lunes, 31 de marzo de 2014

De Beratxa a Romerales



Domingo, 29 de Marzo de 2014


Llevamos mucho tiempo sin hacer una visita a Beratxa. Últimamente hemos estado en Cascarruejos, La Sarda, Valditrés, … pero a la torre la tenemos un poco abandonada. Seguro que nos está echando de menos. 
En esta primavera que no acaba de empezar y con el cambio de hora del que tengo mis dudas sobre tanto ahorro energético, nos vamos hasta allí. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 10º y la farmacia 8º. El día está gris, tristón. No anda aire y puede que nos mojemos. 
Cruzamos por Galloscantan y salimos a la carretera de Miranda. 





Entramos en el Planillo y paramos un momento a contemplar la Laguna. La superficie de agua ha disminuido. Los carrizos, abundantes, cobijan toda clase de fauna. 
Cuando llegamos al cruce de caminos decidimos tomar el de la derecha que nos lleva hasta los altos del Planillo. 
En el Prado de Rentería el cereal se ve pobre. La planta está acurrucada, como asustada, por este tiempo tan raro. 


Donde termina la ladera, casi en la orilla de los cortados que caen al camino, la piedra de Manolo Iriso, rodeada de romeros en flor, contempla el paisaje que se extiende hasta la punta de Moncayuelo. 
Bajamos entre pinos y nos desviamos a la dcha. para salir a Valditrés. 



Subir a la torre desde aquí supone hacerlo por terreno escarpado, orillando el pinar, para buscar entre llagas y romeros la estrecha senda que conduce hasta la mole de piedra. 



09,45 horas. Estamos en Beratxa. No hay nadie. Es hora de almorzar. Aunque ahora se ven los altos de Valgorra oscuros y sombríos, esta semana nos han sorprendido con su cimas nevadas. 

"A mí me gusta Tafalla por lo que tiene de Ciudad discreta y vieja, de paisaje de transición, y de convivencia entre distintas formas de afanes de vida. Tafalla, Estella, Sangüesa (las tres fronteras del Reino, hasta el siglo X) entre el llano y la montaña, el vascuence y el romance en la toponimia y en el habla (en Tafalla tenemos Beracha, la Carravieja, Tafallamendi, etc.) donde el boj baja hasta el olivo, y cerca se dan helechos y asfodelos, son de lo más fuerte y representativo de Navarra (…) El sino de Tafalla es no tener un río importante, como el resto de ciudades del Reino, lo que ha determinado su tardía industrialización, y una buena escuela de hortelanos enseñados a aprovechar al máximo la "meadica" del Cidacos, en tradicionales turnos de riego" (Ollarra)(Recogido por José Menéndez en Retazos de historia tafallesa)



Nos asomamos hacia el N. Junto a la carretera, el corral de Pérez se entretiene viendo pasar los coches, recordando con nostalgia los tiempos de carruajes y galeras, canciones y relinchos de las caballerías. 


En la pared S. de la torre, algunas piedras están medio sueltas. La construcción necesita un repaso en toda regla. Aparentemente sólida, las lluvias y la intemperie la van minando poco a poco. Es urgente hacer algo. 
Bajamos por la parte O. y salimos a una vaguada entre pinos que nos conduce directamente a la fuente de Valditrés.


10,15 horas. El manantial está escondido entre los carrizos secos. Baja un buen chorro de agua. Hoy no medimos su caudal porque esperamos a que termine la primavera para ver la diferencia con el invierno.



Cuando estamos junto a la Cantera de Ros vemos un buitre planear sobre el cerro de Beratxa. 
Salimos al camino principal. Después de orillar un gran charco torcemos a la izda. para ir a Romerales. La ruta que sigue de frente termina en el Corral de la Escolara, dando paso a Candaraiz. 
Avanzamos entre pinos y cebadas. Los romeros y las llagas están en plena floración. El espectáculo es único. Los cantillos y ribazos son un mosaico de flores blancas y amarillas. 


Después de un par de curvas, aparece ante nosotros la balsa de Romerales. Son las 10,50 horas. Nos paramos en silencio. Protegidos por los ramajes de los pinos, observamos con los catalejos a los patos desplazarse lentamente, hundiendo sus cabezas en el agua en busca de sustento. 
Bajamos a la balsa. 


Merece la pena llegar hasta aquí en cualquier época del año. A finales de verano se seca y toodo el lecho está blanco de salitre. No hay vida. 
Pero cuando empiezan las lluvias, poco a poco, se recupera y es de una hermosura que te atrapa.


Atravesando una pieza, salimos al camino que conduce al antiguo vertedero comarcal.  
Ahora nos toca andar por asfalto. Bajamos un momento para ver el lugar donde se depositan las arenas de la fundición de Fagor. El vaso que construyeron para depositarlas está lleno. Cuando lo hicieron, tenía profundidad pero el transporte diario de estos materiales lo ha colmado. 




En el Caserío de La Laguna no hay nadie. Siempre que pasamos por aquí deseamos que haya alguien para entrar un momento y ver, si todavía existe, el pequeño tentadero que hicieron para torear becerras.




Salimos a la carretera de Miranda y llegamos a la Fuente de Resano. Son las 11,45 horas. Cae un buen chorro. 
En lugar de subir, como otras veces, por la Cuesta de la Calera, nos acercamos hasta el cementerio. Lo cruzamos y salimos otra vez a Galloscantan, donde se hizo la repoblación en la última edición del día del árbol. 
Entramos en el pueblo por la "Moraleja". 
El día no ha espabilado, pero no nos hemos mojado. 
El domingo que viene, si sale bueno, subiremos a la ermita de San Bernabé, en Unzué, y daremos una vuelta por Alaiz. 




lunes, 24 de marzo de 2014

Primavera en Piedralosa






Domingo 23 de Marzo de 2014


El pasado jueves entró la primavera. Eso dicen. El día está de invierno. Hace frío y el cielo amenaza con fastidiarnos la excursión.
Juanjo me dijo ayer que la primavera se recibe por el sur. Propone que subamos a Montmediano y luego hagamos una visita a Piedralosa. Es buena idea. Después de la paliza del sábado pasado en la Javierada, viene bien estirar las piernas por las zonas llanas del término. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 6º y la farmacia 4º. Los negros nubarrones dejan ver algunos claros que desaparecen enseguida.



Por el camino del Hortanco nos acercamos a ver el Espacio Escénico. Hace tiempo que no pasamos por aquí y nos sorprende la terminación de la fachada. 
Por la orilla del Cidacos cruzamos el puente de la Estación y por la calle del Lavadero llegamos al paso subterráneo que nos introduce en el camino del Escal. 
El viento frío trae algunas gotas heladoras. En Montejurra está lloviendo. 
Poco antes de llegar al antiguo vivero forestal, tomamos el camino de la izda. que atraviesa el prado de Solcanto. 



09,00 horas. Subimos al pequeño montículo de la izda. para observar el paisaje. Estamos seguros de que nos encontramos encima de las ruinas de la antigua basílica de San Martín de las Viñas. Miramos hacia el N., al pinar de la choza del Modesto y tratamos de adivinar dónde se encontraría la ermita dedicada a Santa Marina. Como todas estas edificaciones, se hallaría en la zona repoblada de pinos, que es la más elevada, pero nunca hemos encontrado el más mínimo vestigio.
23 de Febrero de 1696. Por estas fechas hubo un homicidio "con efusión de sangre" en la basílica de San Martín de las Viñas, quedando la ermita violada y no reconciliada. No se hacían misas. Tres años después los cofrades pidieron la reconciliación, pues de día y de noche se refugiaban en ella todo tipo de gente, sobre todo pastores, derribando la puerta o entrando por el tejado. (J.M. Esparza)(Historia de Tafalla. Tomo I)

Continuamos por ese camino hasta llegar al portillo que separa Solcanto de Valmayor. 



Una suave cuesta a la dcha. nos lleva a un barbecho. Encontramos la estrecha senda entre ilagas y chaparros y llegamos a la cima de Valmediano o Montmediano. 



09,30 horas. La placa del vértice geodésico nos dice que estamos a 473,10 mts. de altitud. Hacia el S. la llanura de Olite es un mosaico de cuadros verdes y ocres. El pueblo, con su castillo y el campanario afilado de San Pedro, parece un lugar encantado. Una fría borrasquilla nos hace temer lo peor. En la Carravieja y en la sierra de Ujué la cosa se ha puesto seria. La cortina de agua que está cayendo se aprecia desde aquí con nitidez. 
Salimos a buscar un abrigo para reponer fuerzas y lo encontramos en cuanto empezamos a descender. 



Resguardados tras un pequeño promontorio nos sentamos mientras comentamos la suerte que estamos teniendo. A pesar de las predicciones aguanta sin llover. Hace frío, incluso hacen falta guantes, pero no llueve. 
Bajamos hasta el barranco de la Falconera. Cuando dimos la vuelta a las mugas era la época de estiaje y no tuvimos mayor dificultad en cruzarlo. El cauce estaba prácticamente seco y, dando un salto, se pasaba con facilidad a la otra orilla. 
Hemos vuelto algunas veces por allí y ha sido imposible cruzar el barranco. Ha llovido mucho en estos dos último años y el caudal es importante. 
Juanjo decide echar un vistazo hacia el S. para ver si encuentra un vado y enseguida nos llama alborozado. 


Ha encontrado una pasarela que permite cruzarlo sin dificultad. Hoy hemos aprendido otra cosa más. 
Pasamos al otro lado y encaramos la ladera que nos lleva hasta la roca.


10,25 horas. Piedralosa. Cuando la descubrimos en la vuelta a las mugas, la denominamos el "requeté" porque, según desde donde se mire, parece el rostro anguloso de un hombre coronado con una txapela. 
Un amable lector dejó un comentario en este blog diciendo que en San Martín le llaman la Piedralosa. Pues para nosotros, por supuesto que también, ese es su nombre. 



Por la ladera norte bajamos hacia una viña. Teo, de las bodegas Ayerra de San Martín, con pasamontañas, guantes y ropa de abrigo, está podando la viña. Nos dice que tiene aquí unas sesenta robadas, todo de la variedad Merlot, y que ya le queda poco para terminar la labor. Los pulgares de las cepas están sudando. Hasta finales de marzo se puede podar. Después es malo. 
Nos despedimos y cruzamos de nuevo el barranco, que aquí está seco. 



Estamos al final de Valmayor. Tomamos un camino amplio y, en una curva, nos detenemos a contemplar la vieja abejera.  
Con el refugio de Los Doce en la ladera de la Carravieja a nuestra dcha. y el pinar de Valmediano a la izda. entramos en Valmayor. Las viñas y el cereal se alternan en la hondonada. 
El camino es amplio, limpio. 



El corral de la Garganta en la soledad de su cerro nos ve pasar hacia el caserío de Fernández. 



11,10 horas. Los perros atados con gruesas cadenas enloquecen cuando llegamos al viejo caserón. 



En la balsa, unos patos asustados salen volando de la orilla cercana. Con sus estridentes "cua cua" rompen el silencio invernal que nos envuelve. El viento ondula la superficie del agua en un vaivén sin fin. 
Dejando a un lado el Pontarrón, salimos a la carretera de San Martín de Unx.


11,40 horas. Cuando pasamos la Estación nos acercamos hasta la presa de Ereta. 
El Cidacos todavía está pletórico y hay que visitarlo siempre que se pueda, antes de que comience a languidecer. 







martes, 11 de marzo de 2014

Final del invierno en Cascarruejos





Domingo, 9 de Marzo de 2014


Para nosotros, hoy es el último domingo de invierno que andamos por el campo. El sábado que viene haremos la Javierada y, al día siguiente, toca descansar. 
El día viene bueno para andar. Los de la Ribera que han peregrinado a Javier este fin de semana han tenido suerte. Quizá un poco de calor pero, para andar, es mejor este tiempo que la lluvia. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 7º y la farmacia 5º. El cielo, a estas horas, está limpio, azul. 
Con el coche nos acercamos a Valditrés, donde aparcamos y salimos a caminar entre pinos y romeros. 


08,30 horas. Cantera de Ros o de Malamadera. 
El agua que viene de la balsa cruza el camino y nos obliga a dar un salto para pasar a la otra orilla. 
A la descarnada cantera le da el sol de lleno. 
Continuamos por el camino que orilla el pinar. 
El 1 de Julio del año pasado hicimos esta excursión y, hoy, vamos a seguir aquel itinerario lo más fielmente posible. 




Entre campos sembrados, por terreno seco, el camino nos lleva a una pequeña cuesta donde el paisaje cambia. 





Damos vista a Candaraiz y parte del Saso. Enfrente tenemos Larraga y debajo, los caseríos y corrales de Eulalio y Sánchez. 
El camino gira bruscamente a la derecha y, por buen piso, divisamos La Sarda. 
El regadío ha transformado el paisaje. 


Bajamos una suave pendiente. A nuestra izda. una extensa pieza está sembrada de habas. Las plantas tienen un palmo de altura. 
Un día nos contaba Marcos que su suegro y otros labradores consiguieron traer agua de las balsas cercanas para regar estas piezas de secano y asegurar las cosechas. 
Cuanto más regaban, peor eran las cosechas. Decidieron analizar el agua y vieron que era salitrosa. Ahí encontraron la explicación a semejante desastre. Hoy, las aguas limpias del canal garantizan un par de cosechas al año y permiten la rotación de cultivos: Habas, guisantes, alfalfa, …
Torcemos a la izda. Nos acercamos a la lagunilla. 




09,30 horas. Lagunilla de Cascarruejos. Está junto a la cañada que hace muga con Larraga.  
Al llegar a la balsa guardamos silencio porque, en su superficie, una manada de patos se desliza graciosamente mientras hunden la cabeza continuamente buscando el alimento. 
Alguna garza se deja caer entre los carrizos mientras agita torpemente sus alas. 
Buscamos el sol para almorzar. A la sombra hace frío si nos paramos. 
Un ruido lejano de motores nos hace levantar la vista. 
Dos aviones surcan el cielo dejando un fina línea blanca mientras se alejan  hacia el S. 
Es hora de volver. Hoy hemos salido a hacer un paseo suave; la paliza nos la daremos el sábado. 
Por piezas en barbecho, orillando pinares, llegamos al camino por el que hemos bajado hacia La Sarda. 
Lo cruzamos y continuamos en dirección a Valditrés.




El montículo que está junto a los pinos nos ve pasar de nuevo. 
En esta época el campo merece una visita. Los sembrados están bajos, recién nacidos, y son inmensas praderas de un verde claro y limpio. 




Cuando salimos al camino que hemos llevado a la ida, la trasera del Corral de la Escolara, a modo de baluarte, se yergue sobre Candaraiz. 
Paramos un momento a contemplar este hermoso rincón.

"3 de Noviembre de 1646. Son prendadas setenta vacas de Miranda, pastando tan ricamente por los trigales de las mugas tafallesas. Daño grave a la villa, a los vecinos "que en aquellos campos tienen sembrados sus panes" y a los diezmos y primicias que dejará de percibir el Cabildo parroquial. De acuerdo a las leyes del Reyno, el alcalde y regidores juzgan a las setenta vacas y las condenan "a razón de cuatro reales por cada cabeza, demás de satisfacer y pagar el daño que han hecho". Y para cobrar la multa, ordenan matar dos de las reses "que se piquen en la tabla de la carnicería de esta ciudad y que se vendan". (J.M. Esparza)(Historia de Tafalla. Tomo I).

Pasamos por delante de la cantera y caminamos deleitándonos mirando el Prado de Rentería. 
10,50 horas. En los pinos de Valditrés-Porputiain, como si fuera un animal abandonado, el coche nos espera pacientemente para el regreso. 
La ladera de Beratxa nos tienta para subir a la torre, pero no lo hacemos. 
En primavera bajaremos algún domingo desde Valdiferrer y le haremos una visita. 



martes, 4 de marzo de 2014

Almoravit y Los Frailes




Domingo, 2 de Marzo de 2014


Domingo de Carnaval. El sábado ha estado pasado por agua. Para hoy las predicciones son inciertas. Puede que llueva o puede que no. 
O sea, como aquella abuela de Pueyo, que cuando le preguntaban qué iba a hacer contestaba: "Lloverá, pero escampará". No se equivocaba nunca. 
Como preveíamos que los caminos iban a estar impracticables, decidimos bajar por Gerón hasta Olite y volver por Solrío. Son buenos caminos. Blancos y en muy buen estado. Apenas si tienen barro y, para estos días, vienen como anillo al dedo. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 10º y la farmacia 8º. En el cielo hay más claros que nubes. Vamos a tener suerte. Con que aguante la mañana, nos conformamos. 


Pasamos al lado del polideportivo y cruzamos la carretera para echar un vistazo  a la Presa de los Frailes o de San Agustín.




Las aguas, achocolatadas, bajan veloces. En los huertos próximos, los almendros se han vestido de primavera. Rodeados de tierra oscura y encharcada, ofrecen un aspecto desvalido y tembloroso.
Salimos nuevamente a la carretera. 
Dejamos a nuestra izquierda el Quiñón y llegamos a la rotonda de La Tafallesa. Apenas si circula algún coche. Los pueblos de alrededor también han tenido su noche carnavalera y, a estas horas, donde mejor se está es en la cama. 
Bajamos la antigua cuesta de San Gregorio. A la ladera descarnada del cabezo, el agua le ha sacado los colores. Ofrece un aspecto rojizo y áspero por las sucesivas mordidas que ha sufrido para ampliar la carretera. 
Entramos en el camino de Gerón.




Las viejas cuadras de Garro parecen acomplejadas ante la imponente mole de la fábrica de Fagor. En su interior observamos que hay algún animal.  
Avanzamos en dirección S. El camino está cortado y nos detenemos a mirar el río. 


08,50 horas. Presa de Almoravit. También se le conoce por la de los martes. Lugar de conflictos constantes con nuestros vecinos de Olite. 
El agua. Siempre el agua. A lo largo de la historia ha habido de todo. Muertos, pleitos, sentencias salomónicas de los reyes navarros, trampas, compras de derechos y un largo etc. 

"NO QUIERO SER FONDISTA. (…) A los pocos momentos le preguntó uno de los chicos: ¿Hará V. el favor de decirme dónde está la letrina?.
Nicolás (Mediaoreja) que no sabía lo que quería decir, se quedó parado y dijo para sí (ésta debe de ser alguna criada que he tenido yo) y contestó: - Pues sabe V., estaba un poco destemplada y se marchó a su pueblo. 
¿Quién? ¿La letrina?. No hombre no. Si le pregunto por el retrete (…)

Después de comer y tomar café les enseñó Nicolás los monumentos más antiguos de la población, como son: La sepultura de los Corbaranes, las Adoberías, el pocico de los oficiales, la fuente Labaco, la presa Moravis (Almoravit) y el árbol del gitano. (El Tafallesico. Nº 2)(15 de Agosto de 1907) 




Bajamos un momento hasta la orilla. El agua sale con fuerza del desagüe, buscando el río. La obra tiene buena factura. 
Seguimos. Tenemos que salir a una pieza para volver a encontrar el camino. 
A nuestra izda. el Cidacos y a la dcha. las traseras de las naves industriales del polígono de La Nava. 


09,30 horas. Llegamos a la instalaciones de Evena y entramos en Olite. 
Las calles están desiertas. El día aguanta aunque, en los sombríos, se nota el invierno. 
Bajamos hacia la vía férrea y la cruzamos por el paso subterráneo. 
Tomamos el primer camino a la dcha. y llegamos al puente donde se encuentra la Fuente del Chorrón. 




09,45 00 horas. Es hora de almorzar. 
Unos humildes bancos nos sirven para reponer fuerzas sentados mientras contemplamos el río. 
Juanjo saca la jarra y bajamos a medir el caudal. El caño del Norte echa 16 l/minuto y el del Sur, 15. 
Hacemos nuestras anotaciones y salimos para la otra fuente.



10,25 horas. La Fuenticas. En la chopera no hay nadie. La hierba húmeda nos llega hasta los tobillos. De sus tres caños ,el agua brota con fuerza. 
Al tajo. Jarra, cronómetro y apuntes. El del N. echa 24 l/min., el del centro 20 l/min y el del S. 21 l/min. 
Un paseante mira con curiosidad y recelo nuestras maniobras. 
Igual está pensando: "Ya están los de la Confederación tocando los h…"
Salimos en dirección N.
En lugar de tomar el camino que va al Caserío de Solrío, seguimos otro más a la izda. porque queremos visitar el antiguo molino de Olite. 
Tenemos que torcer en el primer cruce a la izda. y pasar la vía del tren. 




10,50 horas. Estamos en el molino. 
Es un caserón en ruinas. Debió de ser muy importante por lo que indican sus dimensiones. La parte más interesante para nosotros está en la trasera, pero hoy es mejor no acercarse porque el edificio está en la orilla de una pieza sembrada y el barrizal puede ser histórico. 




Un poco más adelante, una tajadera de grandes dimensiones da idea del caudal que recibía el molino. 
Volvemos a entrar en el término de Tafalla. 
En la Recueja tampoco hay nadie. Ni siquiera el alma en pena del malvado "Chanforrín". 
Por debajo del puente de la autopista entramos en el término de Torreta. 
Despacio y bien abrigado, viene hacia nosotros Vicente Armendáriz. Nos saludamos y recordamos cuando estuvimos con él en su huerto hace año y medio. La sequía tan preocupante que había. Aquella vez pasamos por la Presa de los Frailes como si fuese un camino.



Junto a la acequia, en la tapia de una caseta, un cabreado hortelano le ha dejado un mensaje a alguien que no ofrece dudas. Se puede decir más alto pero no más claro. 
Por el paso subterráneo que está junto a la plaza de toros entramos en Tafalla. 
Son las 11,45 horas. 
Las calles se empiezan a animar. En quince minutos comenzará el desfile del carnaval. 
Un grupo de niños, todos con sus trajes a rayas de presidiarios, se apresura hacia la Plaza de Navarra. 
Por las escaleras del Conde, un corpulento patriarca bíblico luce unas enormes barbas negras. Cuando pasa a nuestro lado va hablando con su acompañante. Su acento sudamericano no deja lugar a dudas. 
No es israelí.