lunes, 24 de febrero de 2014

Las tres mugas en La Sarda




Domingo, 23 de Febrero de 2014

Del agua abundante del Cidacos del domingo pasado, al secarral de La Sarda. Hoy vamos a dar una vuelta corta. Mañana es la festividad de la Madre Ascensión Nicol y queremos estar con los auroros, en la misa de 9 de Santa María, porque Alberto Magán ha compuesto una aurora nueva. 
La Madre Nicol era prima carnal de mi abuela, así que la familia es lo primero. Pero después, al campo. Vamos a dar una vuelta por los altos de la Sarda. Hace mucho tiempo que andamos por allí. 
Son las 10,00 horas. A las 8 Magán marcaba 3º y al farmacia 1º. El día está estupendo para andar.



Aparcamos en el Caserío de la Sarda.
En una pieza, al otro lado de la carretera, un tractor da vueltas y vueltas preparando la tierra. En la de al lado hay una plantación enorme de habas. El agua del canal ha transformado el paisaje. 



Subimos hasta el viejo corral del caserío. No se ve a nadie por los alrededores. 
10,45 horas. Salimos a una pieza en barbecho y comenzamos a andar sin rumbo fijo hasta que descubrimos una antigua caseta y nos acercamos.



Está bien conservada. Orientada al S., se protege del cierzo helador recostada en un pequeño cerro. 






El techo es de losas de piedra. Aprovechamos una ladera soleada y protegida del aire para echar un bocado. Tres grandes buitres planean por encima de los pinos. Alguna oveja muerta de la parte de Artajona les va a servir de almuerzo. 
Nos ponemos de nuevo en marcha.




Atravesamos la pieza y nos acercamos al pinar en el que una repoblación de cipreses y otras coníferas pone el contrapunto al paisaje. 
Orillando el arbolado salimos a un camino que sube de la carretera de Larraga. 
Llegamos a los molinos en término de Artajona. 


La vista es magnífica. Las casas se cobijan debajo de El Cerco. Al fondo, San Donato tiene algunas hilachas de nieve. Alaitz y la Higa se dejan ver entre los cerros cercanos a Buskil. 
Al S., como siempre imponente, el Moncayo está completamente blanco.
Junto a un molino buscamos el camino que crestea entre los pinos. 
Es un paseo estupendo. 





Abajo, hacia el S., la Lagunilla de Cascarruejos presume de sus aguas limpias y abundantes en medio del secano. 






En el mismo camino, nos detenemos ante una rareza que brota de un pino. Un bolo de hojas verdes, como si fuera un enjambre, se muestra lozano y vigoroso. No nos explicamos cómo se ha podido formar. 





En su parte trasera, un tupido trenzado muestra el soporte de esta singularidad. Misterios de la naturaleza. 


Salimos a terreno despejado. La vista otra vez es impresionante. Estamos a pocos metros de la carretera, pero desde este balcón se disfruta de un paisaje único. 

"8 de Marzo de 1859. En la audiencia comparecen Joaquín Ríos e Ignacio Arano, denunciados, sin que comparezca el tercero que es Saturnino el Río, hijo de Joaquín, en cuyo nombre contesta su padre y dicen los comparecientes que los guardas no les vieron cortar ni cargar la leña en el término de La Sarda y que si es que les vieron, los perdieron de vista.
Que el guarda Vides puso a Ríos una pistola en el pecho sin haberle hecho resistencia.
Los guardas insisten en la denuncia y que es cierta la resistencia que hicieron los denunciados y que el hijo del Río le amenazó con un churro (vara, palo grueso) que llevaba…" (Fernando Maiora)(Tafalla del reino de Navarra).

Comenzamos a descender y llegamos a una zona mitad barranco, mitad camino. 




Junto a la cañada hay una señal de la Vera Cruz. No nos sorprende. La conocíamos de cuando hicimos la Vuelta a las Mugas hace un par de años. 



12,00 horas. Por terreno herboso y de buen andar llegamos a las tres mugas. 
Artajona, Larraga y Tafalla tienen aquí su punto de encuentro. 
Unos metros más adelante, se sale a la carretera. 






Para no pisar asfalto nos metemos en una pieza sembrada de habas. Entre las hileras se puede caminar sin hacer daño al cultivo. 
El caserío está a diez minutos. Llegamos al coche. 
Cuando estamos metiendo las cosas en el maletero, aparece Marcos y charlamos con él. 






Nos cuenta que la pieza en la que hemos visto el tractor trabajando cuando hemos llegado, la están preparando para sembrar guisantes. La de más abajo está con habas y la de al lado, ya labrada, la van a sembrar de maíz dulce. 
Los técnicos de las conserveras marcan los tiempos de siembra, tratamientos y recolección. El nuevo regadío ha sido una revolución en el campo tafallés. Ya tienen programado qué van a poner y quitar hasta el mes de noviembre en que dejarán descansar la tierra







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