miércoles, 10 de abril de 2024

Sendero fluvial 1 (Larraga)





 Domingo, 7 de abril de 2024

Hoy vamos a Larraga. Vamos a caminar por la orilla del Arga siguiendo un tramo del recorrido nº 4 que planteó el Consorcio de la Zona Media en su programa senderista “Zona Media a pie”. 
Como era bastante largo, Sergismundo lo distribuyó en 4 tramos. 
El 3 de diciembre del año pasado caminamos por el que discurría por Miranda de Arga. Nos gustó tanto que posteriormente lo grabamos para el programa “A pie y con dron”. 

Son las 09:00 horas. Aparcamos nada más pasar el puente de Larraga, junto a la orilla del río. 
El día esta nublado. El termómetro marca 14º. 

En llegando abril, nubecitas a llorar y campitos a reír.

Dejamos ropa en el coche y salimos. 
Nos dirigimos hacia Mendigorría - Andelos. 
Cruzamos la carretera y continuamos por pista hasta tomar un desvío a la dcha. que nos lleva hasta el puente del Palenque. 

El pequeño puente salva un barranco que apenas lleva agua.
La senda, amplia y herbosa, nos lleva cómodamente por la orilla del Arga. 

Montejurra se deja ver entre la bruma. 



En un cruce de caminos, un poste nos indica la dirección que deberemos seguir. 
Salimos a un camino ancho y hacemos la primera parada. 
La central hidraúlica de San Miguel recibe las aguas desviadas del río para producir electricidad. 




El rumor del agua corriendo por las entrañas del edificio da idea de la estrechez de la canalización.




Unos metros más adelante contemplamos la presa desde una barandilla. 
El cauce del río es amplio. El agua, después de las abundantes lluvias, salta vigorosa y corre veloz en dirección a Miranda. 



En otro cruce de caminos hay un panel que da una interesante información. 
Caminamos entre huertas y piezas de cereal. 
Avanzamos rápidamente por caminos de labor. Una curva a la izda. y otra a la dcha. y llegamos al final de la primera parte del recorrido. 



10:00 horas. Antigua acequia del regadío. 
La cruzamos y llegamos a la orilla del Arga. 



Permanecemos un rato allí contemplando la hermosura del río. 
El camino de vuelta lo hacemos variando un poco el recorrido, entre campos de labor. 
Al llegar al inicio del recorrido, aprovechamos la mesa que hay junto al río para reponer fuerzas. 
Siguiendo el curso del río, en dirección contraria, caminamos por la orilla de un pinar. 
La senda estrecha y descarnada obligada a ir en fila de a uno. 
11:40 horas. Bejera. 



Está completamente rehabilitada y muy bien conservada. 
No tiene puerta y entramos en su interior. 

Seguimos por la senda estrecha hasta salir a un camino más ancho.
Cinco minutos más tarde estamos junto a la presa de Miranda de Arga. 





Nos detenemos y contemplamos el Arga desde ese lugar privilegiado.



Unos metros más adelante llegamos al merendero que hay en el entorno de la Casa del Soto. 
 

Un panel bien conservado nos da cumplida información del paraje.
Continuamos por buen camino con el río a nuestra izda. hasta que llegamos a un punto en el que Sergio da por finalizado el recorrido.




Y el sitio no podía estar mejor elegido. 
Volvemos sobre nuestros pasos y, al llegar a unos invernaderos, decidimos regresar por el camino ancho y evitar el sendero del pinar. 
Las huertas se suceden. 
Almendros, olivos y hortalizas se aprovechan de la abundancia del agua para el riego. 
12:45 horas. Final del trayecto. 
El sol ha conseguido imponerse a la calima. 
Volvemos a casa. Un buen paseo para una mañana estupenda de comienzos de abril. 








miércoles, 3 de abril de 2024

El roble de Eltzaburu (Ultzama)




Lunes, 1 de abril de 2024

En el Catálogo de Monumentos Naturales de Navarra figura el roble de Eltzaburu con el nº 10. 

Adapté para Wikiloc una ruta interesante, corta y cómoda, de la última revista “Conocer Navarra”. 

Aprovechamos que era festivo en Navarra y decidimos dar una vuelta por esos parajes y de paso “tachar” otro árbol de nuestra lista particular. 

Hoy no tenemos prisa. Son las 09:45 horas y aparcamos en Eltzaburu. 

El día está bueno para andar, aunque la temperatura es baja: 4,5º 

En abril, grande o chica, la espiga ha de salir. 

El cielo está algo nublado, pero se vislumbran algunos claros que, sin duda, se irán abriendo durante la mañana. 


En un cruce de caminos, el agua de la regata de Learraga baja ruidosa y veloz.

Torcemos a la izda. y, al principio por pista encementada y después por senda, vamos bordeando el bosque. 


Dos caballos nos miran extrañados levantando la cabeza del pasto. 

A nuestra izda. una incipiente senda nos conduce hasta una langa. Las ovejas se apelotonan ante nuestra llegada y, cuando nos acercamos, salen corriendo en medio de un coro de balidos. 

El camino es precioso. El suelo está aceptable para caminar aunque, en algunos tramos, las pequeñas regatas nos obligan a saltar. 

Cruzamos, y luego cerramos, otra langa; y seguimos avanzando. 

Ilarregi, nuestra primera parada, está muy cerca. 

10:35 horas. Abandonamos el camino y salimos a la carretera. Un corto trayecto nos lleva al centro del pueblo. 

La parroquia de San Miguel preside una amplia plaza. 

Damos una pequeña vuelta contemplando los viejos caserones y seguimos. 

El viento frío no invita a estar parado mucho tiempo. 

Una pista recta y larga nos acerca hasta el siguiente pueblo. 

10:50 horas. Al entrar en Suarbe, la furgoneta del pan nos adelanta y la emprende a bocinazos anunciando su llegada. 

La parroquia de San Esteban acoge en una de sus paredes un frontis para que los vecinos puedan jugar a pelota. 

Continuamos. El cielo se está poniendo negruzco. La previsiones no dicen que vaya a llover, pero el panorama hace sospechar otra cosa. 

Una pista nos lleva hacia el bosque. 

Cuando entramos en él, nos quedamos maravillados. Frondoso y limpio. Las hayas conviven con los quejigos y bojes. 

Vamos descendiendo poco a poco. 

Un poste indica tres direcciones, pero ninguna de ellas es la nuestra.

11:40 horas. Auza.

Entramos en el pueblo. Las casa están a uno y otro lado de la carretera. 

Hace frío. Nos dirigimos al porche de la parroquia de San Martín. Seguro que allí encontramos un buen abrigo y reponemos fuerzas. 

En un carasol sacamos algo de comer y nos sentamos un rato. 

Volvemos sobre nuestros pasos y cruzamos la carretera.

Un camino largo nos lleva hacia Eltzaburu. 


Poco antes de abandonarlo, nos paramos ante un antiguo caserón abandonado. 

Aunque la temperatura no esté para sentarse, encontrar un banco tan rústico alegra la vista. 

La pista hace una pequeña curva a la dcha. y se convierte en camino.

Volvemos a caminar por el bosque. 

El arbolado nos protege y la temperatura sube unos cuantos grados. 

Antes de tomar un camino a la dcha., paramos un momento para admirar las tronqueras ya preparadas. 

Es todo un arte apilar de esta forma la leña. 

Salimos a la carretera y nos detenemos en el jardincillo de una de las casas adosadas. El dueño llega con su todoterreno, se baja y nos da conversación. 

Os he visto antes en el monte y pensaba que ibais a Leurza —nos dice.

Le contamos que vamos a visitar el roble catalogado. 

Yo creo que está un poco enfermo —comenta— Hace poco se le desgajó una rama grande y no lo vemos tan alegre como antes.

Nos despedimos. Estamos a pocos metros del árbol. 

12:30 horas. Roble de Eltzaburu. 

Un camino entra a la dcha. y allí está.

El cartel, como todos, aporta poca información. 

Consulto mis notas y ellas nos dan idea de lo que tenemos delante. 


Tiene una altura de 26,60 m. El diámetro a 1,30 de altura es de 1,54 m y la proyección de la copa es de 22 x 24 m. Hace unos 27 años fue herido por un rayo, pero su estado de conservación es bueno. 

Damos una vuelta a su alrededor y observamos la cicatriz de la rama desgajada que nos ha comentado el vecino.

Entramos en el pueblo. Son las 12:40 horas

La mañana ha mejorado según lo previsto, pero en la sombra hay que estar abrigado. 

Un paseo cómodo y hermoso por los pueblos, prados y bosques del Valle de Ultzama.


En este enlace se puede ver el recorrido de hoy.