Domingo, 24 de enero de 2016
Otra vez se han echado las nieblas y eso nos complica las excursiones.
Salir al campo, aunque conozcamos el terreno, tiene sus riesgos. Los caminos aparentan no tener fin y las referencias del paisaje no existen.
Hoy vamos a pasear por el camino ancho de Don Galindo y subiremos al Plano. Esperemos que despeje la niebla enseguida.
Son las 08,00 horas. Magán marca 7º y la farmacia 5º. El ambiente es frío y húmedo.
Berzas en enero, saben como carnero.
Rosa nos está esperando en su casa. Juanjo se va hoy de pesca.
Por los "enredos" tomamos la salida del Camino de Falces. El campo está solitario y oscuro.
Por la cuesta de la Celada vamos adivinando la dirección de los caminos que encontramos a dcha. e izda.
- Este que sube va al corral de Reinaldo. En cambio el de la izda. nos llevaría hasta el Plano.
Entre la niebla, una pequeña caseta recién rehabilitada, emerge junto a un gran pino. Entramos a echar un vistazo.
Han hecho un buen trabajo. Hace poco más de un año, pasamos por aquí y amenazaba ruina. Con trabajo y buen gusto se mantienen las cosas.
Volvemos al camino. Entre campos de cereal y maizales, llegamos al nacedero de la Fuente de Resano. Son las 08,50 horas.
Zarzas y algo de basura son lo único que se puede ver. Ni rastro de fuente ni de manantío. Pero nos contaba Gabriel "Margain" que sus abuelos, que vivían en el Caserío de Cortés, cogían el agua de aquí, cuando se secaba la fuente de la orilla de la carretera.
Salimos a la Cuesta de la Calera y tomamos el camino que va paralelo a la carretera de Miranda.
El bosque del Plano es una masa informe que aparece y desaperece de nuestra vista. En los cruces de caminos reconocemos el que debemos seguir.
Nuestra idea es llegar hasta la caseta de Morán y, desde allí, subir al Plano.
Seguimos avanzando. Aunque miramos constantemente a nuestra izda. no vemos ni rastro de la caseta.
- Estará un poco más adelante. Después de esa curva.
Y después de la curva, la ladera, sorprendentemente, se vuelve amplia y adivinamos que es una pieza demasiado grande para la situación en donde creemos estar.
Hay que consultar el GPS.
La niebla nos la ha jugado. Hemos rebasado la caseta de Morán y la de los Gregoricos ¡y no las hemos visto!
Como estamos muy cerca de la senda que sube a la caseta del Plano, nos encaminamos hacia alli.
09,45 horas. Caseta del Plano. El sendero, en su tramo final, nos acerca hasta la Mata de Gabino y llegamos al edificio.
Sentados en el banco del pequeño porche, sacamos los bocadillos y almorzamos.
La mañana sigue fría, oscura.
Los pinos del Alto del Predicadero ofrecen una imagen fantasmagórica.
El campo está en silencio, como muerto.
Iniciamos la vuelta a casa.
El paseo, entre encinos y chaparros, es agradable.
Llegamos al camino principal.
De entre los árboles, dos ágiles perros salen a nuestro encuentro.
La figura conocida de un hombre aparece entre la niebla y llega hasta nosotros.
- A pesar de la niebla, te hemos conocido nada más verte.
- ¿Por el puro?
- No. Por los andares.
Ignacio nos dice que ha dejado el coche unos metros adelante y que, poco a poco, se va a acercar hasta la Caseta.
Atravesamos el Raso y llegamos al Corral. Son las 10,50 horas.
¿Un aeródromo en Tafalla?
Este era el artículo de un comentario de prensa, que hacíamos allá en el año 1975. Decía así:
Recogemos el rumor callejero que circula insistentemente en la ciudad. De tener alguna base de verosimilitud, su importancia sería notable para el futuro de Tafalla.
Se trata nada menos que de la posible instalación de una aeródromo en el Monte Plano, teniendo en cuenta las innumerables condiciones que este lugar ofrece en todos los aspectos para la actividad aeronáutica.
De este asunto se ha hablado muchas veces desde ya hace medio siglo; vimos posarse aquellos "Hispano Suiza", que estuvieron unos días "aparcados", constituyendo todo un espectáculo para la ciudad.
Nos limitamos a recoger el rumor sobre la "resurrección" de este viejo proyecto.
Por su extensión (500 hectáreas), condiciones geográficas y estratégicas, no dudamos que en un futuro este terreno será, a no dudarlo, un importante aeródromo. (José Menéndez)(Retazos de historia tafallesa)
El camino que sale a la izda., junto al edificio, nos conduce hasta la senda del Paseo de los Enamorados.
En verano, cuando aprieta el calor y volvemos de Cabriteras o de Santa Brígida, adentrarse en este arbolado es un alivio.
Hoy, el ambiente es frío e invernal, pero sigue teniendo el mismo encanto.
Por la Cuesta del Melón llegamos hasta la finca de Txirolas y le hacemos la visita reglamentaria.
Hablamos un poco de todo: de piedras, lápidas, cruces, plantaciones, ... y hasta de unas cerámicas antiguas que se hacían en Tafalla y que Txirolas está empeñado en saber más de su fabricación.
Retomamos el camino principal y volvemos.
Hacemos la entrada a la urbanización por donde hemos comenzado el paseo.
Caminando por las aceras nuevas, calculamos que estamos a la altura de lo que era el Árbol del Gitano y, a unos cuantos metros, enfrente, de lo que se conocía como la Era de Cañas, según las indicaciones que nos dió Juampe.
La Tafalla que fue.
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