Teníamos pendiente una excursión por el término de Larraga para visitar el dolmen de Sancho Martín. Sergismundo me había insistido para que diéramos una vuelta por allí, así que hoy nos acercaremos con el coche y haremos este recorrido circular por los campos ragueses.
Son las 08,00 horas. Magán marca 16º y la farmacia 13º. El fino cierzo que sopla va a hacer llevadera la mañana. Salimos.
Por mucho que quiera ser, en julio poco ha de llover.
Aparcamos en la finca el Linte y visitamos las nuevas construcciones rememorando la vida rural, que han levantado en este lugar:
un hórreo,
un dolmen,
una abejera antigua
y hasta un pozo, forman un conjunto arquitectónico muy interesante.
Cruzamos la carretera y nos adentramos en el campo.
Junto al camino, un panel explicativo informa sobre la ruta del vino.
Unos metros adelante saludamos a un labrador que está trabajando su viña.
Nos acercamos a echar un vistazo al corral del Linte y regresamos al cruce.
Los caminos son amplios y buenos para andar. A los campos de girasol, les suceden los maizales. El regadío obra milagros en este inmenso secarral.
Un par de enormes viñas llaman nuestra atención. En los pies de las cepas han colocado carteles con las variedades: Tempranillo, etc.
Nos dirigimos hacia el dolmen.
En el O. el horizonte se cierra con Montejurra, Yoar y Monjardín. Al S. el Moncayo se alza azul y cercano.
En una pieza cercana los aspersores están regando. El viento empuja el agua hasta el camino y tenemos que pasar, inevitablemente, por allí.
Una especie de lluvia fina nos refresca durante unos 150 metros.
Cuando salimos del aguacero, nos reímos. No ha sido para tanto.
09,20 horas. Dolmen de Sancho Martín.
Está en un ribazo, junto al camino.
Sergismundo define a la perfección su estado.
Llegamos al Dolmen de Sancho Martín. En bastante mal estado, está a pocos metros del camino. Gracias a que aparece indicado en la página que he puesto antes (http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Santxo+Martin) se sabe que es un dolmen, porque si no... De todos modos contrasta con el dolmen reconstruido que hemos visto al principio del paseo.
Damos una vuelta por el montículo y bajamos al camino.
En diez minutos llegamos al corral que da nombre al término.
Corral de Sancho Martín. De grandes dimensiones, está en ruinas. Lo observamos desde el camino y continuamos.
Un par de curvas adelante, el camino desemboca en otro que va paralelo a la carretera de Tafalla a Estella.
Estamos en la Cañada Real de Tauste a Andía.
Todavía quedan algunos mojones del viejo camino.
10,00 horas. Fuente de los Enfermos.
Abandonamos un momento la cañada y nos adentramos por camino viejo hasta la fuente.
Estuvimos por aquí el 1 de diciembre de 2014. Hacía frío y había mucha humedad. Hoy sin embargo, el terreno está seco y polvoriento.
La fuente está perdida entre tanta vegetación. La balsa, grande y rebosante, cobija a diferentes aves.
Dice Sergismundo:
(...) y entraremos a la Fuente de los Enfermos. Curiosa fuente junto a una balsa, que desgraciadamente hoy día está casi perdida.
Aprovechamos el abrigo de un montículo cercano para almorzar.
La vuelta la hacemos de nuevo por buenos caminos de concentración.
Los campos de cebada están ya cosechados.
Larraga se alza al fondo oteando el paisaje sereno.
Llegamos al aparcamiento. Observamos, y admiramos, de nuevo las construcciones y volvemos para casa.
Un paseo interesante por los campos de Larraga.
En este enlace se puede ver el recorrido de Sergismundo que es el que hemos seguido nosotros hoy.
un hórreo,
un dolmen,
una abejera antigua
y hasta un pozo, forman un conjunto arquitectónico muy interesante.
Cruzamos la carretera y nos adentramos en el campo.
Junto al camino, un panel explicativo informa sobre la ruta del vino.
Unos metros adelante saludamos a un labrador que está trabajando su viña.
Nos acercamos a echar un vistazo al corral del Linte y regresamos al cruce.
Los caminos son amplios y buenos para andar. A los campos de girasol, les suceden los maizales. El regadío obra milagros en este inmenso secarral.
Un par de enormes viñas llaman nuestra atención. En los pies de las cepas han colocado carteles con las variedades: Tempranillo, etc.
Nos dirigimos hacia el dolmen.
En el O. el horizonte se cierra con Montejurra, Yoar y Monjardín. Al S. el Moncayo se alza azul y cercano.
En una pieza cercana los aspersores están regando. El viento empuja el agua hasta el camino y tenemos que pasar, inevitablemente, por allí.
Una especie de lluvia fina nos refresca durante unos 150 metros.
Cuando salimos del aguacero, nos reímos. No ha sido para tanto.
09,20 horas. Dolmen de Sancho Martín.
Está en un ribazo, junto al camino.
Sergismundo define a la perfección su estado.
Llegamos al Dolmen de Sancho Martín. En bastante mal estado, está a pocos metros del camino. Gracias a que aparece indicado en la página que he puesto antes (http://wiki.txoperena.es/tiki-index.php?page=Santxo+Martin) se sabe que es un dolmen, porque si no... De todos modos contrasta con el dolmen reconstruido que hemos visto al principio del paseo.
En diez minutos llegamos al corral que da nombre al término.
Corral de Sancho Martín. De grandes dimensiones, está en ruinas. Lo observamos desde el camino y continuamos.
Un par de curvas adelante, el camino desemboca en otro que va paralelo a la carretera de Tafalla a Estella.
Estamos en la Cañada Real de Tauste a Andía.
Todavía quedan algunos mojones del viejo camino.
10,00 horas. Fuente de los Enfermos.
Abandonamos un momento la cañada y nos adentramos por camino viejo hasta la fuente.
Estuvimos por aquí el 1 de diciembre de 2014. Hacía frío y había mucha humedad. Hoy sin embargo, el terreno está seco y polvoriento.
La fuente está perdida entre tanta vegetación. La balsa, grande y rebosante, cobija a diferentes aves.
Dice Sergismundo:
(...) y entraremos a la Fuente de los Enfermos. Curiosa fuente junto a una balsa, que desgraciadamente hoy día está casi perdida.
Aprovechamos el abrigo de un montículo cercano para almorzar.
La vuelta la hacemos de nuevo por buenos caminos de concentración.
Los campos de cebada están ya cosechados.
Larraga se alza al fondo oteando el paisaje sereno.
Llegamos al aparcamiento. Observamos, y admiramos, de nuevo las construcciones y volvemos para casa.
Un paseo interesante por los campos de Larraga.
En este enlace se puede ver el recorrido de Sergismundo que es el que hemos seguido nosotros hoy.
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