Domingo, 25 de abril de 2021
Esta mañana hemos tenido dudas sobre el tiempo.
La amenaza de lluvia no era muy fuerte y el deseo de visitar la última abejera de la que nos han hablado ha hecho que metiéramos el paraguas en la mochila y nos aventurásemos a salir al campo.
Son las 08:00 horas. El cielo está muy nublado, pero no llueve.
Cuando corran los canales no salgas de tus umbrales.
La temperatura es agradable: 11º y apenas sopla aire.
La presa de Rekarte baja alegre. No son los grandes caudales que hemos visto otras primaveras, pero tampoco se da la sequía de algunos inviernos recientes.
El viejo camino de Pueyo está muy arreglado.
El antiguo molino de Makotxa está solitario.
Juanjo nos cuenta lo que le han dicho su dueños actuales: en el interior, no queda ningún vestigio de lo que fue su actividad.
Desde este lado, el Cidacos es un espectáculo. Una gran poza remansa el agua para disfrute de pescadores y bañistas.
Nos acercamos a las ruinas de la ermita de Santa Catalina. Son las 09:10 horas.
Fernando Pérez Ollo en su magnífico trabajo "Ermitas de Navarra" nos dice que, cuando se hizo el censo de 1797, ya estaba derruida.
Damos una vuelta por sus ruinas y apreciamos el amplio recinto que ocupa el cerro.
Volvemos al camino y después orillamos una pieza.
Por camino viejo llegamos a una finca particular.
Hay una caseta circular de piedra que nos recuerda, aunque ésta tiene mas altura, a la que hay en el cruce de caminos entre La Sarrea y Buskil.
El trabajo es una maravilla. Levantada con mucho gusto, embellece el entorno. Nos alegra ver que todavía hay personas que buscan enriquecer el espacio natural.
10:10 horas. Fuente de Turrustaldia.
De su caño sale un chorro de agua fresca y cristalina.
Es hora de almorzar y en su mesa circular, antigua piedra de molino, bajo un gran plátano, hacemos una parada.
La ermita de Santiago, desde lo alto, no pierde detalle de lo que acontece en el valle.
La mañana sigue gris, pero no se decide a llover.
En varias zonas del cielo vemos que "está delgao". Buen augurio.
Seguimos camino adelante en dirección O.
En un cruce de caminos nos paramos ante la cruz que recuerda a Eulogio Olcoz.
Cuenta Juan Carlos Aierra en su libro "En un lugar de Pueyo... " que este hombre falleció un 7 de agosto de 1878, a la edad de 37 años en su viña de la Solanoa.
El lugar, como siempre que pasamos por aquí, está limpio y bien cuidado.
Seguimos un poco más por el mismo camino hasta un cruce que desciende. Lo tomamos.
Un poco más adelante de un campo de lavandas, se encuentra nuestra siguiente parada.
Año 1925. Santos Ayerra Navarlaz y Matías Ayerra, sorprendidos cazando con hurón y dos perros en Solanoa; a Santos que blasfemó y faltó al respeto desobedeciendo a los guardas de Tafalla, e interviniendo en la cuestión su padre Matías, defendiendo a su hijo. 25 pesetas por el hurón, 5 por blasfemar y 5 por falta de respeto. (Juan Carlos Aierra, En un lugar del Pueyo...)
11:15 horas. Corral de La Palaciana.
Está completamente en ruinas. Por sus dimensiones, creemos que tuvo que ser uno de los corrales de importancia en Pueyo.
Damos una vuelta por su exterior y continuamos descendiendo.
En la zona donde desaparece la senda, el arbolado es escaso y las piedras abundantes.
Una de ellas, con una forma singular, llama nuestra atención.
Echándole un poco de imaginación, nos recuerda a la cabeza de un jabalí.
El barranco de Valdetina baja cantarín. Lo cruzamos y salimos al camino, junto al desvío que sube a la Gariposa.
Unos metros más adelante, un camino a la dcha. nos invita a subir.
11:55 horas. Abejera de La Pedrera.
Recostada en la ladera que la protege del cierzo, la vieja colmena resiste el paso del tiempo y el abandono.
Junto a ella hay una pequeña balsa, necesaria para la vida de las abejas.
En su interior, se pueden apreciar las celdas donde se introducían los capachos de los que se colgaban los panales.
En la amplia era, junto a la abejera, la primavera muestra las plantas en flor.
Las flores lilas del lino
compiten en belleza con los jacintos silvestres.
Volvemos al camino y salimos a Makotxa.
12:20 horas. De nuevo en la presa de Rekarte, la inconfundible silueta de la caseta del riego nos anuncia que nuestro paseo, que no ha sido pasado por agua, ha terminado.
Una bonita ruta para hacer en cualquier época del año.
En este enlace se puede ver el recorrido de hoy.
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