrido de hoy

lunes, 20 de mayo de 2013

Junto a Las Zorreras










Domingo, 19 de Mayo de 2013


A las 7,30 han cantado los auroros. Es Pentecostés. 
La mañana ha amanecido oscura y amenazante. 
Voy a salir a andar solo y me decido a dar una vuelta por el Plano y visitar los pinares de las Zorreras. Están haciendo aclareo y eso facilita la andada entre los pinos. 
A pesar de los 42 litros que han caído desde el martes, los caminos estarán buenos para andar. Sé que voy a meterme en algún barrizal pero..., es lo que hay. 
Son las 08,30 horas. Magán marca 9º y la farmacia 8º. El cielo está negro, plomizo. Hace frío. ¿Me dejará dar el paseo o se pondrá a llover en cuanto salga?
Al mal tiempo buena cara y paraguas en la mochila, guantes y chubasquero.




08,50 horas. En la finca de Txirolas no hay nadie. Los nogales que rodean el pozo, engañados por el amago de primavera,  han echado las hojas. La alfalfa de la pieza de enfrente está cortada. En la orilla del camino el agua baja veloz aprovechando la Cuesta del Melón. Subo por ella. 




A mitad del trayecto, tomo un camino antiguo a la izda. que pronto se convierte, entre encinas y coscojas, en senda. La hierba húmeda me empapa el calzado. Afortunadamente el goretex aguanta esta primera andanada. 






09,10 horas. Llego al Corral del Plano. Por su parte norte tengo el tejado a mis pies. Desde los Altos de la Guindilla hasta Ujué el paisaje es una cascada de nubes. En Alaiz y en la Valdorba serrana, el día también se ve complicado. Unas pocas gotas me ponen sobre aviso de que igual hay que volver para casa sin llegar a mi objetivo de esta mañana. La cosa no pasa a más. 
Camino junto a la reciente repoblación del Raso. La hierba se ha apoderado de la plantación. Salgo al camino principal que viene de la Cuesta de la Calera y me dirijo hacia el S.




09,40 horas. Al pasar junto a la balsa del camino de La Chiquitina, sé que estoy muy cerca del pinar. El camino desciende y comienzan los pinos. Si me metiera en la zona de la dcha. llegaría a la Punta de las Zorreras y al Alto del Predicadero junto a la caseta del Plano. Prefiero entrar a la izda., bajar a Cabriteras y subir de nuevo al Plano para tomar el sendero local N-170-A. 





Entre los pinos se hace difícil caminar. Las ramas desgajadas y rotas ocupan todo el suelo. Los pinos que han quedado en pie alternan con los tocones de sus hermanos a los que les han metido la motosierra. Las máquinas con sus ruedas de orugas han abierto una especie de camino para sacar la madera. El destrozo es inevitable. La lluvia abundante ha creado formidables barrizales en algunos tramos. 
Con la ayuda del bastón y echándole ganas, me voy acercando a la parte más alta. 
En esa zona, me decido a caminar por la línea que forman el final de la repoblación y el comienzo del soto-bosque. 
El Plano termina bruscamente en un terraplén. La orilla es un balcón al Saso. Estoy a 474 m de altitud.  





El Caserío de la Chiquitina aparece, de pronto, entre los pinos. En el pinar los pájaros se gritan unos a otros avisando de la presencia de un intruso. Como suponía, estoy solo en medio del arbolado. 
Decido seguir, malamente, entre los pinos en dirección E. Poco a poco comienzo a descender. 




Escondida y solitaria aparece en la hondonada Cabriteras. Hacia allí que voy. Una pieza en barbecho se interpone antes de llegar al camino. El piso está blando. El barro se agarra a los pies y multiplica el peso. Por fin salgo al camino. Dando patadas al aire para desprenderme del barrizal, llego expectante a la balsa.






10,35 horas. Balsa de Cabriteras. Como dicen que dijo Jesulín de Ubrique. "en dos palabras: im-prezionante". 
El agua llega hasta el borde del vaso. Medio metro más y entra en las casetas de los palomeros. He estado aquí muchas veces y la he visto llena y seca, pero como hoy, nunca. En Marzo del año pasado titulé una excursión: Paisaje lunar en Cabriteras. Recomiendo echarle un vistazo para ver lo que hacen las lluvias abundantes. 

"Balsa de Cabriteras. Antigua y famosa, situada en el llamado Monte Plano, un encinar de viejos árboles, cuya extensión es de 500 hectáreas. 
En lugar estratégico, una depresión que recoge las aguas de un importante sector.
Famosa, como hemos indicado, por la caza de palomas, muy importante, de la que se han beneficiado muchas generaciones de tafalleses, debido al emplazamiento privilegiado en que se encuentra. 
Citada, durante muchos años, con sentido de "excepción", en las disposiciones oficiales, que para la caza de la paloma se dictaban. 
La dotación de agua, para las corralizas de ganado lanar, primitivo objetivo de su construcción y emplazamiento, en la primera mitad del siglo XVI" (José Menéndez de Esteban)(Retazos de historia tafallesa).

Cuando bajaba del pinar a la balsa he visto que, enfrente, siguiendo la línea de los pinos, sube un camino que han hecho para la limpieza del monte. Por ahí subiré al Plano, pero antes, debajo de un encino para protegerme de la borrasquilla que empieza a caer, repongo fuerzas echando un bocado. 
Comienzo a subir por esa especie de camino-cortafuegos. Arriba se convierte en senda y salgo a un claro del bosque. 



Desde ahí no me resisto a hacerle otra foto a Cabriteras. Cuando salgo al camino del Sendero Local un perro, como una exhalación, brinca hacia mí desde un enebro. Me da un susto de muerte. Como me ha venido por la espalda, he pensado que era un jabalí o cualquier otro bicho de tamaño mediano. En la curva siguiente aparece el dueño. Me dice que el animal está inquieto. Lleva varios días sin sacarlo por culpa del agua y hoy no hay quien lo pare. Le digo de dónde vengo y me cuenta que él tiene un balcón para la paloma junto a la caseta del Plano. Hablamos de Cabriteras, de las repoblaciones y de que las coscojas se están apoderando de lo que se va limpiando.




Vuelvo en dirección N. para llegar de nuevo al Corral del Plano. El día está mejorando. Por la parte de Miranda y Berbinzana se abren grandes claros y el sol ilumina los sembrados. 
Me decido a bajar por el camino de Falces junto a la gravera. Un paseante, jadeando, sube el último repecho. Me saluda con la mano. 
Vuelvo para casa. El cereal está verde pero corto. El frío no le deja crecer. Los olivos, bien podados, parecen sonreir a las humildes matapiezas. El viento trae los gritos desde los campos de fútbol de la Eras.





12,00 horas. Fuente de los Falces. Me detengo un momento. Rebosa de agua. En la finca de Txirolas no veo a nadie aunque la puerta de la caseta está medio abierta. 
En el camino empiezan a verse algunas personas. Unos vienen corriendo y otros andando. 
A las 12,20 horas entro de nuevo en "los enredos" que decía el Templao. Está mejor día que cuando he salido, pero más parece marzo que mayo. 


lunes, 13 de mayo de 2013

Orisoain-San Pelayo-Amatriain-Orisoain







Domingo, 12 de Mayo de 2013


Patxi Olite tiene un blog muy interesante. Publica fotos y escribe, como él dice, de sus cosas. Desde hace unos años se dedica a andar y ha colgado varios itinerarios en Wikiloc. Me he descargado los enlaces y mi intención es ir haciéndolos todos porque, además de la Valdorba, pasea por los altos de Lerga, Baigorri, San Martín de Unx y otros más lejanos que me interesan menos. 
Aprovechando que anuncian bueno para hoy, le propongo a Inma que hagamos la vuelta de Patxi dejando el coche en Orisoain. Subiremos a San Pelayo y por los robledales de atrás llegaremos a Amatriain y de nuevo a Orisoain. A partir del miércoles anuncian lluvias duraderas y será complicado subir a la Valdorba. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 12º y la farmacia 11º. En el cielo hay bastantes nubarrones y hace frío. Una vez más las predicciones no han acertado. 





A las 08,25 horas, tras los 14 kms que separan Tafalla de Orisoain, aparcamos a la entrada del pueblo junto a un cartel que indica la ruta micológica. 
Subimos por la primera calle a la izda. y el camino, blanco, enseguida desciende encarándose hacia el monte. 
El día está frío. Los nubarrones amenazantes se agarran a la cima de San Pelayo. El sol pugna con ellos tratando de abrirse paso pero, aunque a veces se asoma, tiene la batalla perdida. 
El camino es nuevo y está bien conservado. En las orillas los bojes y los enebros conviven con los quejigos y las encinas. 







Un cartel indica el proyecto de silvicultura para prevenir los temibles incendios forestales. Entramos en la zona de los pinares. Los árboles están limpios y sanos. Recuerdo la primera vez que salí a coger setas. Fue en este pinar. Era un día del Pilar frío y húmedo. Las lluvias habían entrado a su tiempo y nos hartamos de coger níscalos e illarracas. 
El camino bueno serpentea por la ladera del monte, pero tomamos unos atajos bien marcados que nos acercan, poco a poco, a la cima. 




09,30 horas. Ermita de San Pelayo. Se encuentra a 963,2 m de altitud. La placa dice expresamente que se respete esta señal, pero el gamberrismo y la incultura no entienden de recomendaciones. 





La ermita está cerrada. Nunca he estado dentro. 
Siguiendo el camino por el que hemos subido llegamos al robledal. 
"Hay mucha soledad por estos lugares y parece que nos va a salir al encuentro alguna "vieja partida" de guerrilleros, con sus alpargatas de campaña y fusiles robados a los franceses en el Carrascal, salidos de las litografías de las guerras carlistas. 
Se queda a la derecha el Monte de San Pelay, con su ermita blanca. El niño Pelayo, valiente ante las mismas barbas de los moros y mártir de Cristo. Lo cuidan bien Artariain, Orisoain y Amatriain. Cada año uno lo entrega y otro lo recibe y se lo baja al pueblo, que las ermitas no están para guardar santos" (Pedro Mari Flamarique)(La Valdorba de arriba a abajo)




Al iniciarse el descenso, un letrero indica la dirección a Amatriain. La senda estrecha nos resulta familiar. Últimamente, es la que utilizamos para subir a San Pelayo. 
Pensaba que Patxi nos iba a llevar por ahí, pero el gps dice que sigamos por el amplio camino. La vuelta va a ser mayor. 
La pista desciende entre robles y encinas. Bajamos protegidos del cierzo por la ladera norte. 




09,55 horas. En una curva un letrero indica la dirección a Artariain. Un ciclista sale velozmente de la senda y se aleja sin vernos. 






El monte se abre a nuestra dcha. y nos permite ver el paisaje del S.E. La vista del robledal es espectacular. En un alto, entre dos molinos, distinguimos el santuario de Ujué. El domingo pasado en Sabaiza nos quedamos maravillados de los bosques que veíamos, pero los de hoy no tienen nada que envidiar a aquellos. 
10,05 horas. La pista sigue, pero hay un camino viejo a la dcha. con dos carteles. Uno indica Uzquita y el otro, en dirección opuesta, Amatriain. Abandonamos el camino principal y descendemos por el de Amatrain. 
Rebasamos un par de balsas y paramos a almorzar. Son las 10,15 horas. 



El día sigue y frío y nublado, pero no está de llover. Estamos completamente solos. En la ladera del monte próximo, los verdes pálidos de los robles se mezclan con los tonos oscuros de las encinas.
Seguimos bajando. 





A la izda. aparece la primera pieza sembrada de cebada. El monte comienza a humanizarse. Aprovechando el fondo del minúsculo valle, entre las dos laderas poderosas, el vecino de Amatrain ha conseguido un campo, largo y estrecho, de cereal. 
Cuando termina la pieza, el amigo Patxi nos obliga a torcer a la dcha. 







El camino es malo por el estado del piso. Han pasado máquinas con orugas cuando había barrizales y, al secarse, lo han dejado en un estado penoso. Para colmo nos topamos con dos manantíos que nos obligan a hacer un poco de circo al atravesarlos. 
A pesar de todo, merece la pena tomar este camino porque tiene un tramo sombrío por el arbolado que te reconcilia con las penalidades anteriores. 





Cinco minutos antes de llegar a Amatriain, hay un cartel que indica la dirección de Olleta. Andaremos ese camino otro día. 


11,25 horas. Entramos en Amatriain. Por la trasera de la iglesia tomamos el camino conocido que lleva hasta el cruce de la subida a San Pelayo. Lo dejamos a la dcha. y continuamos de frente. Junto a una pieza, nos acercamos hasta un camino nuevo de concentración. Un enorme sembrado de colza nos acompaña hasta otro asfaltado.



 A la dcha. la Peña de Unzué tiene un aspecto distinto. A la Higa la cubren las nubes. Los molinos de Echagüe, enfrentándose al viento, agitan sus aspas sin el menor gesto de agotamiento. En la llanura del Carrascal, las colzas y las cebadas forman un tapiz cuadriculado. A pesar de todo, la primavera se va haciendo hueco.




12,10 horas. Cruce de Benegorri. El camino amplio viene desde el pueblo de mi madre. Por donde estamos han pasado ella, mis abuelos y bisabuelos montones de veces para ir a Catalain, a visitar a los parientes de Unzué, de Iracheta o de Uzquita. 
12,30 horas. Entramos en Orisain. Ha sido una excursión magnífica que nos ha permitido descubrir la parte de atrás de San Pelayo. Siempre que subía hasta la ermita me quedaba con ganas de adentrarme por esos robledales, pero el desconocimiento del terreno me echaba para atrás. Claro que, si llevas a "alguien" que ta va indicando qué desvíos debes tomar, te puedes meter por cualquier sitio desconocido. 

Este es el enlace del valioso recorrido que hizo Patxi Olite y que nosotros hemos seguido fielmente. 

lunes, 6 de mayo de 2013

Una vuelta por Sabaiza





Domingo, 5 de Mayo de 2013

El pasado miércoles fui a Ujué con los Doce. Hizo frío, llovió desde San Martín hasta la Cruz y desde allí hasta el santuario había niebla.

Una noche de las que hacen afición.

Sin embargo, la vuelta fue fresca y agradable.

Después de los casi cuarenta kilómetros de "entre semana", me apetecía estirar las piernas con una caminata suave y disfrutar del paisaje, así que cogimos el coche y fuimos a Sabaiza. Esta excursión no tiene otra pega que los 27 kms. de ida y los de vuelta, pero cuando estás paseando por sus bosques te olvidas de todo. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 11º y la farmacia 10º. El día, aunque de cierzo, está estupendo para andar. En el cielo apenas hay algunas nubes deshilachadas.
Por la carretera que separa Garinoain de Barasoain llegamos al alto de Ezprogui. Ya no existe la verja que hace años franqueaba el paso. Descendemos sorteando los baches y a las 08,40 horas aparcamos junto al caserón del Gobierno de Navarra. 





Nos acercamos un momento a ver la iglesia de Sabaiza. Copio de la enciclopedia Auñamendi: 

Iglesia parroquial de La Asunción. Edificio de origen románico tardío. Consta de nave única y cabecera semicircular; restos de la cubierta primitiva, de bóveda de cañón sobre arcos fajones en la nave y de bóveda de horno la cabecera. Acceso por puerta de arco de medio punto moldurado. De esta parroquia procede una Virgen románica de tipo sedente, variante denominada «de manto», de principios del s. XIII, hoy en San Pedro de Tafalla. Asimismo, el Museo Diocesano de Pamplona custodia, procedente de Sabaiza, dos cálices de plata del s. XVIII y una píxide de plata, fechada hacia 1500.

Salimos de nuevo al camino para empezar el paseo. 
El recorrido de hoy lo preparé en el ordenador y lo subí a Wikiloc. Es mejor, en un lugar como éste que no conocemos, llevar una ruta definida para evitar sorpresas desagradables. 
En la espesura hay muchos cruces de caminos y es fácil despistarse.

Hace bastantes años, un amigo mío, una tarde de otoño, fue sólo a coger setas. 
El día acortaba y se lió a andar; empezó a oscurecer y no sabía exactamente dónde estaba. Cuando encontró un camino lo siguió hasta que divisó, a lo lejos, unas luces. Fue hacia ellas y salió, con suerte, al puerto de Loiti.



El camino asciende suavemente. A ambos lados los pinos, limpios y rectos, pueblan todo el monte.
Cruzamos una puerta metálica y obedecemos al letrero que pide que se cierre porque hay ganado en libertad. 
Las manadas de caballos se mueven despacio rumiando la hierba fresca. Algunos potrillos, pegados a sus madres, observan temerosos nuestros movimientos. Un macho, con un enorme cencerro al cuello, nos mira altivo. 
Mientras los fotografío les digo que pocas personas habrá tan inofensivas como nosotros. Parece que capta el mensaje y sigue comiendo. 
Al pasar junto a una nave agrícola no me doy cuenta de que, si hubiéramos tomado un camino a la izda., habríamos visto el estanque que hay en esa ladera. 
Es igual. Ya tenemos excusa para volver otro día. 




Un ciclista, jadeante, nos adelanta cuando divisamos la verja en la que termina el camino.
Salimos a una carretera que comienza a descender, pero el gps me dice que vamos mal. Hay que volver para atrás y bajar al fondo del valle por un camino de herradura que se adentra en el bosque. 




Son las 10,00 horas. Paramos a almorzar. Estamos a 980 metros de altitud y desde este punto podemos apreciar una parte de esta inmensa finca.

Sabaiza tiene 3.475 Ha de extensión, algo más de un tercio del término de Tafalla, que mide 98,29 km2.

Además, se calcula que hay unos 6 millones de árboles que producen 10.000  metros cúbicos de madera al año. 

En un día como el que ha salido hoy, sentarse en una piedra mientras contemplas lo que tienes a tus pies, es impagable.
   
El camino de descenso es limpio. La hierba está fresca. Otra manada de caballos se sorprende al vernos bajar. Los pinos conviven con los robles. El boj le disputa el sitio al endrino que, aquí, todavía no ha florecido. 
Las esquilas de los ganados interrumpen el silencio del monte. 

Salimos a un camino nuevo. El "aparato" nos dice que vayamos a la dcha. y le obedecemos. 





El agua baja veloz por el barranco. Junto a los quejigos hay algunas hayas.

Esta información es del Gabinete de Prensa del Gobierno de Navarra. 

La especie vegetal que domina el monte es el pino salgareño, que se ha efectuado con dos variedades de pinus nigra. Sus masas puras ocupan unas 2.300 hectáreas, aunque también se encuentran en mezcla con otros pinos y con el quejigo. En las cotas más altas también se encuentra el pino albar, mientras que en las más bajas existen repoblaciones de pino alepo. Otras coníferas introducidas en el monte son el ciprés de Lawson, el pino gris y la arizónica.

            Entre las especies frondosas domina el quejigo, cuyas masas principales se hallan en las laderas de los barrancos Linar, Jurubero y del Juncal. Asociados al quejigo aparecen el boj, el arce, el torvisco y el cerezo de Santa Lucía. Otras especies presentes en el monte son la morrionera, el cornejo, el acebo, serbales, el ciruelo silvestre, el rusco, las madreselvas, la hiedra, la rubia y la clemátide.

            En la cabecera del barranco Linar está presente el haya, generalmente mezclada con el quejigo. Esta especie, típicamente eurosiberiana, caracteriza a estos montes como límite fronterizo de las dos regiones biogeográficas existentes en la Península, la mediterránea y la eurosiberiana.


La espadaña de la iglesia de Sabaiza se deja ver entre los árboles. A las 11,00 horas. llegamos a donde está aparcado el coche.





Junto al caserón hay una fuente de piedra con un enorme abrevadero. El agua fluye con fuerza. 

Volvemos a Tafalla. 

Sabaiza es un lugar increíble en nuestra privilegiada Navarra. En otoño se llena de aficionados a la micología. 
En Guetadar hay un alberque juvenil que es utilizado por colegios y grupos de tiempo libre. 
Debemos cuidar de este espacio natural que, como dicen los carteles, pertenece al Patrimonio Forestal de Navarra. 
Es decir, a todos. 

Este es enlace para ver el recorrido de hoy