lunes, 9 de marzo de 2015

La madre de la fuente Resano




Domingo, 8 de Marzo de 2015


A finales de Septiembre del año pasado, en coche, dimos una vuelta por el campo con Gabriel Armendáriz "Margain". Nos contó historias y nos enseñó algunos lugares que desconocíamos. Hoy vamos a aprovechar que el día viene bueno para visitar un par de ellos. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 9º y la farmacia 8º. El cielo está despejado y no anda aire. La mañana es ideal para caminar. 

El sol de marzo temprano, es para el campo muy sano. 

Salimos por los "enredos" y comenzamos nuestro paseo por el camino de Falces. 


En un ribazo, un hermoso almendro en flor nos da los buenos días. 
El piso está bueno para andar. La semana ha saneado el campo y hoy, esperemos, no entraremos en barrizales como el pasado domingo. 
En la bifurcación anterior a la finca de Txirolas tomamos el camino de la derecha y comenzamos a ascender por la Cuesta de la Celada. 


A medio camino entramos a ver el hermoso pino que está en la finca de otra "Margaina".
Continuamos entre campos de cereal hasta llegar a un zarzal de gran tamaño.


08,45 horas. Madre de la fuente de Resano. Se encuentra a la izda. del camino. 


Al otro lado de la carretera de Miranda, La Laguna está llena de vida. Una multitud de aves busca el alimento moviéndose con rapidez por la superficie. 


Detrás de las zarzas hay un pedruguero y una hondonada seca.

En lo alto de la cuesta de La Celada, a mano izquierda, hoy cubierta por un bardal de zarzas, está “la madre” de la fuente Resano. En ella cayó y se murió un día mi abuela paterna, que vivía en el Caserío Cortés e iba a por agua a dicho lugar, sobre todo cuando había “seca” y el agua no llegaba a la fuente de abajo. La encontró mi padre, hijo de la fallecida. (Nuestras conversaciones con Gabriel Armendáriz "Margain")


El camino desciende hasta encontrarse con la Cuesta de la Calera y discurre paralelo a la carretera por un buen tramo. 


El caserío de la Laguna está en un pequeño montículo y, como nosotros, disfruta del increíble paisaje que se ve desde aquí. La cumbre de San Donato todavía tiene nieve. Enfrente, Lóquiz y Montejurra, y a la izda. Yoar y la sierra de Cantabria. 
Casi sin darnos cuenta, la pista se ha ido adentrando en Don Galindo. Entre campos de habas y avenas, el paseo es agradable. Empieza a estorbar la ropa. 


09,15 horas. Debajo de la caseta de Morán, junto al camino, hay una pequeña balsa con un pozo en su orilla. Este invierno lluvioso se ha llenado. 
Unos metros más adelante, donde el Plano termina, llegamos a la Balsa de Menéndez. 


09,45 horas. Está debajo de la caseta del Plano, en la falda del Alto de Predicadero. 

Mi hermano Perico y yo, como hemos cantado desde siempre en la Coral, teníamos mucha relación con D. José Menéndez. Este hombre era cazador y le gustaba también ir a la paloma. Debía de estar harto de que, tanto a Cabriteras como a Patuca, fuera mucha gente y nos encargó que le hiciéramos una balsa en este lugar y así podía venir él a cazar con toda tranquilidad. Se la hicimos y aún se conserva. (Nuestras conversaciones con Gabriel Armendáriz "Margain")

Dando vista al Caserío de Gregorio Grande, aprovechamos el lugar para echar un bocado. 
Continuamos por el mismo camino y entramos en el extremo NE del Saso. A nuestra dcha. el Corral del Zorrico señala la cercanía de Gregorio el Grande. 
Torcemos a la izda. y abandonamos la pista para cruzar un par de piezas en rastrojo de maíz. 


La trasera del Caserío de la Chiquitina nos marca la dirección a seguir pero, para llegar hasta allí, tenemos que salvar el barranco que baja del Predicadero.
Llega algo de agua y se ha formado barro; las matas de esparto son tan tupidas que nos permiten cruzarlo sin ningún problema. 


10,50 horas. Caserío de la Chiquitina.  La soledad del paraje se ve interrumpida, de vez en cuando, por algún vehículo todo terreno con un número en su carrocería. Da la impresión de que se trata de alguna competición. 


Desde el pequeño cogote que está junto al edificio, la vista del caserío es curiosa. 


La ruina y el abandono son patentes. 
Salimos al camino que sube entre el Predicadero y Las Zorreras. 


En el Plano el camino es llano. No vemos a nadie.
Cuando nos vamos acercando al Raso, divisamos una gran cantidad de coches aparcados. 
Nos acercamos curiosos. 


11,40 horas. En una de las últimas parcelas, un numeroso grupo de chavales, padres y madres, azadón en ristre, se afanan en preparar la tierra. 
Es el Día del Árbol y van a plantar doscientas encinas. Saludamos a los conocidos (Sergismundo, Txirolas,...) y, por la estrecha senda, salimos a la Cuesta del Melón. 
En veinte minutos llegamos otra vez a los "enredos". 
El sábado que viene es la Javierada. Ojalá tengamos un día como el de hoy, aunque en Marzo nunca se sabe. 




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