Domingo, 9 de mayo de 2021
Hoy vamos a tirar de archivo y hacer una ruta cercana de las de "para cuando el día viene complicado".
Sergismundo hace tiempo me mandó una subida a Moncayuelo desde la Venta de San Miguel.
Un recorrido desconocido y que resulta interesante porque accederemos desde una vertiente distinta de la habitual.
Son las 08:30 horas. Aparcamos en la Venta de San Miguel.
El día está muy nublado. En el trayecto ha habido que utilizar el limpia parabrisas en algún tramo.
Ya viene mayo por esas cañadas, espigando los trigos y granando cebadas.
La temperatura, aunque fresca, es agradable.
Cruzamos la carretera que va a Peralta y comenzamos.
El primer tramo está un poco "patas arriba". Las obras del TAV han transformado el paisaje y nuestro camino nos lleva a cruzar un enorme túnel de hormigón.
Caminamos por la Cañada Real de Tauste a Urbasa y Andía. La misma por la que tantas veces hemos transitado en nuestro paseos por El Saso tafallés.
Un mojón de muga nos indica que estamos en la raya con Olite.
La mañana parece que aguanta. Hacia el S. el cielo es plomizo, casi negro.
En el N. está más blanquecino y "delgao". Mientras no llueva, continuaremos la ruta.
Una señal metálica nos hace detenernos.
Por aquí también pasa uno de los diez Caminos de la Vera Cruz.
Este en el que nos encontramos es el nº 1 conocido como De los Templarios desde Roncesvalles.
En lo que toca a Tafalla, se pueden encontrar señales de este mismo camino en Candaraiz y La Sarda, por donde transcurre.
Escondidos entre las hierbas, van apareciendo algunos hitos de cañada.
Antes de llegar al desvío a la izda. que tomaremos, nos topamos con un poste en mal estado, indicador del Camino de la Vera Cruz.
Comenzamos a subir hacia el O.
El parque eólico de Moncayuelo nos da la bienvenida agitando sus aspas rítmicamente.
La punta donde se halla el vértice geodésico asoma tímidamente, encogido por los gigantes pintados.
Las tablillas de los cotos y las viejas piedras de las mugas se arraciman en el borde del camino.
El mal llamado monumento a Abderramán III está expuesto a todos los soles, aguas y vientos. Lo rodeamos para poder leer su texto.
Comienza a llover.
08:20 horas. Moncayuelo (498 m)
El paisaje, desde su cima, se abre en toda la extensión que abarca la vista.
Las tierras del Saso verdean en sus suaves lomas. La cortina de agua que poco a poco llega va ocultando los caseríos. Hay que bajar.
El artículo 3º del Reglamento de 1911 consagra la división del Saso en parcelas de diez robadas adjudicando una de cada clase a los vecinos con derecho; dispone de la siembra de cereales o de otra planta anual y por el sistema de año y vez; las adjudicaciones sería por ocho años. Se consideran beneficiarios, o sea con derecho a disfrute a todos los vecinos con residencia de dos años, que sean mayores de 25 años y constituyan fuego o familia separada; y que cumplan con los requisitos administrativos y fiscales (...) (Felpie Esquíroz)(La Reforma de los Comunes Agrarios de Navarra y otros temas)
El camino es bueno, adaptado a las necesidades del parque eólico.
Encontramos un pequeño grupo de encinas y nos cobijamos para echar un bocado.
La lluvia fina no cesa. A veces para, y es un alivio para continuar la vuelta.
Descendemos una ladera, sin senda, y volvemos otra vez a la Cañada.
El suelo ha cambiado. El barrillo que se está formando hace más laborioso caminar.
La "lapaña" se pega a los pies y buscamos la hierba en los orillos .
Una vieja piedra, cuarteada por tantas horas de intemperie, indica que estamos a punto de terminar el recorrido.
Por debajo del túnel del TAV, salimos a la carretera y llegamos al coche.
Son las 11:20 horas. Nos hemos mojado, pero hemos disfrutado de una excursión corta y cercana a la que pensamos volver en mejores condiciones.
El entorno, el paisaje y los caminos cargados de historia lo merecen.
En este enlace se puede ver el recorrido de Sergismundo que es el que hemos llevado nosotros hoy.
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