martes, 12 de marzo de 2019

Entre La Sarda y Artajona





Domingo, 10 de marzo de 2019


Hace algún tiempo me pasó Sergismundo una ruta por los Altos de la Sarda. Está acondicionada, en parte, para los practicantes de BTT. El texto no podía ser más sugerente. Sendas y caminos por lo que los artajoneses llaman La Sierra. 
Así que hoy, vamos a visitar esa zona por la que hemos andado algo, pero que no conocemos en toda su extensión. 
Son las 08:20 horas. Aparcamos junto a la subestación y salimos. 
Nuestro termómetro marca 7º. El día viene bueno para andar, pero a estas horas hay que salir abrigados. 

De marzo no te fíes que es traidor, tan pronto frío como calor. 

En el cielo, más claros que nubes.
Comenzamos a subir. 


El camino ancho nos permite avanzar con comodidad. 

La niebla, que entra desde el Arga, va llenando lentamente la llanada de Cascarruejos y las faldas de Beratxa.
En el cruce de caminos vemos por primera vez Artajona. 


Acurrucadas bajo el cerco, las casas reciben los primeros rayos de sol.


Un romero florecido nos espera a la entrada del sendero que nos introducirá en un paseo fantástico. 
Comenzamos a caminar entre el arbolado. 



En las sombras del bosquete, la temperatura es mucho más baja. Caminamos tranquilos, saboreando cada rincón, cada árbol, cada piedra...
Una caseta en ruinas llama nuestra atención.


La pared de fondo está apoyada sobre la roca. La gente de antes sabía lo que hacía. Agudizaba el ingenio para tener un mínimo de confort en las duras condiciones en que les tocaba vivir y trabajar. 
El camino viejo se convierte en senda. 
Una hilera de cipreses la custodian a ambos lados. 





Juanjo me dice que, salvando las distancias, estamos en una mini Vía Apia.

Al llegar a una curva divisamos el mojón de las Tres Mugas. 



En este lugar, viene a nuestra memoria la vuelta a las mugas que dimos hace unos cuantos años y que algún día volveremos a repetir. 

Sergismundo en Wikiloc: Todo el rato entre pinos y al abrigo del cierzo, discurre zigzagueando hasta llegar a Pasada 6, que el el tramo de Cañada que une la Cañada Real de Tauste a Urbasa-Andía, con las cañadas de Artajona. 

El sendero sigue por el bosque. 
En un ribazo nos detenemos a contemplar unas zorreras. 



Los agujeros, profundos y ramificados, impresionan. 
Seguimos caminando entre pinos y enebros. 


El silencio es absoluto. La temperatura ha subido poco. 
09:50 horas. 
Encontramos un carasol y paramos a reponer fuerzas. 
A nuestros pies, un mar de pinos se extiende hasta la carretera. 



La torre de Beratxa, rodeada de andamios, nos mira con cara de enfermo convaleciente. 


En este abrigo la temperatura es agradable. 
Mientras almorzamos comentamos lo afortunados que somos de poder disfrutar de todo esto. 
Continuamos por el sendero. 



De vez en cuando, algún pequeño cahir indica al caminante o al ciclista que va por buen camino. 
Un chico, montado en su bici, viene veloz hacia nosotros.
- ¿Viene alguién más?
- Sí. Un poco más atrás viene otro. 

Esperamos a que pase. Nos saluda y continúa la persecución de su compañero. 
10:00 horas. Muga de Artajona. 


Dos tablillas inclinadas por el paso del tiempo indican la separación de los términos. En la hondonada, Artajona se yergue en medio de los campos. 
Seguimos por la senda . 
Nos paramos ante una roca. Juanjo llama mi atención para que mire su forma. 



- Sorprendente ¿no? ¡parece la cabeza de un dinosaurio!
La rodeamos y fotografiamos. 



Como vamos por la zona más alta del recorrido, las vistas son magníficas. 


La Lagunilla de Cascarruejos refleja el azul del cielo en medio del amarillento carrizal.
Nos adentramos en un pinar. 
Esta zona ya la hemos andado en alguna otra ocasión. 



Observamos una vez más las protuberancias que les salen a algunos pinos y que no sabemos qué son. 



Bajamos hasta un camino y giramos 180º para continuar por sendas desdibujadas que llevan a sembrados junto a los que encontramos alguna vieja caseta y las ruinas de un corral. 



Subiendo por ligera pendiente, llegamos hasta una palomera. 
A su dcha. la estrecha senda continúa bien marcada. 
Es un trayecto largo, agradable. Disfrutamos del paisaje. 
Al fondo, la sierra de Lóquiz por la que paseamos hace una semana muestra sus descarnados paredones.
11:25 horas. Cota 4 y cahir. 



Estamos a 500 m de altura. Como es un punto importante, han colocado un cahir de grandes dimensiones indicando la cota. 
Siguiendo por senda estrecha, salimos al cruce de caminos, junto a un molino. 
La senda que continúa de frente es la que hemos tomado al comienzo. 
Descendemos por el ancho camino y llegamos al coche. 
Son las 11:50 horas. 
Un agradable paseo cerca de casa por sendas y caminos estupendos que nos ha permitido disfrutar de una parte de nuestro término desconocida para mucha gente. 

2 comentarios:

  1. ¡Qué paseo tan estupendo!Pinos, piedras, campos, cierzo, sol y...¡El infinito, ahí, al otro lado del presente!¿Quién da más, al lado de casa?

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  2. ¡Qué paseo tan estupendo!Pinos, piedras, campos, cierzo, sol y...¡El infinito, ahí, al otro lado del presente!¿Quién da más, al lado de casa?

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