martes, 11 de noviembre de 2014

El pozo de Eulalio




Domingo 9 de Noviembre de 2014


Hoy vamos a Candaraiz. 
El amigo Sergismundo (como dice Juanjo, "este muchacho es un filón") me indicó la localización del pozo del Caserío de Eulalio. Está un poco apartado del edificio y no lo hemos visto nunca. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 9º y la farmacia 8º. El cielo está azul. No anda aire. ¿Qué más se le puede pedir a un domingo de Noviembre?

El invierno por San Martino (día 11), suele venir de camino; mas si le dicen detente, se espera hasta San Clemente (día 23); que venga o no retrasado, por San Andrés (día 30) ya ha llegado. 


Rosa y Juanjo nos recogen con el coche y aparcamos en el camino que sube al Caserío de Sánchez. 
En el corral, las ovejas se asoman curiosas cuando nos oyen llegar.


Al acercarnos se asustan y, empujándose entre ellas, huyen al serenao. 


Bajamos un momento hasta la balsa. Está limpia y con mucha agua. Los campos cercanos son llanos y están casi todos sembrados. A esta zona no ha llegado el regadío pero las piezas son enormes extensiones bien trabajadas. 
Por la orilla del barranco de Candaraiz llegamos a lo que se conoce como "Paso Malo". Es una zona donde se ancha el cauce y hay que buscar algún vado para poder cruzarlo.


08,50 horas. Salimos a la Cañada Real. 
Por buen camino, rebasando un pequeño cerro con colmenas modernas, en diez minutos llegamos al Corral del Rincón.


Está bien conservado. 


La construcción es sólida. Limpio y cuidado, tiene bien puesto el nombre. Se encuentra en el último rincón del N.O. del término. 
Volvemos a la Cañada y, por buen camino, nos acercamos hasta las ruinas del siguiente corral. 


09,30 horas. Corral de Moreno, según el Sitna. Sergio lo llama de la Escolara porque ha tenido conversaciones con gente del campo y algunos, lo denominan así, pero mientras no encontremos documentación fidedigna, yo prefiero darle el nombre "oficial". 
Cerca del edificio hay un venturero. En unas rocas cercanas, al abrigo de una suave brisa que viene del O., sacamos los almuerzos y reponemos fuerzas. 
Bajamos otra vez al camino y, por terreno lleco, subimos al Dolmen de Candaraiz. 


Son las 10,15 horas. Está en una pequeña elevación a 355 m. de altitud. Desde aquí hay unas buenas vistas. El Saso, al fondo Moncayuelo y, a nuestra dcha., las tierras llanas de Miranda que, casi inapreciablemente, descienden hasta la orilla del Arga.
Descendemos a una pieza en barbecho y, entre espartos e ilagas, llegamos al pozo. 



10,20 horas. Pozo del Caserío de Eulalio. Pasa desapercibido. Se encuentra lejos de cualquier camino, por eso es muy difícil de conocer. 
Nos acercamos y nos quedamos boquiabiertos. Es muy profundo y está bien construido. 





El brocal de piedra es espectacular. Nos asomamos y no conseguimos ver el fondo. 
La ocasión lo merece. Le mando a Sergio un whatsapp con la foto y el agradecimiento de los cuatro por este descubrimiento. Me contesta de inmediato alegrándose de que nos haya gustado. 




A cinco minutos del pozo se encuentra el caserío. 
Caserío de Eulalio. Las ovejas también quieren tomar el sol. Nos acercamos y se agitan, pero menos que las del Caserío de Sánchez.





Nos acercamos al Corral de la Escolara al que Sergio llama también el de la Media y bajamos hasta Piedrafita donde los Echapare tienen su corral.


Cruzamos la carretera de Miranda y nos adentramos en Lazarau.
A pocos metros un cartel indica la cabaña. 

26 de Septiembre de 1817. El mismo Arana declara que hoy, a las 8 de la mañana ha hallado a Mariano López, marido de la Melona, cogiendo uvas en viña de Francisco Navas, en el término de Lazarao. (Fernando Maiora)(Tafalla del Reino de Navarra)



Es una antigua caseta completamente rehabilitada. Merece la pena visitarla. 





Su interior está limpio y en un rincón se conserva el antiguo hogar.
Nos acordamos de la cabaña en ruinas de Dongalindo. No estaría nada mal que se hiciera allí algo similar a esto.  
Unos metros más adelante, el camino tuerce a la dcha. y nos lleva al Caserío de Gregorio el Grande.




11,20 horas. Pocos sitios habrá en Tafalla que tengan el encanto de este lugar. La balsa, con su singular pozo, hace que este paraje te enamore para siempre. 
Recuerdo la primera vez que llegamos aquí el Templao y yo. Era un domingo abrasador de finales de Julio. Una semana antes, un labrador nos dio las indicaciones necesarias para encontrarlo. Intuíamos que íbamos bien, pero no estábamos seguros. Divisamos a lo lejos el caserío y nos acercamos. 


Cuando descubrimos la balsa y el pozo, nos quedamos sin habla. 

Seguimos por el camino en dirección O. En diez minutos legamos al coche. 
Ha sido una mañana muy satisfactoria. Gracias a Sergismundo, hemos descubierto el pozo de Eulalio y la cabaña de Larazau. 
Como le dijeron a Alicio Zufiaurre, cuando era alcalde: que si encontraba agua el zahorí que había contratado le iban a hacer un "manolito".
Eso le vamos a hacer nosotros a Sergio. 







2 comentarios:

  1. Da gusto viajar por los alrededores de Tafalla sentado enfrente del ordenador.

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  2. Hoy honrando a Santa Cecilia con la Aurora, Magan marcaba 13º y la farmacia 12º

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