martes, 20 de julio de 2021

Otra abejera en Valdelobos



Domingo, 18 de julio de 2021


Jueves 15 de julio. Suena el teléfono y contesto. 

Es Tomás. Se ha enterado de la limpieza de la abejera de Froilán en Valdiferrer y me llama para decirme que junto al barranco de Valdelobos, en su finca, tiene una abejera antigua que igual no conocemos. 

Doy un respingo y le digo que no. Le lanzo una batería de preguntas: ubicación, por dónde se llega mejor, si está activa, ... 

Domingo. Son las 08:00 horas. El termómetro marca 19º y el cielo está despejado. No pensamos pasar mucho calor porque hoy la vuelta es corta y el suave y agradable cierzo permite salir al campo sin agobios. 

Dijo el grano al sembrador: con un grano o con dos, en julio estaré con vos. 

Salimos.

En la rotonda del polígono de la Fuente del Rey nos detenemos un momento. 

La recuperación y colocación de la antigua noria de Larrain fue un acierto. 

Mirando con detenimiento se puede apreciar el sistema, simple y a la vez complejo, que permitía sacar la tan necesaria agua para el regadío.  

La parada en la Fuente del Rey casi es obligada. 

Han segado la hierba y adecentado el lugar.

En el suelo no se ve ni rastro de basura. De todos depende que permanezca así porque cuesta muy poco utilizar las papeleras o, mejor aún, retirar cada uno los residuos que genere. 

Cruzamos el túnel de la autopista y giramos a la izda. 

En las fincas de La Navilla no se oye a nadie. Caminamos por buen camino hasta llegar a un desvío a la dcha. que sube por el cerro. 

09:00 horas. Abejeras de Valdelobos. 

Antes de llegar a la abejera que me dijo Tomás, hemos querido dar una vuelta por estas dos joyas a este lado de la autopista. 

Primero visitamos la "más nueva". 

Está activa, por lo que mantenemos una prudencial distancia. En este abrigo la temperatura es alta y las abejas están en plena actividad. No les suele hacer gracia la presencia de extraños. 

En la misma línea, hacia la izda., se encuentra la "abejera vieja".

Está muy deteriorada pero conserva un encanto que la hace especial. 

Sería muy beneficioso para todos poder llegar a un acuerdo con el actual dueño y acometer una restauración. 

Salimos al camino principal. 

En ascenso, nos lleva hasta el puente que cruza la autopista. 

A nuestros pies el tráfico es intenso. Se nota que es fin de semana en tiempo de vacaciones.

La ermita de Santiago en Pueyo se asoma por encima del cerro. Hemos entrado en su término municipal y asume el papel de vigilante. 

La pista desciende trazando una amplia curva. 

Llegamos a la altura de la carretera NA-121 y torcemos a la izda. 

09:50 horas. Tejería. 

La instalaciones están cerradas porque la actividad cesó hace algunos años. 

Año 1949: Carlos Lerga Murillo pidió 300 metros cuadrados de terreno para la construcción de una fábrica de tejas y ladrillos. Poco después se dio de alta. (José Ramón Aierra Guillén. Pueyo-Puiu. La tecnología y el mundo rural del siglo XX)

El camino discurre paralelo a la fachada de los edificios y se adentra en el pinar dando vista a la base del puente que salva la vía férrea. 

Buscamos una sombra y reponemos fuerzas. 

La mañana sigue siendo agradable para andar. El cierzo no ha parado y ayuda a mitigar el día caluroso que sin él sería poco soportable. En el N. han desaparecido las nubes que coronaban por la mañana las cimas de Alaiz. 

Tenemos enfrente una chopera y vegetación en abundancia. A esta zona, en los años sesenta, se le llamaba en Tafalla "la Costa Azul". Todavía no se había hecho el Complejo Municipal Ereta y las piscinas particulares eran un lujo al alcance de muy pocos. La juventud se acercaba hasta aquí a bañarse en las frescas pozas del Cidacos. La arena de las orillas contribuía a echarle imaginación inspirándose en el cine y las revistas. 


Seguimos en dirección S. 

Una curva a la izda. nos aleja del camino principal y continuamos por camino viejo. En la finca de al lado un colmenar moderno, de cajones, nos confirma las indicaciones que nos había dado Tomás para llegar a nuestro objetivo. 

10:40 horas. Abejera de Valdelobos. 

No es muy grande pero está bien conservada. 

Tiene tres filas de piqueras. 

En su lateral izda. está la puerta. 

El hundimiento que se ha producido en esa esquina impide ver el interior. El padre del propietario hizo un refuerzo para sujetar el techo, pero con el paso del tiempo cedió y vino el derrumbe. 

Le mando las fotos a Tomás y me llama. 

Tenemos una larga conversación. A distancia, nos va guiando por el interior de la finca y descubrimos olivos, nogales, ciruelos, manzanos, ...

Juanjo llama mi atención sobre una planta que dice que es una rareza en estos parajes. 

Se trata de una Centaura menor roja. La verdad es que sus flores son una preciosidad. 

Nos acercamos hasta el cauce del barranco de Valdelobos, donde la espesura impide ver su lecho. 

Satisfechos por el hallazgo, nos marchamos y decidimos acortar la vuelta. El calor empieza a apretar. 

Cruzamos, con muchas precauciones, la vía férrea y por una senda marcada salimos a la carretera. 

Desde este lado conseguimos ver el túnel del desagüe del barranco. 

Un poco más adelante del mojón Tafalla - Pueyo ,entra un camino al Congosto. 

Volvemos por él contemplando los huertos. Algunos están dedicados al cultivo de hortalizas, pero una gran cantidad se han convertido en fincas de recreo. 

Salimos de nuevo a la carretera y llegamos al Puente de la Panueva. 

Son las 12:00 horas. Buscamos la sombra para entrar en el pueblo. 

La mañana ha sido placentera y fructífera. No todos los domingos descubrimos algo nuevo en nuestro término. 

En este enlace se puede ver el recorrido de hoy. 















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