domingo, 19 de septiembre de 2010

Por el Pontarrón a Valmediano



Estamos, como aquél que dice, en otoño y se nota ya en el ambiente. La mañana está algo más que fresca. Magán marca 10º y la farmacia 9º. Que el día acorta es algo que se aprecia en la luminosidad del cielo. El sol sale a las 8,00 y se pone a las 20,16 y, aunque es de día, hay otra luz. En los montes, los cazadores dan batidas al jabalí, al corzo y al zorro. Pero no quiere llover y Juanjo se lamenta de que este año tampoco va a haber mucha seta.
Ayer le llamé al Templao. Ni le pregunto por su pierna. Está a tope. Como un chaval (de 81 años, pero un chaval). Le propongo ir a Valmediano. Estuve allí con Inma el pasado 18 de Julio (ver entrada) y quiero que conozcan aquel lugar. Quedamos en la Plaza.
08,00 horas: Salimos de la fuente el Templao, Goyo, Juanjo y yo. Nos dirigimos hacia la Plaza de Toros y, por el túnel que salva la vía, bajamos por el camino del Escal hacia Las Pozas.
08,15 horas. Pasamos por debajo de la autopista. Estamos en el término llamado Pontarrón. "Hubo puentes de esas características y nombres en distintos puntos del término. Los tafalleses conocedores del campo designan así a un paraje al SE. de la ciudad, entre el camino (carretera) de San Martín (N), el primer tramo del camino cañada de Valmayor (S) y el prado de ese nombre (E), espacio en que hubo dos pontarrones" (J.M. Jimeno Jurio)(Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla).
Bajamos hacia el caserío de Valmayor. 08,30 horas.Visitamos su balsa. Tiene bastante agua y los alrededores, cosa poco habitual, están limpios de las basuras que dejan los que suelen ir a pescar.
Abandonamos el caserío y seguimos en dirección E. por el camino que atraviesa el "prau" de Valmayor. A nuestra izda. divisamos el Corral de la Garganta, más allá el refugio de Los Doce y, con aspecto duro y protector, el monte de la Carravieja con sus pinos sobrios y austeros que ponen un contrapunto de verdor en el campo tafallés.




Tomamos el primer cruce a nuestra dcha. y subimos por el camino, muy arreglado, hasta el portillo que separa Valmayor del Prado de Solrío. Son las 08,55 horas y apetece sentarse un momento y tomar un bocado. La mañana ha mejorado algo. El sol todavía puede y la temperatura, poco a poco, va subiendo. Hemos salido todos de largo. El tiempo de la pantaloneta, a pesar de lo que haga en el veranillo de San Miguel, ha pasado. Debajo del pinar, los Templaos tenían un olivar y cuenta Javier que un año, siendo él chaval, estaba con Florencio, su padre, cogiendo olivas el día 5 de Enero. Por la tarde, Florencio, tenía que salir en la cabalgata vestido de rey mago y le decía a su hijo:
- ¿Has visto alguna vez a algún rey cogiendo olivas? pues... !aquí tienes a uno¡



Tomamos el camino que va de frente y que, en suave pendiente, nos llevará hasta el punto geodésico de Valmediano. A las 09,20 horas llegamos. La vista desde esa altura es magnífica. Posiblemente sea la mejor de Tafalla porque, a diferencia de Buskil, no hay montes ni cerros que estorben la visión. Vemos al sur, imponente, el Moncayo. Más aquí, Olite con la silueta del castillo recortada en el horizonte y a su izda. Pitillas y su balsa, que como si fuese un irregular espejo, refleja los rayos solares.


Dicen los estudiosos que este montículo, por su ubicación, fue asentamiento en nuestra prehistoria. Veamos lo que dice la arqueóloga Rosa María Armendáriz en el nº 32 de la revista Panorama: "El decurso de los siglos parece mermar el índice poblacional del término municipal, aunque quizá los más adecuado sea considerar que durante la Edad de Hierro (900-350 a. C) el capital humano en el territorio se agrupara en núcleos estables (...) Ocho fueron los enclaves datados en esta época detectados en el municipio y la mayoría comparten cronología con otras fases históricas anteriores como el Bronce y posteriores como el mundo romano. De todos ellos destaca especialmente el de Valmediano, auténtico poblado fortificado en el que son todavía visibles los restos de la muralla que lo circuncidaba"
Goyo ha paseado otras veces por aquí y ha descubierto lo que podría quedar de esa muralla.




Volvemos sobre nuestros pasos y nos encaminamos hacia cuatro grandes piedras que están tumbadas en el paso de una pieza a otra. Son espectaculares y tienen unas formas que... Somos ignorantes en la materia, pero si ha habido asentamientos humanos y no hay ninguna cantera cerca...



Bajamos hacia el pinar. Dominando una altura importante, descubrimos una rudimentaria fila de piedras, larga, como si fuera una elemental muralla. Seguiremos preguntado, indagando, leyendo. Por la pendiente, entre los pinos, llegamos a una pieza. Seguimos a nuestra izda. y llegamos al portillo que da vista a Solrío. Por el camino que atraviesa este término tomamos nuevamente el camino del Escal y, bordeando el antiguo vivero forestal y cruzando la vía férrea, llegamos a la pasarela sobre el Cidacos. Son las 10,30 horas.
Estamos en Gerón. Por la trasera de Luzuriaga, por el camino que va junto a las Cuadras de Garro, salimos a la carretera. La cruzamos y por el arcén de la olvidada Cuesta de San Gregorio, nos dirigimos al barranco del Abaco. "Poco después de la guerra de siete años fueron azotados cuatro sujetos que salieron a robar a la Cuesta de San Gregorio. Volvían a la cárcel y el que los capitaneaba , al bajar del asno, fue cogido violentamente por el verdugo que, con un hierro candente le marcó en la espalda las letras P.L., que quiere decir -por ladrón-" (Escenas de la vida Tafallesa)(Angel Morrás)


Llegamos al barranco. A nuestra dcha. la fábrica de los chinos. A la izda. la de Aguirre. Subimos en dirección Tafalla. En las Eras se juega al fútbol y por los gritos más parece que se lucha cuerpo a cuerpo. Llegamos al polideportivo. Son las 11,15 horas.
Ha sido otra mañana estupenda. Nuestro campo no deja de sorprendernos.


Éste es el enlace para ver el recorrido.

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