lunes, 12 de mayo de 2014

El barranco de los berros (en Ujué)




Domingo, 11 de Mayo de 2014


El año pasado por estas fechas había llovido más de 500 litros. Pensé en hacer esta excursión siguiendo el mapa que había editado el Consorcio de la Zona Media. 

El amigo Mikel Burgui me desaconsejó que me metiera en estos andurriales porque iba a encontrar el paso del barranco en mal estado, debido a la cantidad de agua caída.
Ahora es distinto. No estamos en sequía aunque al campo, antes de San Isidro, le vendría muy bien una buena borrasca. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 16º y la farmacia 15º. El día está medio nublado. Anda cierzo y no va a llover. 






A las 08,30 horas aparcamos en la Ermita de la Blanca y empezamos el recorrido, que arranca junto al destrozado cartel que explicaba el sendero local N-178A. 
Orillamos una pieza. Las verdes espigas de trigo nos llegan a la rodilla. El sol se abre paso entre las nubes acariciando los árboles que rodean la finca. Salimos a un camino amplio y llegamos a las primeras ruinas de la mañana.




08,45 horas. Corral de Gabriel Ayesa. Es una construcción de unas considerables dimensiones.
Seguimos hacia el próximo corral. Orillamos otra pieza alargada y nos vemos obligados a cruzarla. Aquí las cebadas están más pequeñas que el trigo.






09,00 horas. En peor estado que el anterior, el Corral de Andrés Antero conserva únicamente las paredes. Forma una pequeña isla junto a una pieza. 
Continuamos. Entramos en un tramo pequeño de bosque bajo y salimos a la orilla de otra pieza que nos lleva hasta el siguiente corral. 



09,25 horas. Corral de Ozcoidi. Es el mayor de todos los que hemos visitado. Está bien conservado. Han arreglado el tejado y una puerta metálica cerrada con candado nos hace pensar que dentro guardan maquinaria. 
Una cadena cierra el camino impidiendo el tránsito de vehículos. 





Donde el camino da un giro de 90º, un hortelano está regando un huerto bien pertrechado. 
Nos paramos un rato y entablamos conversación. 
Estamos en la Fuente de San Nicolás. Hasta hace un par de años había una pila donde se recogía el agua, pero se la llevaron. Él limpia el manantío para poder regar. Antiguamente todos los corrales del contorno cogían el agua, para los ganados y las personas, de esta fuente. La única. Hoy día, con los vehículos, todo el mundo se trae todo de casa. 
Es el dueño del Corral de Ozcoidi y nos cuenta que ponen la cadena cerrando el camino para evitar los robos de aperos y herramientas. Los robos y destrozos son frecuentes. 
El campo que nos rodea está sembrado de avena. Nos dice que, aunque hay sequía, no es para alarmarse, pero que … un par de días con unas aguas buenas les vendrían fenomenal a las plantas





Tenemos enfrente otras ruinas. Es el Corral del Guiri.
Tomamos el camino de la dcha. Es amplio y con buen piso. Caminamos disfrutando del paisaje que nos rodea. Los campos verdes y frescos están rodeados de robles, chaparros y zarzas. El día está fresco. Al fondo se deja ver el pirineo todavía nevado. En la sierra de Leyre la cima de Arangoiti está cubierta de nubes.






10,30 horas. Abandonamos el camino y por estrecha senda bajamos al Corral de Vicente Mateo. También es una sólida construcción. Damos una vuelta por su perímetro y curioseamos un rato. 
Un poco más adelante hacemos la parada "obligatoria" para echar un bocado. 
El amigo Wiki nos introduce por una senda estrecha. 
En un tramo más confuso la abandonamos y terminamos en el barranco. 
Juanjo saca la jarra y medimos el caudal: 21 litros/segundo.



Decidimos buscar la senda que nos marca el gps para evitar complicaciones posteriores y, al encontrarla, nos topamos con una señal indicadora del SL tirada en el suelo. Es verdad que una imagen vale más que mil palabras. La escena no es más que una muestra del abandono de este precioso recorrido. 
El camino es amplio y limpio 
Llegamos de nuevo al barranco. El agua salta cantarina entre las piedras. En sus orillas proliferan los robles, escaramujos y zarzamoras. 





Una cría de pájaro, no sabemos de qué tipo, asustada y nerviosa trata de esconderse, sin conseguirlo, entre las matas. Le ayudamos a encontrar el abrigo del bosque aunque nos da la impresión de que va a servir de almuerzo a algún depredador. 
El camino asciende suavemente. Dos perdices, al oír nuestras voces, salen volando, del sembrado y se alejan buscando la espesura. 
Cuando llegamos a la última curva nos damos cuenta de que ya estamos en la carretera de Murillo. 
En diez minutos llegamos a La Blanca. 




A la vista de la cruz colocada a modo de espadaña, Juanjo, que ya nos ha demostrado otras veces su vena de poeta, se inventa una rima.

"La cruz de la Blanca
de la Iglesia es alegoría. 
Sostenida por dos pilares, 
de un lado el clero y de otro la feligresía".

Ha sido una excursión que nos ha sorprendido por la cantidad de corrales, tan cercanos unos de otros.   








1 comentario:

  1. Estupendo paseo y buena descripcion. Solo quiero recordarte que anduvisteis por las tierras de una divinidad precristiana propia de Ujue:LACUBEGI.
    Allá por los años 20 en la ermita de La Blanca encontraron un ara dedicada a Jupiter y otra a Lacubegi. De ello tienes mas informacion en

    http://ujue-uxue.blogspot.com.es/2008/10/lacubegi-dios-precristiano-propio-de.html

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