lunes, 31 de julio de 2023

De Lácar a Casetas de Ciriza (Cañada de Tauste a Andía)



 Domingo, 30 de julio de 2023

Hoy retomamos nuestra marcha por la Cañada Real de Tauste a Andía.
Es probable que esta sea la penúltima etapa del recorrido. Ya veremos. 
La excursión de hoy va a ser corta: 10 km, aunque tenemos que dejar antes un coche en Casetas de Ciriza y volver al punto entre Villatuerta y Lácar donde terminamos la última de las etapas. Es engorroso pero no queda otro remedio.

Son las 09:30 horas. 
El día está bueno para andar. Un poco nublado. La temperatura es de 19º.

Julio abrasado, trigo seco y dorado. 
 
Cruzamos la autovía del Camino por un túnel corto y comenzamos nuestra andadura por la Cañada. 


El camino está polvoriento. La pequeña cuesta que asciende pasa junto a un cartel que indica dónde estamos. 

El paisaje es monótono. Los rastrojos se alternan con algún campo de girasoles que están sufriendo los rigores de la falta de lluvias.


Todo el camino está jalonado de postes de la cañada. 
Si el terreno no ofrece ningún interés, tiene, por contra, unas vistas espectaculares a dcha. e izda.


Las sierras de Lókiz y Andía saludan de lejos. Somos viejos conocidos. 


Montejurra y Monjardín se asoman a nuestra izda. recortados en un cielo azul y limpio. 
Al llegar al cruce de Murillo de Yerri, seguimos de frente. Nos toca caminar un buen trecho por asfalto. 
La carretera alterna con pista blanca. El terreno está despejado.
El sol ha podido con las nubes y cae inclemente sobre nosotros. 

En lo alto de un cerro hay una pequeña ermita dedicada a Santa Bárbara. 
La santa es protectora de las tormentas y, en esta zona, cuando el cereal está granado, los agricultores miran con un ojo a las nubes y con otro a los sembrados.

 
Antes de cruzar la carretera que baja hasta el pueblo de Alloz, vemos el primer mojón de la cañada. 


Abandonamos el asfalto y entramos en un camino sugerente. 
10:30 horas. A la sombra de los escasos árboles que hemos encontrado en el recorrido, hacemos una parada y reponemos fuerzas. 
Cruzando la carretera, encontramos un panel que habla, entre otras cosas, de los cultivos de la zona. 


Está tan deteriorado que apenas nos deja leer algunos párrafos sueltos. 

Seguimos. 


En el cruce, entre el embalse y Arizala, encontramos otro cartel más pequeño, este en muy buen estado. Nos detenemos para disfrutar de la información que ofrece. 
Seguimos caminando. 
La ligera cuesta arriba nos permite ir descubriendo poco a poco el embalse. 
11:15 horas. Embalse de Alloz.


Desde nuestra atalaya, es un espectáculo mirarlo. 
El azul del agua contrasta con los campos de alrededor. 
La superficie, serena y limpia, nos hace detenernos a contemplar este regalo.



Unos metros más adelante, cerca del pueblo de Úgar, un cartel y una flecha ofrecen información a los caminantes. 
El camino desciende a la carretera. Tiene bastante vegetación; parece que se usa muy poco. 


Los postes de la Cañada, aunque no proliferan tanto como al comienza de la etapa, todavía se dejan ver. 
12:00 horas. Llegamos al lugar donde hemos dejado aparcado el coche. 
Observamos que a la izda. hay un merendero con mesas y bancos de piedra y que por ahí continúa la Cañada. 
Nuestro proyecto de conocer paso a paso la Cañada Real de Tauste a Andía desde El Saso tafallés está llegando a su fin. 
No sabemos si nos faltan una o dos etapas, pero sospechamos que lo que nos queda va a ser una zona interesante y boscosa. 




martes, 25 de julio de 2023

Una vuelta por la ermita de Santiago (Mendigorría)


Domingo, 23 de julio de 2023

Hoy vamos a dar una vuelta corta. 

Sergismundo me envió en marzo de este año un recorrido interesante. 

Julio Asunción había descubierto un menhir en Mendigorría. Sergio fue a visitarlo y, para su sorpresa, descubrió otro más. 

Aparcamos el coche en el parque que hay antes de la curva en herradura de la carretera Mendigorría - Puente la Reina. 

Son las 08:30 horas. El cielo está muy nublado. La temperatura es agradable: 19º.

Veraneando, veraneando, el tiempo pasa volando.

No amenaza lluvia, aunque pensamos que esta mañana veremos poco el sol. 

Junto a la curva de herradura de la carretera, tomamos un camino blanco. 

Un antiguo campo de fútbol sufre el deterioro del tiempo. 

Veinte minutos más tarde, a la dcha. encontramos el primer menhir. 

Sergio, prudentemente, lo cita como “posible menhir”.

En abril de 2020, Julio Asunción publicó en su página que había encontrado un menhir, que no estaba catalogado, en las proximidades de Mendigorría.
http://arqueologianavarra.blogspot.com/2020/04/nuevo-menhir-en-mendigorria.htm

Nos hemos acercado al lugar a verlo, con la sorpresa de que no hay sólo un menhir, sino que parece que hay dos.
Como no somos expertos en la materia, dejamos las fotos y la ubicación. (Sergismundo en Wikiloc)

Unos metros más adelante, llegamos junto al otro menhir, el que cita Julio Asunción. 

Seguimos nuestra ruta. 

Transitamos por el Camino del Mochuelo. Un paraje de monte bajo que se introduce en un pinar. 

El trayecto es agradable y solitario. Las vistas, a dcha. e izda. son bonitas. 

09:15 horas. Alto de la Cantera (456 m)

El sendero parece cortarse, pero salva por la izda. la pequeña pared de roca que da nombre a esta cima. 

A unos trescientos metros, siguiendo la ruta, llegamos a la siguiente cima: Peñas de Gorriti (460 m).

El Cerco de Artajona se recorta en el paisaje y pone la nota medieval al entorno. 

Una estrecha senda, a veces incómoda, desciende hasta el Portillo de Santiago. 

Salimos a una pista y torcemos a la izda. en la bifurcación. 

09:40 horas. Ermita de Santiago. 

Aunque está cerrada, en su interior se aprecia la figura del apóstol presidiendo el sencillo retablo. 

En la puerta principal hay un par de escalones de piedra. Aprovechamos este improvisado asiento para reponer fuerzas mientras contemplamos —enfrente— Montejurra. 

En la finca de al lado hay cuatro burros. Al oír nuestras voces se acercan curiosos hasta donde nos encontramos. Nos saludan moviendo las orejas. 

Detrás de la ermita hay una pequeña era que suponemos servirá de aparcamiento cuando los del pueblo vayan de romería. 

Bajamos. 

Ya no hay senderos. El camino es ancho y adaptado para vehículos. 

Caminamos en dirección al pueblo; lo vemos cercano. 

10:25 horas. Dos casetas redondas. 

Salimos del camino y, atravesando un barbecho, llegamos a la primera. 

Sergio dice que en esta zona se llaman guardaviñas. 

Unos metros más adelante, en la siguiente pieza, se encuentra la otra caseta. 

El nombre es interesante, aunque —la verdad sea dicha— no vemos ninguna viña en todo lo que abarca la vista. Sin duda, habrían proliferado en algún tiempo, pero la inexorable transformación en tierra de cereal acabó con ellas. 

Con el buen sabor de boca que nos dejan estas dos casetas enfilamos el camino que, después de subir una pequeña cuesta, nos introduce en la población. 

Junto a una tapia, un poste nuevo indica que estamos en el Camino de la Vera Cruz. Nos detenemos y enseguida surgen los proyectos: ¿qué tal si, cuando terminemos la Cañada de Tauste a Andía, hacemos todas las etapas navarras de este camino?

Aprobamos la idea por unanimidad. 

Descendemos hacia el merendero donde hemos aparcado el coche.

El grifo de la fuente que preside las mesas suelta un chorro de agua fresco y apetitoso. Bebemos y nos refrescamos. 

11:00 horas. Emprendemos el regreso a casa. 

Una bonita e interesante ruta, como todas las de Sergismundo. La hemos disfrutado de verdad. 

En este enlace se puede ver la ruta de Sergismuno que es la hemos seguido nosotros hoy. 








martes, 18 de julio de 2023

Ruta 21. Arga - Nekeas - Cañada Real


Domingo, 16 de julio de 2023

Hoy retomamos nuestro plan de ir haciendo, poco a poco, las rutas de la página web de Zona Media a Pie. 

Nos vamos a Puente la Reina. 

La propuesta es atractiva. Caminaremos por la orilla del Arga y continuaremos por una zona dura y áspera: Las Nekeas. 

Son las 08:30 horas. Aparcamos junto al paseo de la ciudad y nos incorporamos a la ruta. 

El día está agradable para andar. El termómetro marca 22º. Sopla un ligero y refrescante viento y el cielo está despejado. 

Por San Generoso, el calor viene bochornoso. 

Cruzamos la carretera que viene de Pamplona. 

El río Robo, discreto y humilde, hace su pequeña —pero constante— aportación al Arga. 

Volvemos la vista atrás y contemplamos los dos puentes. El moderno parece apoyarse en el medieval, ofreciendo un contraste de épocas. 

En la orilla del camino hay una fuente con dos caños y algo de basura. 

Una caminante que viene con su perro nos dice que es la Fuente de San Martín. 

En una bifurcación, el poste nos confirma nuestra dirección. 

Unos pocos metros más adelante, por camino arbolado y sombrío, llegamos a nuestra primera parada. 

08:45 horas. Presa del Molino. 

Nos asomamos a verla. 

El río baja caudaloso y el rumor del agua pone una nota refrescante a la mañana. 

En la orilla, el viejo Molino está sucio y abandonado, con alguna pintada. Una lástima porque el edificio luciría hermoso con una buena rehabilitación. 

Caminamos un buen trecho por la orilla del río. El paseo es agradable y llano. Se empieza a agradecer la sombra que ofrecen los arboles. 

En el inicio del meandro, nos alejamos del río. Llegamos a un cruce y seguimos a la dcha.

 

Un cartel nos informa de lo que nos encontraremos más adelante. 

Una senda estrecha nos introduce en un terreno agreste y boscoso. 

Continuamos un trecho y llegamos a la orilla. 

09:40 horas. Rincón de Aizpea. 

El lugar es único. El río se remansa en la pared rocosa. Nos quedamos maravillados. Aprovechamos el lugar para echar un bocado mientras descansamos sentados en unos gruesos troncos tumbados por la fuerza de un Arga que se pone bravo. 

El cartel nos había informado de que en este rincón habitan la gineta, el martín pescador y el picapinos. No nos sorprende. 

Volvemos sobre nuestros pasos y salimos al camino principal. 

Entre huertos y el río, la ruta va dando la vuelta a este itinerario circular. Pero antes tenemos otra parada obligatoria. 

10:35 horas. Árbol gordo. 

Un cartel nos cuenta la historia de este chopo singular y querido en Puente. 

Un pequeño palé hace de pasarela para salvar la acequia. 

La senda nos conduce hasta la orilla del río. 

El tronco del chopo aparece ante nuestro ojos. Impresiona saber que es solamente uno de los tres troncos que se ha conservado. 

La senda sigue por la orilla del Arga hasta que gira a la izda. y abandona el río definitivamente. 

En una pieza de maíz, los aspersores están muy activos. 

El camino es un barrizal y, cada pocos metros, recibimos alguna breve ducha. 

Bajamos una pequeña cuesta y, por debajo de un puente, salimos al otro lado de la carretera. 

El paisaje cambia por completo. 

El regadío y el arbolado desaparecen. Caminamos por tierras de cereal sin una sombra. El calor empieza a hacerse notar. 

En el barranco de Nekeas, el poste nos indica la dirección. 

Comenzamos a subir y dejamos a nuestra izda. el Corral de las Vacas, que está completamente en ruinas. 

Una senda a nuestra dcha. nos introduce por una parte diferente y curiosa del entorno. El barranco Salado, que desemboca en el de Nekeas, deja un reguero de carrizo y aneas entre los cerros. 

Llegamos al cruce de caminos. Desde ahí divisamos la Ermita de Nuestra Señora de Arnótegui. 

11:55 horas. Portillo de Nekeas. Estamos en un punto muy interesante del recorrido. Aquí conectamos con la Cañada Real de Milagro a Aezkoa. 

Un mojón de piedra con una sencilla cruz tallada pone el contrapunto antiguo a la profusión de postes y carteles. 

Descendemos hacia la población. 

En un recodo aparecen las primeras casas de Puente la Reina. 

En la piscina municipal la gente se alivia del calor. 

Pasamos de nuevo por encima del río Robo. 

Y cruzando la carretera, por la Calle Mayor, seguimos las marcas del Camino de Santiago, hasta la parada obligada en la parroquia de Santiago.

Una bonita excursión. Variada, con dos partes diferentes igual de atractivas. 


En este enlace se puede ver el recorrido de hoy. 









lunes, 10 de julio de 2023

La Atalaya de Falces



Domingo, 9 de julio de 2023

Para nosotros hoy comienza julio. El primer domingo del mes tuvimos otras obligaciones y hoy nos disponemos a hacer una ruta corta porque el calor no invita a alargar hasta el mediodía el paseo.
Sergismundo hizo en marzo un interesante recorrido en Falces que se ajusta e a nuestros planes de hoy. Su ruta, en Wikiloc, se llama La Atalaya de Falces. Yo he tomado ese título para el post de hoy. 
Son las 09:00 horas. Con el encierro visto por la tele, aparcamos el coche en la orilla de la carretera, donde comienza el recorrido circular de Sergio. 
El cielo está azul. La temperatura es de 21º. 

Julio caliente, acobarda al más valiente.

Sopla un ligero viento del N. que hace la mañana más agradable.
Tomamos el camino de la izda. y nos adentramos entre campos de cereal hacia el S. Algunos ya están cosechados. Otros, en cambio, muestran unos trigos cabizbajos y pardos a la espera de que entren las máquinas.
Comienzan a dejarse ver los mojones de cañada. 


Sergismundo ya nos ha avisado de que caminaremos algunos tramos de la Pasada 21, que enlaza Falces con la Cañada Real de Tauste a Andia, que está al otro lado de los cerros, en el fondo de El Saso tafallés. 
Nos detenemos un momento para contemplar las cotas a las que vamos a subir


La Atalaya y el Portillo. 


Pasamos junto a las ruinas de la Abejera del Junco y enseguida tomamos un desvío hacia la dcha.

 
Cruzamos un barranco con abundante agua. Lo comprobamos: 50 cm de profundidad. 

Nos adentramos en la ladera del monte. 


El caminar es bueno. Las ontinas exhalan un perfume penetrante. Siguiendo la profusión de mojones, llegamos a la cima. 

10:20 horas. La Atalaya (373 m). 
Escuchemos de lo que dice Sergismundo de este cerro: 

En la cima de la Atalaya, según el Catálogo de Yacimientos Arqueológicos "De Aldeas a Ciudades", de Javier Armendáriz Martija, existía un pequeño castro prerromano que estuvo en uso desde la Edad del Bronce hasta la época medieval.
Aún se puede apreciar un derrumbe de muralla y la disposición de un foso y camino de entrada. También se encontraron restos de esas épocas.
En el interior del recinto amurallado se aprecian los restos de una torre circular, de época islámica o medieval.

Aprovechamos el lugar para echar un bocado. 
Las vistas desde aquí arriba son interesantes. En el E. aparecen Montejurra y Andía. Al S., el Moncayo se adivina entre la bruma. 


Al N., empequeñecido por los molinos, Moncayuelo.
Y mirando hacia el O. asoma, en una especie de portillo, el despoblado de Rada. 
Por el lado más suave de la ladera, descendemos para subir al otro cerro. 
El Portillo (367 m). Las vistas, igual que desde La Atalaya, son magníficas. Falces se cobija en los paredones. En lo alto, los molinos del parque eólico de Vedadillo permanecen inmóviles a pesar de la suave brisa que nos refresca. 
Descendemos hasta una pieza sin cosechar y salimos a un camino desdibujado que nos lleva hasta unas ruinas. 
10:35 horas. Corral del Guardia. 


La ruina es total. Sus dimensiones y los restos que todavía permanecen en pie dan idea de que tuvo que ser un corral importante. 
Por la orilla de otra pieza salimos a una pista y regresamos. 
Los campos aquí verdean con la abundancia de viñas, girasoles y maiz. 
En algunos campos cercanos, los aspersores riegan sin cesar las tierras sedientas en este día tan caluroso. 


En la orilla del camino hay plantadas diferentes especies de árboles: acacias, cipreses, manzanos... 

11:00 horas. Final del recorrido. Hemos cumplido nuestros objetivos. Dar una vuelta por una zona desconocida para nosotros y volver a casa antes de que apriete el calor.