lunes, 2 de septiembre de 2013

La ruta del agua





1 de Septiembre de 2013


Volvemos al campo. Desde el 12 de Agosto, entre Fiestas y vacaciones, no hemos dado una vuelta por el término. Alguno de mis escasos lectores habrá pensado que por fin se ha librado de mí. 
Nada más lejos de la realidad. Tengo intención de seguir contado los paseos dominicales que tanto nos hacen disfrutar. 
Como comienzo de curso, había pensado hacer una visita a las balsas de La Laguna y de Romerales pero, hablando ayer con Javier "el churrero", me enteré de que se está cazando (aunque matizó que más bien lo que hacen es sacar a pasear la escopeta) desde la Lobera hasta Candaraiz, el Plano y Valgorra. 
Siempre hemos preferido dejar a los cazadores a su aire. Hay muchos días y mucho campo para andarlo durante el año. 
Nos vamos al Cabezo de San Gregorio y enseñaremos a Inma y Rosa el depósito de aguas de Olite y los pozos del Escal.
Son las 08,00 horas. Magán marca 17º y la farmacia 16º. 
El cielo está despejado. Sopla un suave cierzo que nos obliga a llevar una chaqueta para "por si acaso", aunque salimos de corto.



Cruzamos "los enredos" y llegamos al barranco del Abaco.  
Por su orilla derecha bajamos hasta el polígono industrial para subir por la carreterilla del puti hasta el depósito de aguas.




Son las 08,35 horas. La construcción data de 1946. En su interior se oye el rumor del agua que baja velozmente hacia nuestros vecinos. 
En Olite hoy celebran el día del vino. Pisan la uva en la plaza y hacen catas de caldos. 
Elaboran buenos vinos, pero esta agua que viene desde la regata de Mairaga vale su peso en oro. 
Bajamos por donde hemos subido y cruzamos la carretera.




Decidimos subir a la ermita de San Gregorio. El lugar está desierto. 
Bajamos al río para, por debajo del puente de la autopista, salir al camino de Gerón. 



Junto a la escollera de la orilla, hay un pozo profundo, tapado con una tabla que está partida. 
Juanjo ya lo comunicó  hace unos años a la Cruz Roja y a las autoridades para que pusieran una tapa en condiciones. El día de la romería de San Gregorio los chavales bajan hasta el río a jugar sin ser conscientes del peligro que les acecha. Cuando ocurra una desgracia, todo serán lamentaciones y escurridas de bulto.





Por debajo del puente de la autopista salimos al camino de Gerón. 
El río todavía tiene agua. En sus remansos los peces saltan inquietos atrapando los insectos. Nos acercamos un momento a ver la presa de Almoravit.
Imposible llegar a ella. La vegetación se ha adueñado de toda la orilla y no tenemos muchas ganas de pelearnos con los hinojos y las zarzas. 




09,20 horas. Cruzamos la pasarela del Cidacos y salimos a una pieza de maíz. Las plantas nos doblan en altura. Las panochas no han salido todavía, aunque ya asoman los pelos. 
Por fin salimos al camino que viene de la Recueja. 
Junto a una enorme plantación de olivos, el camino toma dirección S. para en el primer cruce a la izda. llevarnos a los pozos del Escal.





"Año 1949. Por aquel entonces no se hablaba en Tafalla de otra cosa que del "pántano"; así se pronunciaba en el lenguaje popular.
En Pamplona hubo muchas promesas, pero la obra no se ejecutó, como es sabido. 
Se dice que un propietario con mucha influencia en Pamplona y en Madrid, a quien el vaso le inundaba algunas tierras de su propiedad, logró paralizar el proyecto, cuando ya estaban iniciadas las obras... ¡vaya uno a saber!, aunque intuimos que algo hubo de cierto. 
Por una u otra causa Tafalla se quedó sin tan codiciado pantano. 
Sin duda que la obra hubiera sido muy beneficiosa para Tafalla y hubiera resuelto no pocos problemas que en aquellos años acuciaban a la Ciudad. 
De forma más científica que en el pozo de Valgorra, se hicieron las prospecciones del Escal y allí sí que se encontró agua y pudo paliarse el problema". (Juan Carlos Lorente Martinena)(Tafalla, siglo XX - primera mitad).

En un cobertizo cercano que tiene sillas y banquetas nos sentamos y almorzamos. 
Por el exterior del recinto de los pozos llegamos a la vía férrera. La cruzamos y nos acercamos al antiguo Vivero Forestal. 
Abandonado y con la construcción en ruinas, nos adentramos en la finca. Según las últimas noticias, parece que el Ayuntamiento ha dejado a un grupo de vecinos que están en el paro, que lo adecenten y hagan una explotación hortofrutícola para aliviar su situación. 
Cruzamos todo Solcanto. Nos impresionan las grandes extensiones de maíz que van desde la falda de Valmediano hasta el Caserío de Solrío. 




10,35 horas. Estamos en el portillo de Valmayor. Los campos ocres se extienden desde debajo del canal hasta perderse en la muga con San Martín. Alguna viña emparrada muestra los racimos que comienzan a pintar. La vendimia viene con retraso. 
Bajamos al fondo de Valmayor y torcemos a la izda. para llegar al caserío. 





10,55 horas. Caserío de Fernández o de Valmayor. Dos enormes perros atados con fuertes cadenas vigilan la granja. Cuando llegamos ladran y ladran casi hasta enloquecer. 
No hay nadie. Subimos a ver la balsa que es un remanso de paz y de frescura. 
Por el camino que asciende hacia el Pontarrón, salimos a la carretera de San Martín.




11,30 horas. Cruzamos el túnel que va por debajo de la vía y nos acercamos a ver la presa de Ereta o de la Estación. 
Ya no salta el agua. El lunes 19, cuando fuimos al frontón a ver los partidos de pelota, todavía saltaba junto al registro del riego. 
El domingo que viene iremos a Ujué andando. Es 8 de Septiembre y, como dice César Mondela, "un grupo de tafalleses tiene la costumbre de ir a felicitar a la Virgen".

En este enlace se puede ver el recorrido de hoy

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