Domingo, 18 de diciembre de 2022
Domingo antes de la Nochebuena.
Como todos los años, al mismo tiempo que los montañeros navarros suben a Aralar, nosotros iremos a Las Rocas.
Nos gusta recordar a un familiar fallecido que, en su infancia, acostumbraba a pasear por allí.
Pomposamente, llamaba a este sitio "los santos lugares".
Son 08:15 horas.
El día está despejado. El termómetro avisa de que solo son 4 los grados de temperatura, y hay que salir abrigados.
En diciembre, nevadas y migas almorzadas.
Apenas si anda viento. Vamos a tener una buena mañana para andar.
Los carrizos en la balsa de Galloscantan tienen un color rojizo debido al frío. Como cada año, esperan estoicamente a que pasen estos largos meses invernales para reverdecer en primavera.
En Margalla, imponen el silencio y la soledad del cementerio.
Cruzamos la carretera y, en finca del Planillo, a pesar de que somos viejos conocidos, los perros nos ladran con desidia.
El sol se está peleando con las nubes altas porque quiere iluminar la hondonada de La Laguna.
Dominando la llanura, el Caserío se cobija asomándose a las laderas de Don Galindo y Lazarau.
Seguimos por el camino principal que asciende suavemente.
A nuestra izda. el Prado de Rentería es una alfombra verde y oscura que amarilleará cuando llegue la calor, como sólo la colza sabe hacerlo.
El pino solitario, en lo más alto de Las Rocas, nos guía hasta nuestra primera parada.
Caminamos por un terreno desolado por el fuego. Los escasos árboles se han quedado sin vida, calcinados por un incendio devastador.
Las ramas de las coscojas, duras y ennegrecidas, defienden con saña su espacio con la certeza de que de sus raíces brotarán renuevos que volverán a teñir de verde estos cerros.
09:20 horas. Alto de Las Rocas.
El pino, seña de identidad de este lugar, tampoco ha podido resistir a las llamas.
El hito de la cañada y la base del que fuera un pequeño vértice geodésico siguen ahí, aunque mas desnudos.
Nos asomamos al borde. La vista merece la pena.
El Prado de Rentería y las fuentes de Porputiain, por las que pasaremos más tarde, dan paso al Muladar y a Romerales.
En Candaraiz las nieblas están agarradas.
Seguimos nuestra ruta.
Nos detenemos en uno de los portillos para observar, con tristeza, los restos calcinados de la sabina. Era el ejemplar de esta especie con más porte. El fuego ha acabado con él, aunque no con nuestra esperanza de que vuelva a brotar con más fuerza.
En el prado de Valditrés no hay nadie.
Nos acercamos hasta la fuente levantada recientemente en el lugar donde estaba lo poco que quedaba de ella.
10:00 horas. Fuente de Valditrés.
Levantada por el Voluntariado Medioambiental de Tafalla, la construcción es magnífica.
Es interesante comparar el estado en que se hallaba
Con esfuerzo, tesón e ilusión, este grupo de personas, desinteresadamente, han hecho que este rincón sea de obligada visita.
La diferencia es notable.
Volvemos hacia el Prado de Rentería.
Encontramos un camino bueno, pero termina en una pieza.
Hay que orillar el sembrado y ahí comienzan los problemas. El barro se agarra al calzado y caminar se hace pesado.
Salimos a terreno lieco y nos acercamos hasta una balsa.
11:10 horas. El terreno está impracticable. El agua ha convertido este espacio en una auténtica badina.
Hay que hacer la fotografía de la balsa de Porputain a cierta distancia porque es imposible acercarse.
Por medio de un pequeño pinar calcinado y buscando las orillas más herbosas, llegamos a un camino que nos conduce al que va paralelo al Prado de Rentería.
24 de junio de 1523. Carlos V (...) Que los alcaldes que ha sido de la fortaleza de la dicha villa antes de que se derribase gozaban de un alguacilazgo que hay en la feria de de la villa y de un término que se llama el Planillo y me suplicasteis que os hiciese merced del dicho alguacilazgo y término... porque por ello venía mucha utilidad e interés a ella por reparo de muros y pasto de vuestros ganados... consultado por haceros merced y bien acatando vuestros servicios... os hago merced del dicho alguacilazgo y del dicho término del Planillo y gocéis... etc (Historia de Tafalla)(R.P. José Beltrán)
Subimos al Planillo y llegamos a la carretera de Miranda de Arga.
Un cartel en buen estado anuncia el itinerario de Beratxa.
Nos detenemos a mirarlo. La información recoge también datos que quedan fuera del itinerario. Incluye Candaraiz, Romerales y La Laguna. Una feliz iniciativa para situar al caminante y proponerle visitas a lugares de interés.
Volvemos por Galloscantan y entramos en el pueblo.
11:50 horas. La cuesta que baja hacia la Pesquera y el Abaco se ha llenado de unifamiliares. El Alto de las Cruces, desde este lado, muestra su lado más descarnado. El cielo con un brillo mortecino anuncia la inminente llegada del invierno.
En este enlace se puede ver el recorrido de hoy.
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