Hoy también vamos a caminar solos. Rosa no se acaba de recuperar del trancazo y prefiere reservarse para futuras "aventuras".
Son las 08,00 horas. Magán marca 6º y la farmacia 5º. Los coches están salpicados de agua. Ha llovido por la noche tan poco que no ha llegado ni al suelo.
Salimos de casa de Juanjo. Como es domingo de carnaval, le propongo que subamos al Plano y así no pasamos por las Recoletas ni por la Plaza. En días así el espectáculo de los noctámbulos no suele ser muy atractivo.
Por los "enredos", como lo bautizó el Templao, nos dirigimos hacia la finca de Txirolas. Félix no está, así que pasamos de largo.
El día está gris, nublado. Desgraciadamente no amenaza lluvia. El campo está de pena. Las cebadas amarillean por falta de agua. Pero el tiempo no está por la labor. En enero cayeron 16 litros y en lo que llevamos de mes, 11.
El periódico dice que hace 25 años cayó una nevada desde el Pirineo hasta la Ribera. En Navarra había quince puertos con cadenas. Incluso para ir de Campanas a Puente la Reina. ¡Esto es un misterio!
08.20 horas. Llegamos a la Fuente de Los Falces. Echa agua. Es un chorro pequeño pero constante. Da gusto verla. La hemos conocido años y años seca.
Por la cuesta del camino de Falces vamos ascendiendo tranquilamente. Los campos de maíz, desnudos, ofrecen un paisaje casi desértico. Todo está en calma.
08,35 horas. Gravera. Estamos en el Plano. Paramos un momento para contemplar Tafalla. La ciudad se desliza desde Santa Lucía hacia las tierras llanas del Hortanco y la Pesquera. Desde esta altura, el caos urbanístico es evidente y, sin embargo, para nosotros es una imagen familiar y entrañable.
Comenzamos a llanear por el Raso. Nos movemos en dirección S. No hay nadie.
A las 09,00 horas llegamos al desvío que nos llevará a la caseta del Plano.
Para señalizarlo han colocado dos montones de piedras. En uno de ellos, sobre un palo, han puesto la cabeza de una muñeca, con una peluca sucia. Nos recuerda a la protagonista del Exorcista. Nos preguntamos si es que habrá llegado el carnaval hasta aquí.
Avanzamos por ese camino. Un todoterreno que lleva un remolque con perros nos alcanza. Conocemos al cazador y charlamos un rato. Nos dice que están al jabalí. Juanjo le comenta que hay mucha marca de conejo. Él dice que, aunque han ampliado la veda, los cazadores no han terminado muy contentos. No había tantos conejos como parecía.
Le decimos que nuestra idea es echar un bocado en la caseta y luego bajar a la balsa de Cabriteras. No nos lo recomienda; precisamente en esa zona van a estar haciendo batidas. No hay problema. Iremos a Romerales. Siempre lo hemos dicho. En el campo hay sitio para todos.
09,15 horas. Caseta del Plano. Está limpia y el entorno cuidado. La Federación de Caza ha colocado un cartel en una ventana pidiendo respeto y limpieza. Los visitantes parece que saben leer.
En la mesa más cercana a la casa, nos sentamos y sacamos los "bocatas". El cazador ha llegado antes que nosotros y suelta los perros. Entre bocado y bocado, observamos sus preparativos: Escopeta, cartuchera, cuchillo de monte y... un chaleco color naranja fosforito que da el cante a varios kms. No nos extraña esta indumentaria. Después del desgraciado accidente de hace una semana en Amunarrizqueta, todas las precauciones son pocas.
Tomamos la senda por la que subimos otras veces. Entre los chaparros, el basurero sigue ahí. ¿Es que nadie va a hacer nada porque no está a la vista?
Bajamos a las tierras de labor de Lazarau.
"Lazarau. Topónimo de origen enigmático. Parece que se trata del adjetivo: Lazarado, variante de lacerado. como Lázaro "mendigo andrajoso", atestiguado en castellano, con terminación popular -au- por -ado-. En la ladera noroccidental del Monte Plano hasta Piedrafita, entre Dongalindo y el común de Candaraiz y el Saso. Cultivos y cerros yermos, sin arbolado. Caserío de Cortés, cuyo emplazamiento llama la atención, en el extremo E. Corral de la Media de Lazarau" (J.M. Jimeno Jurio)(Toponimia Histórico-Etnográfica de Tafalla).
Cruzamos un campo de habas. La planta está chiquita y quemada por los hielos. Llegamos a una repoblación de encinas y pinos y salimos a la carretera de Miranda.
Tenemos enfrente el Centro de Compactación de basuras de Mairaga. Por su dcha., tomamos el camino que asciende y al llegar a un pequeño valle rodeado de pinos seguimos en dirección E. Los cerros de Romerales nos indican la proximidad de la laguna.
10,20 horas. Estamos en la balsa o laguna de Romerales. Tiene un charco grande de agua en el centro. En esta época del año debería estar llena. El salitre que rodea el agua está blando. Debajo será fango. La rodeamos por su extremo E. para salir al camino que lleva al vertedero.
En lugar de ir hacia la carretera de Miranda, como es pronto, decidimos subir hasta los Altos del Planillo. Los santos lugares que decía Manolo Iriso.
Descendemos por una pieza que está labrada. Es incómoda de andar. Cruzamos el Prado de Rentería por una pieza de alfalfa y salimos al camino que termina en Valditrés.
Desde ahí comenzamos una subida, entre pinos, corta pero sufrida. A media ladera nos paramos ante un magnífico ejemplar de sabina. Con el bastón agitamos las ramas; una nube de polvo se derrama alrededor. Las flores están rebosantes de polen. Cuando llegamos al alto respiramos profundamente. Estamos a 468 mts. de altitud. El día está nuboso. Ha empeorado y hace más frío que a la mañana. Son las 11,10 horas. Disfrutamos de unas vistas extraordinarias. Al S.E. Miranda de Arga y al fondo Lerín.
Juanjo me refresca la memoria con una historia que contaba D. José Mª Iribarren en su libro "De Pascuas a Ramos", sobre los de Miranda:
"Cuando llegaba la Cuaresma, a los mirandeses no les gustaba que los predicadores echaran sermones largos. Querían las pláticas cortas y muy gesticuladas. Un año, un avispado fraile que conocía esto, llegó a Miranda e hizo el siguiente sermón: Miranda, mirandica; Miranda, mirandón. En la puerta tengo el burro y en la mano el aguijón. Que vengan los cinco duros y se remató el sermón"
Y así de breve, y por supuesto muy gesticulado, fue la predicación y... a cobrar.
Por el camino que desciende a la carretera continuamos.
Miramos a dcha. e izda. y el paisaje nos enamora. Cuando conoces los lugares por los que transitas cada domingo, te sitúas y descubres rincones inolvidables. Detenemos la vista en el caserío de Valdiferrer y trazamos una línea imaginaria hasta la Abejera de Garbayo. La mirada sigue hasta donde sabemos, aunque no la veamos, que está la cruz de Corpus. Y en la falda del monte, muy cerca de la carretera, el corral de La Mariana y el del Vaquero. Muchas veces sentimos que nosotros ya formamos parte de ese paisaje.
Salimos a la carretera. En lugar de volver por debajo del Caracierzo de la Celada nos vamos a Margalla.
Entramos un momento en el cementerio; lo cruzamos y salimos por la otra puerta.
12,30 horas.En el Alto de las Cruces un motorista ruidoso rompe la paz de este lugar. Subimos por Galloscantan y entramos en la urbanización de chalets. Los campos de fútbol están vacíos.
Por la calle Madre Nicol, cuya fiesta por cierto es el día 24, pasa bullicioso y lleno de color el desfile del carnaval. Los gigantes, a pesar del antifaz, van más serios que "un plato de habas". Parece como si no entendieran qué están haciendo ahí.
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