martes, 4 de febrero de 2025

En las fuentes de Las Losillas

Domingo, 2 de febrero de 2025

Hoy tengo otra vez permiso para andar unos 8 km. 

Vamos a subir a La Aquitana y veremos la balsa de Las Losillas y sus fuentes. 

El trabajo que ha hecho el Voluntariado de la Asociación de Jubilados es espectacular. 

Merece la pena visitarlo, disfrutarlo y respetarlo. 

Son las 09:00 horas. Como el paseo va a ser corto, salimos un poco tarde. 

La mañana esta fría. El móvil anuncia 1º y, sorprendentemente, la sensación térmica es de 2º. Según el móvil, por la ausencia de viento. 

   Si febrero viene de aguas, habrá pastos y habrá parvas.

El cielo está limpio, azul y gélido.

La ruta que vamos a seguir es de Sergismundo. 

El Ayuntamiento de Tafalla nos encargó un itinerario por esta zona y Sergio se puso manos a la obra de inmediato. La ruta, como todas las suyas, está bien trazada y documentada. Sólo nos falta dar una vuelta por el terreno con el responsable de turno, recibir su Vº Bº y encargar los postes y carteles, para que Tafalla cuente con un nuevo recorrido senderista. 

Tomamos en el Polígono del Abaco el camino que sube al Vaquero. 

La Pedrera, con su enorme depósito de aguas, y los postes de telecomunicaciones disfrutan con el verdor de los sembrados. 

En la bifurcación tomamos el camino de la dcha. Nosotros solemos bajar casi siempre por el de la izda. hacia El Costal pero hoy vamos a ser obedientes y seguir al pie de la letra la ruta.

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
 
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
 
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
 
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».
 
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

“Recuerdo Infantil” (Antonio Machado)


09:25 horas. Túnel del TAV. 

Hay dos formas de pasar al otro lado del trazado del tren. Una, por un tubo largo que está a nuestra izda. y, la otra, por el túnel construido para el cauce del barranco de La Aquitana. 

Descendemos desde el camino al cauce. 

El acceso está un poco complicado, de momento, porque el Voluntariado tiene previsto habilitar unos escalones que faciliten la bajada y subida al túnel. 

Conociendo cómo trabajan, estamos seguros de que harán unos accesos cómodos, sólidos y, además, integrados en el paisaje. 

El túnel cuenta con dos aceras elevadas de hormigón que permiten pasar por encima del caudal del agua que, aunque no es muy abundante, hace incómodo y peligroso caminar por él. 

09:45 horas. Balsa y fuentes. 

El Voluntariado ha hecho un trabajo increíble. 

El lugar era un zarzal con carrizos, que indicaban que debajo había agua. 

Voy a contar cómo se llega a esta rehabilitación. 

En mis conversaciones con Jesús Marco "Sasín", cuando pasábamos por este lugar, me aseguraba que debajo de toda esa espesura había una fuente. Él era buen conocedor del terreno. Su familia tenía piezas en las cercanías y le había tocado trabajar y llenar el botijo en la fuente.

 

Hablé con el Voluntariado y les sugerí la posibilidad de buscar la fuente y valorar si se podía hacer algo. 

Una tarde, Iñaki Arregui, desbrozadora en ristre, se puso a cortar las zarzas. 

Encontró un tubo pero, lástima, no era el caño de la fuente. Me mandó la foto. 

Los voluntarios no cejaron en el empeño porque había una realidad incontestable: De una de las orillas de la balsa, manaba el agua que la llenaba. 

Y empezaron las ideas y los trabajos. Y aquello iba teniendo otra cara. 

Adecentaron el sitio. Encontraron dos fuentes. Hicieron un sendero alrededor del agua. Plantearon un murete, hornacinas, barandillas y una mesa con un tablero de ajedrez y otro de tres en barra. 

El resultado, a la vista está. Un rincón perdido y abandonado que ahora es la admiración de curiosos y paseantes. 

Continuamos nuestro recorrido. 

Pasamos junto a la caseta de La Aquitana, también restaurada. 

Cruzamos el canal y nos acercamos al viejo Corral de La Aquitana. Son las 10:25 horas. 

Sobre una pequeña ladera, en la orilla de un pinar, su estado es ruinoso. 

De lejos engaña. Tiene el aspecto de una antigua construcción que es testigo mudo del paso del tiempo, las gentes y sus rebaños. 

Cuando nos asomamos a su interior, el deterioro roza el peligro de derrumbe. 

A nada que hubiera un poco de voluntad, poniendo los medios necesarios, no muchos, tanto económicos como materiales, se podría consolidar esta joya de nuestro patrimonio rústico, en vez de esperar a que se hunda definitivamente y lamentarnos de una nueva pérdida. 

Salimos al Canal y lo cruzamos por el puente que está más al N. 

10:45 horas. Cabaña de Chispas. 

Se salvó de su desaparición gracias al esfuerzo y la ilusión del Voluntariado.

 

Esta fotografía de hace exactamente cuatro años da testimonio de cuál era su estado. 

Y esta fotografía es de hoy.

Hay trabajo y dedicación, pero también ha habido respaldo oficial por parte del Ayuntamiento y del Gobierno de Navarra. 

Estos ingredientes serían necesarios para adecentar el Corral de La Aquitana. 

Volvemos para casa. Pasamos junto a la balsa y sus fuentes. 

Una aclaración: Cuando comenzaron los trabajos de recuperación, Sergio y yo pensamos que sería bonito llamar a esta obra de Las Losillas. Está casi en la muga con ese término. La Aquitana es un topónimo muy consolidado. Sin embargo, Las Losillas, nombre curioso por otro lado, corre peligro de caer en desuso y olvido. 

11:45 horas. Entramos en Tafalla. El mortecino sol invernal ilumina las fachadas de las casas y los árboles desnudos de la carretera parecen esperar impacientes la llegada de la primavera. En La Aquitana algunos almendros ya se han vestido de blanco. 


Este es el recorrido de Sergismundo que hemos seguido nosotros hoy. 


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