Balsa de Cabriteras: "Embalse artificial en el barranco del término, construída para abrevar ganado lanar. Famosa para los cazadores. A sus lados, dominándola, hay dos "búnkeres" de hormigón donde se apostan los cazadores armados para abatir aves que acuden a beber, sobre todo en la pasa de la paloma"
Esto cuenta Jimeno Jurío en Toponimia Histórico-Etnográfica de Tafalla.
Son las 8 de la mañana y tenemos una temperatura de 13º. La mañana, fresca, anuncia un día bueno para andar. Hacía tiempo que no íbamos a Cabriteras y ayer le propuse al Templao que nos diéramos un garbeo por allí.
Salimos por la Pesquera, el Templao, Juanjo, Goyo y yo. Nos dirigimos al camino de Falces y pasamos por el desaparecido ¡ay!, Árbol del Gitano. Por la nueva urbanización, adivinamos el camino a seguir y subimos al plano. Con las obras del canal ha llegado el arreglo del camino. La fuente todavía echa agua. Un hilico. El verano ha sido duro, pero ¡qué veta tiene que tener que todavía funciona!. Un poco más arriba termina el arreglo y el camino vuelve a ser descarnado, hasta llegar al Plano.
Son las 8,35 horas. Hay una vista magnífica de Tafalla y la plana de Olite. Seguimos nuestro camino, dirección sur. Hay un cartel del Sendero Local. Por ese camino llegamos a la Cruceta. 9,10 horas. No recuerdo hace cuántos años, en esta encrucijada, había una pequeña cruz de piedra que, "misteriosamente", desapareció. Se la llevaría algún coleccionista o quién sabe quién. Nosotros lo tenemos claro. Un desaprensivo que no respeta lo que es de todos.
Tomamos el camino que desciende a nuestra derecha y nada más pasar el mojón de la muga Tafalla-Olite, se abre ante nosotros el Saso, al sur Moncayuelo y al norte las Zorreras, llamadas así porque, cuando se hizo la repoblación de pinos actual, se pobló de zorros. En la hondonada, rodeada de encinas y pinos se encuentra la balsa.
Bajamos por este camino y en cinco minutos llegamos a un cruce. Tomamos el camino de la derecha, ascendemos por él. Con las obras del canal lo han arreglado. Está blando, por eso decidimos ir por el rastrojo.
9,30 horas. Balsa de Cabriteras. Tiene poca agua. Este verano ha sufrido la falta de lluvias. Nos sentamos para tomar nuestro pequeño almuerzo y comentamos las historias que tantas veces nos han contado los cazadores cuando se ponían a la pasa y la contrapasa. Hay anécdotas graciosas que algún día contaremos. Almuerzos, discusiones, partidas de cartas y algún tiro, y no precisamente a las palomas.
En diez minutos nos ponemos en marcha. Volvemos a Tafalla. Llegamos al Raso y tomamos nuestro camino habitual de la Cuesta del Melón. Terrible sorpresa. Las máquinas lo han destrozado. Han cortado las encinas, han ampliado el camino y lo han dejado irreconocible. Le han quitado todo el encanto. La Cuesta del Melón ya no será lo era. A mitad del trayecto, el camino está cortado por un montón imponente de piedras y tierra para que no puedan pasar vehículos. Pasamos por encima y llegamos hasta la finca de Félix Txirolas. Él está allí y, como siempre, echamos una parrafada. Nos cuenta lo que están haciendo con los riegos y las promesas que le han hecho a él de respetar los nogales que tiene plantados a la orilla del camino. Nos vamos.
Por el mismo camino que hemos subido al Plano llegamos de nuevo a la Pesquera. Son las 11,00 horas.
Este es el enlace para ver el recorrido.
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