lunes, 16 de enero de 2012

Fumarolas en el barranco de Valdetina



Domingo, 15 de Enero de 2012
 No habíamos estado en el Buskil desde la primera etapa de la vuelta a las mugas y para colmo, Inma y Rosa no conocen la Cruz de Garinoain, así que  para hoy tenemos un paseo casi obligatorio. 
Son las 08,00 horas. Hace frío. Magán marca -1º y la farmacia -2º. El cielo está limpio. Para la tarde anuncian nubosidad, pero no aseguran el agua. 
Por las calles del casco antiguo tafallés nos acercamos hasta la presa de Recarte.







El río está seco. El cauce, artificial y descarnado, nos transporta a lo más crudo del estiaje y... estamos en enero. 
Seguimos el camino y tomamos el que asciende a nuestra izda. hacia Valdetina. Los molinos de la Solanoa, como los de la Carravieja y Guerinda, están inmóviles. Antes de llegar al cruce del camino que sube a la Gariposa, junto al barranco, vemos humo. Pensamos que algún agricultor estará quemando restos de poda. 





Cuando llegamos vemos con asombro que han extendido una vieja pajera y que tiene combustión sin fuego. Es un espectáculo ver consumirse lentamente la paja sin llamas ni brasas.
"En Tafalla un niño de nueve años prendió fuego en la tarde del 3 del actual a un montón de paja que había en una era y se propagó a un fascal de fajos de trigo de don Antonio Liberal, y a pesar del auxilio prestado por varios vecinos, fueron pasto de las llamas la mayor parte de ellos, calculándose las pérdidas ocasionadas en unos diecisiete robos del citado cereal. El hecho, aunque fue intencional, se cree no se hizo con ánimo de causar tanto daño. El juzgado entiende en el asunto". (6 de Agosto de 1898. Heraldo de Navarra. Nº 308. Año II) 
Continuamos hasta llegar a la fuente. 





Son las 09,15 horas. Los dos caños echan agua, pero es tan poca, que en cualquier momento pueden dejar de manar. 
En las mesas, que están protegidas por los plátanos, no hay rosada, pero el cemento ofrece una imagen tan inhóspita que no dan ganas de sentarse. Decidimos almorzar en Buskil. 
Por el camino que asciende en dirección O. vamos subiendo poco a poco. Una pieza inmensa, sembrada de cebada, supone el final de la senda. Orillando un par de piezas nos plantamos delante del ribazo por el que solemos subir otras veces. Hoy decidimos echarnos a la izda. y caminar por campo abierto. 
La subida es laboriosa. El terreno, en cuesta, engaña y el último tramo se hace penoso. Llegamos a las tablillas de las mugas y recordamos el día que pasamos por aquí cuando comenzamos nuestra pequeña aventura para rodear todo Tafalla.





Son las 09,50 horas. Estamos en el Buskil. Mi gps marca 638 mts. No hay nadie. Con una chapata y unas latas de sardinas nos preparamos unos bocadillos que no nos levantan la boina... porque no llevamos. 
Juanjo sigue con su vena poética (vamos a tener que pararle los pies) y nos regala otra de sus "composiciones".
Ya estamos en el Buskil, 
ahora vamos a almorzar. 
Ha costado algo subir. 
Menos costará bajar. 
Hacia el S. y el O. hay brumas. Al sol se empieza a estar bien. En los sombríos, la rosada se resiste a fundirse. 
Tomamos la senda en dirección N. que nos saca a una pieza y después a otras dos que están plantadas de hierbas aromáticas. Salimos al camino que va por debajo de la caseta de vigilancia de incendios y tomamos el camino de la dcha. 





Atravesamos un par de piezas y llegamos a un montículo. Son las 10,35 horas. En su interior, entre encinas y robles, se encuentra la Cruz de Garinoain. Estamos a 650 mts. de altitud. El paraje tiene un encanto especial. La cruz, que no es más que dos perfiles de hierro, en el interior de este pequeño bosque, tiene un aire de misterio; hace que este sitio, del que no sabíamos nada hasta hace bien poco,  lo visitemos siempre que venimos a Buskil.





Por el mismo camino que nos ha traído hasta aquí, salimos al principal, junto a la pequeña caseta redonda. Nos dirigimos en dirección S. El camino es ancho. Llegamos a la repoblación de pinos. En la finca de Pedro Tapia no hay nadie. Estará por ahí, pegando tiros. Seguimos bajando.









11,05 horas. Balsa de Lucas. Seca y cuarteada tiene un pequeño charco. En las lluvias que cayeron en noviembre y diciembre algo debió de embalsar, pero está todo tan seco que se lo ha chupado la tierra. 
Alrededor de la balsa, las zarzas han creado una maraña impenetrable. El Templao siempre contaba que él, de muete, tenía que venir a mojar a la fuente los vencejos, cuando tocaba agavillar. Sería interesante hacer una limpieza, respetuosa, de estos zarzales y encontrar aquella fuente con su aska. 
"En una finca cultivada, al S. de la cabaña, aflora cerámica del Hierro y romana (abril de 1987), que estudia Beatriz Agramonte. Fuente y balsa de Lucas al borde O. del camino. Vestigios de construcción de planta rectangular al NE, al borde del bosque, en pieza de Antonio Olcoz Sagardoy". (J.M. Jimeno Jurío)(Toponimia Histórico-Etnográfica de Tafalla).
A las 11,25 horas llegamos al caserío del Monte o de Camón. Tomamos el camino de la izda., antes de salir a la carretera. Vamos por el camino de abajo y así evitamos subir al corral Nuevo. A las 11,40 horas llegamos al Corral de los Toros.  
Seguimos el mismo itinerario que el 26 de Diciembre. Por buen camino llegamos al canal. Tiene poca agua, pero no está seco como en el Portillo del Aire. 





La temperatura ha subido algo, pero el cauce está completamente helado. Seguimos ese camino hasta que salimos a la crta. de Artajona. 
Caminando con cuidado por la orilla entramos en Tafalla. Son las 12,30 horas
El domingo que viene, si el tiempo lo permite, queremos dejar un coche dos curvas más arriba de donde almuerza la Romería cuando va a Ujué. Junto al último molino, hacia el E. sale un camino que lleva hasta Gallipienzo. Ya encontraremos a alguien que vaya a buscarnos. 


Este es el enlace para ver el recorrido. 

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