martes, 13 de octubre de 2020

A Ajúriz por Sorgiñarán





Domingo, 11 de octubre de 2020

A Juanjo llevaba tiempo rondándole la idea de encontrar el despoblado de Ajúriz. Había trabajado con documentos y planos.
Hoy hemos decidido salir a buscarlo. 
Tracé un itinerario en Wikiloc y, con la seguridad que da tener un recorrido básico, decidimos adentrarnos en los bosques de Sorgiñarán y Ajúriz.
Son las 08:00 horas. Aparcamos el coche al final del pantano de Mairaga y nos adentramos en el monte.

Que no falte en octubre un plato de legumbre. 

La mañana está fría. El termómetro marca 5º. Nubadas veloces bajan desde de la Sierra de Alaiz y cubren con rapidez los molinos cercanos a Arriurdin. 

Un camino viejo, pero en buen estado, nos lleva pendiente arriba.
El paisaje ya ha cambiado. 



Los chopos son los precursores del otoño y sus ramas ambarinas saludan a la nueva estación. 
Una ligera llovizna nos obliga a cubrirnos, mientras el fondo del valle se tiñe de un color lechoso.
Orillamos un par de piezas alargadas. Están labradas y, aunque no hay barro, el andar es más penoso que por el camino. 
09:10 horas. Cruz de José Jiménez. 




En la orilla izda. del camino, protegida por la ladera, encontramos la primera sorpresa de la mañana. 
Está muy bien conservada. Nos detenemos a leerla.
 
"Aquí faheció José Jiménez el año 1874".

No deja de sorprendernos la palabra "faheció". 
En nuestras excursiones hemos encontrado bastantes cruces de este tipo, pero en ninguna habíamos visto tal expresión. 


Continuamos orillando tres piezas más y, por camino marcado, decidimos cambiar de valle y no subir a los molinos. 
El tramo es corto pero duro.



Un roble de tamaño considerable ve nuestro esfuerzo y, con sus ramas extendidas, parece darnos ánimos. 





Al final de la cuesta, aparece la entrada al valle de Ajúriz. 

10:00 horas. Caseta de lajas. 


Encontramos a nuestro paso una construcción pequeña pero muy elaborada.
El cabezal de madera está a punto de romperse y provocar un hundimiento. 




Una pena, porque es un refugio ideal si te pilla una borrasca. 
Un poco más adelante, caminando por monte bajo, Juanjo se agacha y me muestra su hallazgo. 



Una Amanita Phalloides. La primera seta que vemos y es mortal. No está nada mal. 
Entramos en otro tramo de bosque. 
Aunque se está extrayendo madera de pino en la zona, los caminos, debido a la ausencia de barro, todavía resultan transitables. 
Las primeras galampernas surgen entre los tocones de los árboles derribados. 



Juanjo, gran conocedor de setas, me dice que éstas son las primeras que salen en estos bosques. Después vendrán las illarracas y, más tarde, los níscalos. 
Saca una bolsa de su mochila, las corta y... para casa. 
Por la ladera, sin senda definida, vamos bajando hasta el valle. 

COMO SI FUERA OTOÑO

Y la luz se inicia en su regreso, bronce y otoño. 
Fragor del silencio en la sombra, que sabe de la lluvia
y de senderos fugaces. 
Murmuran nuestros pasos a merced de la aventura 
y en medio del olvido, fluye tu plegaria. 
Como si fuera otoño me buscas y me encuentras. 
Y esos labios tuyos que inundan el otoño con mi nombre
(Isabel Blanco Ollero)



Entramos en una zona de robles magníficos. 



Junto a otro enorme roble, resguardándonos de la fina lluvia que ha empezado a caer, aprovechamos para reponer fuerzas. 
Empezamos a descender por la estrecha senda que discurre junto al barranco de Ajúriz. 
La mañana sigue fría. Los rayos del sol, cuando aparecen entre las nubadas, templan el ambiente y dan un colorido especial a esta inmensidad en la que nos hemos adentrado. 
11:15 horas. Balsa. 
Nos detenemos a contemplarla. 



No es de gran tamaño pero, en medio del arbolado, convierte el lugar en algo mágico. 





La rodeamos para apreciarla desde la otra orilla, en la que se encuentra lo que se conoce como "la presa". En realidad, es un pequeño aliviadero para que desagüe la balsa en el barranco cuando las aguas suban al límite. 
Ahora el camino es ancho y con buen piso. 
Al llegar a una bifurcación, tomamos el de la izda. 
Todavía nos queda encontrar lo que habíamos planeado para hoy. 
Entramos en una zona donde los grandes robles proliferan.



Ves uno y te parece magnífico. 





Pero es que el siguiente supera al anterior.
Y así hasta que llegamos a nuestra siguiente parada. 
11:45 horas. Borda de Ajúriz. 




Escondidos entre la maleza, se distinguen los restos del antiguo edificio.



La construcción era importante. Eso dicen las ruinas en las que nos metemos extremando las precauciones.




Junto a la borda hay otro corral algo más pequeño, pero que todavía conserva parte de su tejado de lajas.
Continuamos por el camino que sigue de frente y buscamos la fuente que figura en los antiguos mapas catastrales. 
Damos alguna vuelta por el bosque. 





Encontramos más robles, cada uno es un espectáculo, pero de la fuente ni rastro. 



Cuando llegamos a un hermoso acebo hembra, decidimos dar la vuelta. 
En las inmediaciones de la borda también aparecen las galampernas. 
Tan frescas y lozanas que es una tentación irresistible recogerlas. Así que Juanjo, navaja en ristre, corta todas las que nos van saliendo al paso. Mañana, cuando las preparemos y las degustemos, recordaremos el increíble lugar por el que hemos caminado hoy por primera vez. 
Desandamos el camino que hemos tomado hasta el cruce. 



En el fondo del valle cuatro caballos están paciendo tranquilamente.
Al vernos pasar, levantan altivos sus cabezas y nos miran curiosos. 
Otra vez toca subir. Tomamos un camino a la dcha. y ganamos la altura que divide los valles de Ajúriz y Sorgiñarán. 
Las máquinas para extraer la madera han hecho que todo se ensanche. 




Una palomera, medio desvencijada, ha sobrevivido al implacable empuje de las talas. 
Comenzamos a descender. Cruzamos dos cercas y salimos a donde habíamos dejado el coche. 
Son las 13:30 horas. La excursión ha sido larga. 
Volveremos pronto por aquí. Tenemos que encontrar el despoblado de Ajúriz. 
Y hay que hacer otra búsqueda y llegar a la fuente. Si es que todavía existe. 



Harina de otro Costapor Juanjo Costa

Algunas reflexiones sobre unos valles perdidos,  un señorío y una ermita: los alredores del pantano de Mairaga (domingo 11 de octubre de 2020)


1.BARIAIN

         Como ya habéis podido leer, hemos aparcado junto al pantano de Mairaga, en la Baldorba, junto al señorío de Bariain (al que no se puede acceder pues un oportuno letrero indica que es “propiedad particular”), ello no impide el poder disfrutar de los lugares de su entorno, caminando por las zonas que no pertenecen al mismo.

 

         En primer lugar, apuntaremos el origen del nombre. Consultando Google, leo el apunte que hace Mikel Belasko sobre este nombre: “Probablemente lugar de una persona llamada ‘Bari’. De Bari+-ain, siendo el primer elemento un nombre de persona no identificado y el segundo un sufijo que indica propiedad.

Julio Caro Baroja opina que puede ser una variante de ‘Beriain’ y propone el nombre de persona ‘Vareius’. A. Dauzat y Ch. Rostaing citan los nombres latinos ‘Barius’, ‘Varius’, ‘Valius’ y ‘Parius’, con los que se podría relacionar el nombre de la localidad.

En la documentación antigua ‘Bariayn’,’Variayn’(1268,1366,1591), ‘Barieyn’(1264).”

 

En lo que respecta a los datos históricos, el ‘Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar: Navarra’ de Pascual Madoz (Madrid 1845-1850)’, explica: ”Lugar del valle de Orba, audiencia territorial y capitanía general de Navarra, merindad de Olite (4 leguas), partido judicial de Tafalla, diócesis de Pamplona (5 leguas), arciprestazgo de Valdorba. Situado en terreno costeroso (según el DRAE con muchas cuestas), circuido de montes, con libre ventilación y clima saludable. Para su gobierno municipal hay un solo alcalde. Tiene 3 casas y una parroquia dedicada a Santa Bárbara, servida por un abad, sobre cuyo nombramiento hubo litigio en 1801, entre el vecindario y el conde de Ayanz, señor del pueblo. Confina al N. con la sierra de Alaiz; E. sierra de Iracheta; S. Solchaga y Artariain y O. Echagüe.

El terreno es muy escabroso y crían sus montes robles y encinas a propósito para edificios, con muchos y exquisitos pastos para el ganado. Produce trigo, cebada, avena y legumbres; sostiene ganado vacuno, de cerda, lanar y cabrío y hay en los cerros varias especies de caza y animales dañinos, como son los lobos, zorras y algunos jabalíes. Su población es de 4 vecinos (26 almas). La contribución es con el valle.”

 

La tercera referencia sobre la historia de este lugar la tomamos del libro “Historia Valdorbesa, Pamplona 1970” del presbítero D. Francisco de Olcoz y Ojer. Pamplona 1970”, que completa lo anterior: ”…Su situación topográfica es la más septentrional en la sierra de Alaiz. Tiene luz eléctrica. No tiene escuela de primera enseñanza; sus niños acuden a la escuela de Olóriz… La guía diocesana del año 1953 le da 40 habitantes… Dista de Pamplona 25 km… D. Teobaldo II, Rey de Navarra, concedió a este lugar de Bariain exención de penas por homicidios involuntarios… El retablo del altar mayor de la iglesia es un hermoso lienzo en el que está pintada Santa Bárbara Mártir, de pie y con la palma del martirio. Está recogido el lienzo en un marco dorado. También existe en el altar mayor un cuadrito de la Virgen y el niño. Es de gran valor… Este lugarejo, oculto en las escabrosidades de la sierra de Alaiz, tuvo en la antigüedad su Palacio Castillo, que fue del patrimonio real hasta que fue vinculado al Mayorazgo de los Ayanz… El escudo de armas son cinco flores de Lis y las cadenas de Navarra. Reza ‘Señorío de los Condes de Ayanz’…”

 

Por último, en lo que respecta a la historia de este lugar, un apunte que trae el ‘Tomo II de la Gran Enciclopedia de Navarra, CAN, Pamplona 1990’: “Entrado el siglo XX, ‘la mayor parte de los vecinos -escribe Altadill- seguían siendo colonos del conde de Ayanz’… La Parroquia de Santa Bárbara es una iglesia de comienzos del siglo XIII que sigue la tipología común del románico rural navarro difundido por la Valdorba… Se conserva la primitiva pila de Bautismo, así como un Crucificado de pasta, del siglo XVI, un lienzo manierista de Santa Bárbara y una pequeña talla barroca de la Virgen del Rosario.”

 

2. SORGUIÑARÁN

Si tomamos el lugar de Bariain como referencia, podemos observar que (mirando hacia el norte) está en el centro de tres valles que, partiendo de la muralla de Alaiz (1.000 metros) confluyen en el poblado. A los pies del mismo depositan las aguas tres barrancos y, hoy en día forman el Embalse de Mairaga.

 

El valle de la izquierda, al oeste de Bariain es el que forma el Barranco de Sorguiñarán, literalmente el “Valle de las Brujas”. Primera incógnita, sabiendo como sabemos que también hubo brujería por la zona (hablamos desde Unzué hasta Tafalla, allá por los siglos XV y XVI), la pregunta es ¿por qué aquí esta referencia, a ‘trasmano’, en un lugar frío y recóndito? ¿No los había mejores? Es una pregunta retórica, pues la respuesta es que sí, que hay en la zona lugares más acogedores para los menesteres del oficio de ‘meiga’. Al final plantearemos una hipótesis sobre ‘los poderes’ de estas brujas.

 

Por otra parte, este valle es bastante más amplio que su ‘adlater’ Ajuriz (el del centro). Aquel se abre en forma de ‘U’ y con posibilidades para el cultivo de cereal. No tiene mucho arbolado, pero sí abundantes arbustos de ilagas, escaramujos (tapaculos) y espino albar (manzanicas de pastor). A él llega, antes de alcanzar los pies de la sierra, el camino de ‘Ozadia’, que enlaza Echagüe con los confines de la Baldorba, de oeste a este (hacia Leoz y la Val de Aibar) y que también pasa por el valle que forma el Barranco de Ajuriz. Es una vía de comunicación intermedia, que cumple una función importante a este respecto. Su nombre alude, ‘grosso modo’, a que es una vía ‘fría’ que discurre por lugares donde la temperatura es baja. Tanto este valle, como el de Ajúriz, están expuestos a los vientos que bajan del norte, tras atravesar la sierra y pertenecen a los llamados ‘vientos catabáticos’, vientos que, al descender por la ladera, hacen que ‘hiele, aunque no hiele’ como dicen los labradores. Este valle, además, está más expuesto a una mayor corriente, por su anchura y su posición primera.

 

3. AJÚRIZ

Es el valle central, el que termina a las puertas del poblado. Por él discurre el Barranco de Ajúriz. Tomando como referencia el ‘camino de Ozadía’ que decíamos llegaba desde Echagüe, atravesando Sorguiñarán, presenta notables diferencias con su vecino de la izquierda. En primer lugar, es un valle en forma de V por lo que no permite las piezas de cereal. En cambio, es un enclave pleno de bosque cerrado, sobre todo de robles, de norte a sur. Entre ellos alternan los bojes y, aquí y allá, los acebos. Nosotros nos hemos quedado sorprendidos de la cantidad de grandes, centenarios robles que hemos podido ver. No creo exagerar si afirmo que no he visto en toda Navarra una agrupación de tantos de estos árboles, de tan gran porte, en tan poco terreno. Es de suponer que el carácter de Señorío que ostenta este valle de Ajuriz, ha hecho del lugar un enclave cerrado y, aunque se sabe que se sacó mucha madera para la construcción, se hizo de una manera puntual, pues este terreno no era accesible al pueblo, en general.

 

Este valle también acaba en la muralla de Alaiz y comparte su territorio entre los términos de Bariain y de Echagüe. Como particularidad humanizada, se sabe que, en su cabecera hubo un poblamiento del que hoy queda el topónimo ‘Cabaña de Ajuriz’. Quedó despoblado en el siglo XIII, mucho antes del gran despoblamiento rural que ocurrió en Navarra a causa de la Peste. Como hipótesis puedo apuntar, a falta de cosa mejor, que el lugar fue abandonado al final del periodo cálido de la Edad Media (año 800 a 1300, aproximadamente), poco antes del comienzo de la llamada ‘Pequeña Edad de Hielo’ (entre 1300 y 1850).

 

Además de los grandes robles y del despoblado, este valle contiene otros lugares de interés, a saber: ‘La Presa de Ajuriz’ (pequeño embalse para uso de Bariain), la ’Borda de Ajuriz’ y la ’Fuente de Ajuriz’.    

 

Del valle que discurre por la derecha de Bariain no nos ocuparemos hoy, puesto que no hemos andado por él y lo reservamos para otro día.

 

4. SAN PEDRO DE ECHANO

Hoy en día esta ermita se encuentra enclavada a unos cientos de metros al sur de la presa del embalse de Mairaga. Su nombre completo es ‘San Pedro ad Vincula de Echano’ (‘San Pedro encadenado’, advocación que se celebra el 1 de agosto y que se refiere a la escena narrada en ‘Hechos de los Apóstoles, capítulo 12, y que relata la estancia del Santo en la cárcel y su milagrosa liberación).

 Diversos autores han dicho que “…fue la iglesia de un monasterio o parroquia de un poblado, que pudo haber sido la iglesia de una abadía o de una encomienda de los Caballeros del Templo de Jerusalén. Todo han sido conjeturas, construidas posiblemente sin más pruebas documentales que las que salieron de la imaginación de sus respectivos autores. Únicamente D. Tomás Biurrun elaboró la que, parece, es la hipótesis más acertada acerca de su origen y así lo dejó escrito en su obra ‘El Arte románico en Navarra. Pamplona Aramburu 1936’: … su fundación puede ser debida al señor de Orba y corresponde, por tanto, a la capilla del palacio del Señorío’.

Un documento, que se encuentra en el Archivo general de Navarra, de fecha (…) y seis días del mes de junio de 1550, ha sido el que. cuatro siglos más tarde, nos ha ilustrado parcialmente sobre la historia de esta iglesia… No hay ningún documento del siglo XII que se refiera al palacio. El primero y único localizado es del XVI (1534) en el que ya figura como despoblado (en el siglo XIV figura con ocho fuegos en el ‘Libro de los Roldes). (Datos obtenidos en la Wikipedia).

 

5. UNA HIPÓTESIS, CONJUNTA, SOBRE ESTOS CUATRO LUGARES

         Recapitulemos, para buscar algunas claves de este lugar tan recóndito. Podríamos decir que, a efectos del Censo, hoy el Señorío de Bariain es otro despoblado más de la zona. Así pues, nos encontramos, en muy pocos kilómetros cuadrados, con tres despoblados. De norte a sur: Ajúriz, Bariain y Echano. Curiosamente, el último en despoblarse es el primero que se habitó. Por su nombre, podemos suponer que fue un ‘Fundus’ romano, posiblemente de entre el siglo primero a tercero, después de Cristo, época en que la romanización de Hispania ya se había desarrollado en su plenitud y que, mediante una acción de ‘sinecismo’ (agrupación de pequeños poblamientos dispersos en uno centralizado), pudo ocuparse este terreno y dárselo a uno de los muchos legionarios que fueron titulares de establecimientos similares (recordemos la teoría de D. Julio Caro Baroja sobre los topónimos acabados en ‘-ain’ a los que atribuye este origen y que tan presentes se hallan por toda la zona entre Tafalla, Pamplona y las Cendeas). La razón de su situación en semejante enclave podemos suponerla en sus grandes posibilidades de carácter forestal y pecuario, teniendo en cuenta que se produce en un periodo de una cierta bonanza climática (que se aboca hacia el periodo cálido de la Edad Media). A la abundancia de manantiales, amén de su fácil defensa dentro del valle de carácter montañoso más meridional de Navarra.

 

         Ayudan al sostenimiento de esta hipótesis la existencia posterior del poblamiento, al norte de Bariain, de Ajúriz (en los documentos más antiguos citado como ‘Assuriz’) y que se sabe fue abandonado antes de 1366, pues no aparece en el ‘Libro de Fuegos’ de ese año. Recordemos que hacia el año 1300 se produce el comienzo de la ya citada ‘Pequeña Edad de Hielo’, que supuso un cambio climático muy brusco en Europa y que supuso la escasez de cultivos y la primera extinción de muchos pequeños núcleos de población, antes de la segunda que fue originada por la gran peste negra que asoló el continente entre 1347 y 1353.  Aun así, se sabe que sus collazos (que vivirían en algún otro lugar cercano de la Baldorba) pagaban en 1402 pechas y diezmos a García Almoravit, según dice D. Florencio Idoate, afirmándose que “… en dicho lugar no hay laurador abitant”.  En las cuentas del recibidor de 1433, se dice que “… el tributo de 6 cahices fue dado a Martín de Unzue, maestrehostal del Alfériz Real, a cambio de unos palacios en Beriain.”

 

         El despoblado de Echano sería el segundo. D. Andrés Ortega Alonso estudió exhaustivamente el lugar y el año 2018 publicó (y no es el primero) un libro titulado ‘San Pedro de Etxano. El misterio del Templo’. En él apunta: “Como ya se ha dicho, no se ha encontrado ningún documento del siglo XII que se refiera al palacio. El primero localizado es del siglo XVI. Aquellos de fechas anteriores en los que se documenta el topónimo de Echano parecen referirse al poblado ubicado al norte, hoy desaparecido… En el censo de 1300 a 1366 ya figura como despoblado”. Data la ermita  entre 1150 y 1160. Del tercer lugar, Bariain, ya se ha hablado suficiente en el punto 1.

 

         Para finalizar,  voy a relacionar los tres lugares (que recordemos se sitúan en línea, de norte a sur: Ajúriz-Bariain-Echano, por este orden), con algo que tiene que ver con el clima de la zona y que podría explicar  el porqué del nombre ‘Sorguiñarán’, el hecho de que la advocación de la parroquia de Bariain sea Santa Bárbara y que, algo más abajo, el titular de una ermita con un carácter tan esotérico y poblada de una ‘decoración’ tan rica y atípica sea San Pedro.

 

         Recordemos que estos lugares son inmediatos a la muralla que supone la sierra de Alaiz por donde se cuelan el recio cierzo y los húmedos vientos del oeste. Estamos en la avanzadilla de la Baldorba, en el balcón desde donde se divisa gran parte del complejo valle que se va abriendo hacia el sur. Cuando vengan las tormentas, las neviscas y las boiras el primero en recibirlas será este enclave.

 

Yo mismo he sido testigo del paso de los buitres cuando se dirigen al sur, justamente por la cabecera del valle de Ajúriz, en el centro de los tres valles, viendo en línea recta, allá abajo, el Señorío de Echano y el pantano de Mairaga. Volaban aprovechando las corrientes y salvando la cota de los 1.000 metros que tiene de altura la sierra por esta zona. Pasaron serenos y magníficos, y no exagero, a dos metros de mi cabeza, cuando me encontraba oteando el sur para preparar esta caminata, en septiembre, a eso de media mañana. Si los animales, que raramente se equivocan, buscan estos a modo de ‘Portillos del aire’ para franquear los obstáculos, qué os voy a decir de los diferentes meteoros violentos que proliferan a lo largo de las cuatro estaciones, por estos lares. 

 

Y bien, ¿sabéis cuál es uno de los muchos oficios que tienen asignados, entre otros las brujas, las sorguiñas? Pues sí, habéis acertado: plagas, sequías y pedrisco. En Sobrarbe, Aragón, cuando las tormentas hacen ruido amenazador, producido, según una explicación popular, por el golpear las bolas de granizo entre sí, dicen que ’brullen’, término que parece tener la misma raíz que bruja (Covarrubias en 1611 ya los relacionaba). En el Somontano y Los Monegros a determinados remolinos de aire se los llama ’brujas’. En catalán al granizo lo llaman ’bruixot’. Además el aire de las tormentas ocasiona enfermedades (según la expresión popular ‘a fulano de tal le ha dado un mal aire’). (Gran Enciclopedia Aragonesa on line). Ahí una posible explicación para el nombre de ’Sorguiñarán’.

 

‘Item más’ ¿Quién es la protectora, entre otras cualidades, contra los rayos? Pues sí: Santa Bárbara. Cuenta su historia que su propio padre, Dióscoro, la decapitó al enterarse de que se había hecho cristiana. El suceso ocurrió en la cima de una montaña y se dice que cuando lo hizo un rayo lo alcanzó y lo mató. Por eso Nos acordamos de ella cuando truena. Y, volviendo a lo nuestro, es la titular de la parroquia de Bariain, cuyas fiestas se celebraban el 4 de diciembre, día de la Santa.

 

Llegados aquí, no os preocupéis ya termino, alguien se preguntará: ¿Pero y San Pedro? ¿Dónde vas a meter a San Pedro en este tema? Pues vamos a recordar que este Santo tan prolífico tiene las llaves del Cielo y con ellas abre casi todo, también las lluvias (‘Si llueve por San Pedro lloverá un mes de arreo’ o ‘San Pedro lluvioso, julio provechoso’). O sea, que los lugareños de por aquí (y los de la Baldorba en general) se preocuparon de tener en la mano todos los triunfos, por si acaso. Y es que nuestros antepasados eran más listos de lo que muchas veces pensamos (‘más listos que el aire’). Acordaos: ‘Discurre más un necesitau que un abogau’, y es que la ‘Bearra’ (la necesidad) aprieta mucho. Otro día más. Buen camino. Vale.                                                                               







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