domingo, 23 de enero de 2011

Portillo del Sastre -Buskil-Valdetina



Por fin puedo salir al campo. Una gripe traicionera y medio asesina me tumbó en la cama a primeros de año y me dejó hecho unos zorros. Me apetecía mucho ir al Saso a buscar el pozo Zacanatero junto a la balsa de Justo. Con esa idea le llamé ayer al Templao.
- "Nada de al Saso. Con este frío nos vamos a helar en ese desolado. Iremos al Buskil por el Corral de los Toros"- me replicó.
Como tengo claro que el que manda... manda, acepté sin rechistar. Tampoco se está mal por el Carasol del Monte y Valdetina. Le llamé a Juanjo y me dijo que de acuerdo.
Son las 08,00 horas. Hace frío. Magán marca -1º y la farmacia -2º. Me pongo el gorro y los guantes y me voy a la Plaza. Allí están esperándome El Templao, Goyo y Juanjo. Subimos por la calle Mayor hasta el cruce de las siete calles y por la urbanización de Las Torres, continuamos junto al corral de Chera y bajamos a la carretera de Artajona.
A las 08,25 horas pasamos por la estela de Juan Sagardoy y cinco minutos más tarde tomamos el camino de la derecha que nos llevará hacia el canal.



Pasamos por una pieza que el Templao nos dice que era de su familia.
La mañana está en calma. El frío es intenso. El Gurrutxo se deja ver entre dos encinas. Solitario y en ruinas parece implorar una rápida reconstrucción antes de quense venga abajo y lo perdamos para siempre.





A las 08,40 horas cruzamos el puente del canal. El nivel del agua no está muy alto. Nos adentramos en el Carasol del Monte y llegamos al Corral de los Toros. El día 26 de Diciembre estuvimos Juanjo y yo viendo la caseta-torre que está un poco más arriba del corral. Como el Templao y Goyo no vinieron a aquella salida, los llevamos hasta allí para que la vean.



08,55 horas. Caseta-torre. Volvemos a disfrutar de sus ruinas. Hemos seguido rebuscando documentación sobre ella y no hemos encontrado nada. La entrada está orientada al E. Tiene unos siete metros de altura y se ve que el tejado era a un agua. Está rodeada de encinos. Salimos de allí y el paisaje que se disfruta es fantástico. Los sembrados verdean y los quejigos, compartiendo espacio con las encinas, nos muestran sus tonalidades marrones. En el cielo limpio que tenemos hoy, la luna, asomada encima de Beratxa, se resiste a marcharse y dejar sitio al sol para que caliente la mañana.
Volvemos sobre nuestros pasos y poco antes de llegar al Corral de los Toros, tomamos un camino que asciende en dirección N. y que nos llevará a Buskil. Pero antes tenemos que atravesar una extensa llanura que une las laderas de Buskil con Tajubo. Estamos en el Portillo del Sastre. "Depresión entre dos altos (628 y 613 mts. respectivamente) en el Monte, por el que pasaba el camino de al carretera de Artajona a Valdetina. Un mojón en la divisoria de los términos de Tafalla y El Pueyo está en el portillo denominado del Sastre (año 1796)" (J.M. Jimeno Jurío)(Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla). Este camino nos lleva entra campos de cereal hasta introducirnos en la falda del Monte Buskil. El trayecto se pone cuesta arriba. Las conversaciones se espacian y definitivamente se paran. Salimos a una pieza enorme que está labrada y despacio, cada uno por su lado, llegamos a los primeros coscojos que anuncian que la cima está próxima.





09,50 horas Buskil. Mi gps marca 632 mts. de altitud. Paramos a tomar un bocado. La mañana ha mejorado algo. El campo está precioso. Sin ruidos, tan quieto. No vuelan pájaros. No se oyen tiros. No anda aire. La naturaleza nos está invitando a que la contemplemos. Nos callamos. Pocas veces podemos disfrutar de un día así.
Decidimos volver. Al movernos un pájaro negro salta de unos ginebros. Juanjo dice que es un grajo y que ya se sabe: "Si el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo" y añade "y si los grajos llegan a los balcones, hace un frío de tres coj...."
Entre piezas labradas y sembradas llegamos a la fuente de Valdetina. Son las 10,30 horas.





Los dos caños echan agua, pero poca. Va a hacer falta mucha humedad para recuperar los manantíos.
Bajamos en dirección Tafalla. El camino discurre entre viñas y sembrados. Pasamos por debajo del encinar de La Gariposa y salimos al camino de Macocha. Pasamos junto al Molino de Macocha y llegamos a la presa de Rekarte. Son las 11,20 horas. El agua salta la presa. Por lo que vemos, la fuente no ha sido reconstruída.
Entramos en el pueblo y por los Jardines, a las 11,30 horas llegamos a la Plaza.
Nos sentimos unos privilegiados de haber podido disfrutar de una mañana de invierno por el campo. Con sol y hielo. Un viejo conocido me dijo una vez que para él un día de sol en invierno vale más que diez en verano.



Portillo del Sastre-Buskil-Valdetina at EveryTrail
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