domingo, 16 de marzo de 2025

En el Alto de Leoz


 Domingo, 9 de marzo de 2025

Ayer llovió mucho y los caminos estarán embarrados. 
Hoy anuncian buen tiempo y, para estas ocasiones, es bueno tener en la "recámara" alguna ruta por caminos blancos que nos permita disfrutar del monte en condiciones razonables. 
Son las 09:30 horas. Aparcamos en Leoz, en el corazón de la Valdorba. 
El día, aunque frío de invierno, 7º, viene bueno. 
Los negros nubarrones no tienen pinta de estropearnos la mañana. 

Cuando en marzo oigas tronar, ponle puntales a tu pajar. 

Todo lo contrario: las predicciones dicen que, unas horas más tarde, va a lucir el sol. 


Un viejo panel, todavía legible, nos informa acerca de Leoz y su entorno. 
Ascendemos por una calle empinada que nos permite contemplar la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora. 


Un robusto templo del siglo XIII al que se le hicieron algunas reformas en los siglos XVI y XVII.
Salimos del pueblo y, por camino ancho y bueno, llegamos a la primera bifurcación.


Seguimos por la dcha. porque nuestro paseo de hoy nos dirige hacia las palomeras. 
Ascendemos suavemente por el camino limpio. 
La vegetación está en letargo. 
Los robles y arbustos esperan silenciosos a que apunte el comienzo de la primavera. 


En la bifurcación continuamos por la dcha. 
El rumor del agua alegra la mañana. 
El sol, poco a poco, va abriéndose paso entre los nubarrones. 



El incipiente río Leoz baja veloz por la ladera y, entre la vegetación, nos regala una pequeña presa. 
El camino sigue cuesta arriba. 
La mañana está cada vez mas agradable. 
Llegamos a un cruce de caminos y giramos a la izda. 
A pocos metros lo abandonaremos para entrar por una desdibujada senda hasta la altura que queremos visitar. 

En esos mismos y primeros años del siglo XX también, de Leoz, salieron cargados de ilusiones tres hermanos Labiano y Leoz a embarcar de cara a la Argentina. 
Eran Licarión, Santos y Máximo. 
Como tantos, también a sus años volvieron. 
Licarión fue un bienhechor de la Casa de Misericordia de Pamplona. 
Y Máximo entró de nuevo a su Leoz de donde había partido. 
A su casa nativa, "Casa la Cuca". 
Y en ella vivió sus años de americano, mozo y a ella le dejó para siempre el sonsonete, en tantos pueblos repetido "Casa del americano de Leoz" (Historias, sueños y leyendas de la Valdorba. Cuaderno séptimo)(Pedro Mari Flamarique).

10:30 horas. Alto de Leoz (925 m)
Lo primero que nos llama la atención antes de llegar a la cima son las bolsas de procesionarias del pinar. 



Algunos árboles está completamente secos por la acción depredadora de las orugas. 


En lo alto del montículo han colocado, sobre la tapia de una pequeña construcción, un montón de piedras a modo de cahír. 
Desde este punto hay unas vistas magníficas. 
Como hemos caminado muchas veces por este valle, reconocemos alguna de sus cimas: Esparatz, Gazteluzar, Santa Agata, ...
Volvemos al camino. 
Aprovechamos un abrigo del bochorno y reponemos fuerzas. 


Vamos descendiendo suavemente y llegamos a la entrada de la finca de Sabaiza en el Alto de Ezprogui. 
La Vizcaya, tan cercana y tan desconocida, la hemos recorrido poco. Una ruta circular que sale junto a la iglesia de Sabaiza, alguna subida al Lantxurda y poco más. 
Pero tenemos la seguridad de que tiene que haber rutas y parajes muy interesantes que, con tiempo y ganas, iremos planteando. 
Estamos cerca de la carretera que sube a Leoz y a Uzquita. 
Desde aquí contemplamos una bonita estampa.

 
El pueblo y la Higa de Monreal se dejan ver, dando al paisaje un aspecto invernal. 
12:00 horas. Entramos en Leoz. 
Tenemos el coche aparcado junto a la primera casa, pero nos adentramos por sus calles para visitar a los parientes que viven en el pueblo. 
Un rato de agradable conversación. Alguna sugerencia para hacer recorridos por parajes desconocidos y recuerdos, muchos recuerdos, de nuestros antepasados.