lunes, 10 de febrero de 2014

De la Gariposa al Gurrutxo










Domingo, 9 de Febrero de 2014


Domingo de Ferias. Día grande en Tafalla. Por eso vamos a intentar dar una vuelta más corta que otros días. Queremos volver a casa a buena hora. Hay que estar en el Ferial, en la Plaza y en el concierto de la Banda.
Hace tiempo que no subimos a la Gariposa. Estuvimos a punto de hacerlo unos domingos atrás. El paisaje del Tajubo en invierno es un regalo para la vista. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 4º y la farmacia 3º. El día está gris, oscuro, pero las predicciones meteorológicas no dan agua por la mañana. 
Antes de adentrarnos en el casco viejo, vamos a mirar el almendro del patio de la Casa del Conde.







Ya está florecido. Juanjo nos dice que lo observa todos los años. Es algo así como la marmota de Pensilvania. Cuando está florecido, como ahora, al invierno le quedan los días contados. 
Aún hemos de pasar frío. Sin duda. Pero el almendro anuncia que los rigores invernales, que este año han sido pocos, han terminado. 
Por calles y callejas, salimos al puente de la Panueva.





08,35 horas. Nos detenemos un momento en la Presa de Recarte. 
El Cidacos baja alegre. El río está limpio. Las aguas, rápidas, se llenan de espuma al chocar contra las orillas rocosas.





Junto a Macocha la pequeña, el agua está remansada. El paisaje invernal se hace, si cabe, más presente. 
En la bifurcación tomamos el camino de la izda. Los campos de cereal se extienden a ambos lados del trayecto. 
Cuando llegamos al primer encinar, nos adentramos por el viejo sendero. 
Entre encinos, robles y enebros, ascendemos lentamente hasta llegar a la parte más limpia de este montículo. 






La parada es obligatoria. El Tajubo nos muestra su bocage, uno de los más meridionales de Navarra. Es un privilegio poder disfrutar de este lugar.







Un par de curvas y llegamos al Corral de la Gariposa. Son las 09,15 horas. 
El edificio está bien conservado. La hierba del exterior, de un verde intenso, está húmeda. Nos encontramos a 508 m. de altitud.





En el interior, la poca luz que tiene el día entra por los ventanucos que al N. y al S. se abrieron para la ventilación del ganado. 
Las vigas de madera están sanas. Soportan los viejos cañizos en los que se apoyan las tejas. Es un corral de unas dimensiones considerables.

"Corral de la Gariposa. Situado en el término de Monte Alto, es un edificio cubierto y descubierto concebido para cerrar el ganado de la corraliza del mismo nombre. Territorio con una superficie de pastos de 3.238 robadas, al Noroeste del Monte. 
El edificio posee 166 m2 de cubierto y 341 de serenao y conserva un encinar en el norte. 
Actualmente se encuentra en perfecto estado.  (Tafalla. Arquitectura rural de la zona)

Salimos en dirección O. por el camino que busca el de la Pedrera. 
Cuando llegamos a una pieza, la orillamos para salir de nuevo a otro con el piso completamente arreglado.






10,00 horas. Encontramos una grandes piedras para sentarnos y sacamos los bocadillos. Tenemos enfrente el Buskil. El vértice geodésico se deja ver, medio escondido en la maleza. A nuestra derecha la Solanoa de Pueyo con sus tres molinos. A nuestros pies se extiende el Tajubo. 
El día sigue frío. Para la tarde anuncian agua y un vendaval. Ya veremos. Continuamos por ese camino y descendemos hacia la carretera de Artajona. 







10,30 horas. Llagamos al Canal. 
Tenemos dos opciones: Lo cruzamos por el puente que tenemos enfrente o seguimos por el camino de la izda. para salir a la carretera un poco más abajo. 
Decidimos cruzar el puente. 
Unos metros más adelante salimos a la carretera y, dejando La Lobera a nuestra dcha, caminamos un tramo pisando asfalto hasta llegar a un camino que nos lleva al Gurrutxo. 







10,45 horas. Haciendo un par de curvas, subimos tranquilamente hasta llegar a una senda casi oculta por la hierba. Nos acercamos a nuestro "viejo amigo". Nos da pena verlo en este estado. Está en pie de milagro pero ¿cuánto durará? ¿nos tendremos que conformar con ver cómo era mirando fotografías?
Hay cosas que no se entienden. Una joya de nuestra arquitectura rural y que a nadie le importe un pimiento. 
Comenzamos a bajar entre viñas y cereal. Salimos de nuevo a la carretera de Artajona y entramos en el pueblo. 
Hay un ir y venir de gentes hacia el recinto del Ferial. Cada uno lleva en las manos lo que le interesa. Algunos, plantas de olivos o de frutales y en algunas bolsas se adivinan las cajas de pastas caseras. 
11,30 horas. Hay que llegar a casa para ducharse y salir corriendo a las Ferias. 
Y por la tarde partidazo de pelota. Titín y Bengoetxea se juegan un tanto vital para sus aspiraciones en el Campeonato de Parejas. 
No me lo pierdo. 
Después de comer, me voy para el Ereta. 



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