martes, 3 de marzo de 2020

Santa Cruz y Altos de Iturtxuria (Mendigorría)



Domingo, 1 de marzo de 2020


De vez en cuando Sergismundo se echa al monte y nos deleita con rutas escondidas que si no fuera por él no transitaríamos nunca. 
Son parajes sin marcas, con senderos estrechos y rincones ocultos. 
Como dice un buen amigo nuestro, "la navarra media profunda". 
Gracias a Sergio hemos conocido lugares en Larraga, San Martín de Unx y, como hoy, Mendigorría, que están ahí sin que mucha gente lo sepa. 
Son la 09:00 horas. 
El cielo, con más nubes que claros, no amenaza lluvia. A pesar del suave viento la temperatura es de 8º. 

Año bisiesto, pocos huevos en el cesto. 

Estamos en el puente sobre el Arga que lleva hasta la villa romana de Andelos. 
Aparcamos y salimos. 



Caminamos unos pocos metros por la carretera, hasta que nos desviamos a la dcha. y pasamos junto a un corral.
La pendiente cada vez es mayor. 
Subimos despacio, sintiendo la caricia del viento en el rostro. 
A nuestra dcha., conforme ganamos altura, el paisaje se amplia. 



La Peña Unzué muestra una cara diferente. La Sierra de Alaiz y la de Erreniaga (El Perdón) forman un enorme collado; detrás, se esconde Pamplona.
09:30 horas. Llegamos a una caseta cuadrada y hacemos una breve parada para disfrutar de las vistas.



Al O. Montejurra aparece oscuro e imponente sobre la Solana. 
Le hacemos un guiño cómplice. Somos viejos conocidos y le debemos una visita desde hace tiempo.



Continuamos por senda.
Seguimos ascendiendo hasta llegar a la muga que separa los términos municipales. 




Los hitos son de gran tamaño.
09:50 horas. Alto de Santa Cruz. (506 m)



Un vértice geodésico no muy grande corona su cima. 
Con la ayuda del Gps nos vamos situando en el terreno. 
Tenemos enfrente Mañeru y a su izda. Cirauqui. 
Más a la dcha., en la hondonada del río, está Puente la Reina. 
Descendemos un poco, buscamos abrigo y buen asiento y aprovechamos para almorzar. 
Una cortina de agua difumina la silueta de la sierra del Perdón.
Nos entran dudas de si la llovizna llegará hasta aquí o nos dejará terminar la excursión sin mojarnos. 
Por si acaso continuamos. 



En un abrigo de la ladera, los restos de una cabaña envejecen al calor de los escasos rayos del sol que se cuelan entra los nubarrones. 
Entre enebros y coscojas, seguimos subiendo y bajando por una senda oculta que parece estar fuera del mundo. 
Inma me dice que el recorrido de hoy es "trotacabras". 
Me quedo con ese nombre. 


Una pequeña desviación a la dcha. nos invita a subir un poco más. 
En pocos minutos estamos en la cima. 



Sergio la ha llamado la "Cota 535".
Bajamos y tomamos un camino ancho. 
En el primer desvió a la izda. comenzamos a descender de nuevo. 
En una curva, pasamos junto a un enorme paredón de roca. 


Más adelante, nos desviaremos por senda para bajar a unas campos sembrados de cereal. 
El camino es malo. Las piedras están sueltas y hay que andar con precaución. 
En la orilla de la pieza han colocado el Menhir moderno. Son las 11:10 horas




Erguido y limpio, parece que ha crecido entre los arbustos. 
Por un camino, casi desaparecido entre dos fincas, encaramos el último repecho que nos sacará a una pista blanca. 
Bajamos por ella entre sembrados y alguna viña.
Sergismundo en Wikiloc. No llegamos a subir el alto de Iturtxuria porque nos desviamos a la izquierda para pasar por un moderno menhir, y tomar el camino de vuelta.

De aquí al punto de partida vamos por caminos anchos y de buen firme, buenos para días lluviosos, pero un poco aburridos.
Una buena opción es, desde el menhir, volver sobre nuestros pasos y realizar la vuelta por la senda por la que hemos venido, que es mucho más bonita que el camino.

11:26 horas. Corral de Anchin. 
Escondido, no se ve desde el camino. Hay que subir un ribazo para verlo. 



Está completamente en ruinas y se aprecia que fue una construcción importante. 
Unos metros antes de empalmar con el camino por el que hemos venido a la mañana, nos detenemos en una balsa. 


Es de buen tamaño y tiene abundante agua. 



Salimos a la carretera de Andión y cruzamos de nuevo el puente para coger el coche. 





En el cruce, el tráfico está interrumpido. 
Las sirenas de las motos y los bocinazos de los coches despejan la incógnita. 
Una carrera ciclista pasa veloz por delante de nuestros ojos.
Cuando pasa el "coche escoba", el tráfico se despeja y podemos volver a casa.
Son las 12:20 horas
Un paseo bonito y asequible. 
Un terreno recóndito que merece la pena conocer. 







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