domingo, 19 de junio de 2011

A Ujué por nuestros montes y cañadas





El 24 de Abril de 1987, en la antigua revista Merindad, me publicaron el itinerario de Tafalla a Ujué por el monte. Aquel invierno, con la ayuda inestimable de amigos que me recogieron en el Alto de Lerga y en Ujué, tomé notas y tiempos, en dos jornadas mañaneras, para tratar de escribir lo más exactamente posible este trayecto, tan distinto, hasta la villa.

Eran tiempos en los que no se habían instalado los parque eólicos. Los caminos eran de labranza y del antiguo molino de Olleta no quedaba más que la base de piedra. Tampoco existía Google y la palabra gps no estaba en nuestro vocabulario. Después de la publicación en la revista fui muchas veces con amigos, familiares y conocidos. A todos les pareció un recorrido increíble. La última vez, hace algunos años, con el Templao y sus yernos, Alberto y Goyo.

Mi buen amigo Juanjo, a quien le dediqué el itinerario en el 87, no pudo hacer el viaje con Los Doce este año. Decidimos subir hasta el Santuario por el monte para que conociera, de paso, esta parte extraordinaria de Tafalla y sus alrededores.

Ayer por la noche le llamé al Templao. Llevaba un par de semanas sin hablar con él. Me dijo que se encuentra muy bien. Le animé a que retomara los paseos dominicales. Tiene visita médica la semana que viene y me contestó su clásico "ya veremos". Al saber nuestros planes para hoy, manifestó su envidia y recordamos aquella excursión con sus yernos.

Son las 05,45 horas. Magán marca 14º y la farmacia 12º. Comienza a amanecer y se ve el cielo limpio. Juanjo acude puntual a mi casa y salimos. Bajamos las escaleras del Conde y nos vamos por el "paseo marítimo" hasta la nueva urbanización. De allí salimos a la Fuente del Rey y comenzamos a subir por Valgorra hasta llegar a Pozuelo. Algunos campos de cebada están ya cosechados. Sopla un cierzo agradable que nos hace más llevadera la marcha. Por un rastrojo, una perdiz asustada, sale corriendo a refugiarse en una viña cercana.






El camino sigue ascendiendo. Atravesamos una pieza de trigo y llegamos a la Cruz de los Mugas. Son las 07,10 horas. Apenas paramos y tomamos el camino de la izda.

Con el pinar a la drcha. la pendiente se hace cada vez más fuerte. Llegamos a unas rocas que están a la izda. Alguna vez hemos parado ahí a almorzar cuando íbamos solamente hasta Guerinda. Penosamente, conseguimos llegar a los molinos. Contemplamos la otra vertiente. Debajo está Sansoain, un poco más allá Bézquiz y a su izda. Benegorri. Vemos Maquirriain y Amatrian, y al fondo la Sierra de Alaiz, la Higa y la Peña de Izaga. Hacia el sur hay brumas. El Moncayo apenas se distingue. El día viene de calor.








Seguimos adelante y entre molinos y campos de labor llegamos a la cima de Guerinda. Mi gps marca 839 mts. y son las 08,05 horas. Buscamos un abrigo del cierzo y paramos a echar un bocado.

En el mirador de al lado hay una panorámica que nos da información de lo que tenemos enfrente. La laguna de Pitilas, a pesar de la sequía, pone el contrapunto azulado en medio del cereal.

Seguimos y llegamos al otro mirador con la panorámica hacia el N. Nos detenemos un momento y continuamos por los caminos de los molinos.

Más abajo, en el camino principal, varios vehículos todo terreno circulan velozmente en nuestra misma dirección.

Bajamos a ese camino. Cuatro clicoturistas de Tafalla nos adelantan. Uno de ellos nos saluda ruidosamente. Es Javier Zufiaurre.

Entramos en una zona algo diferente. El roble y el boj abundan. Atrás hemos dejado el pino y la ilaga.








A las 09,15 horas llegamos al Molino de Olleta. El arquitecto Iñaki Urquía lo diseñó basándose en planos de los molinos manchegos, porque de éste no quedaba nada, pero le dio el estilo de aquí. Mi cuñado Inchaurrondo hizo todo el trabajo de madera y ha quedado un edificio magnífico. Colegios y otros grupos concertan visitas guiadas y aprenden los entresijos de la antigua molinería.

"Yo sueño que en melodías radiantes de mayo, la sierra de Guerinda o Molino, el viento gozará a sol pleno con las risas y juegos de todos los niños de Navarra, aprendiendo en plena naturaleza el proceso milenario de cómo granos, infinitos de trigo dorado y áspero se hacían polvo blanco de harina volátil y sedosa para poder comer "el pan de cada día". Y, cómo al atardecer, en el silencio de la sierra callada y el molino quieto y mudo, se oirán los ecos de un mozo en ronda de amores: Vente conmigo al molino/y serás mi molinera/ echarás trigo en la tolva/ mientras yo pico la piedra" (P.M. Flamarique Zaratiegui)(Cajón de sastre tafallés)

En lugar de seguir por el camino-carretera que nos sacaría a la de Olleta, seguimos de frente, sin perder altura, orillando varios campos de cereal y salimos bastante cerca del cruce de carretera San Martín-Lerga-Olleta. En esta altitud los trigos todavía verdean. La cosechadora tardará en visitarlos.

Deberíamos de haber bajado hasta San Ginés para empezar a subir desde allí al Txutxo, pero tomamos el camino de la derecha en el mismo alto de Lerga y nos liamos un poco. Este pequeño despiste nos costará llegar veinte minutos más tarde a Ujué.






Cuando enmendamos el error comenzamos a subir hacia Txutxo. La pendiente es matadora. Vamos siguiendo los caminos de los molinos. El cierzo ha parado y el calor empieza a apretar. El cansancio también ayuda a hacer mas fatigosa la subida. Pero aparte de las cantimploras, hay algo que nos reconforta; disfrutar desde aquí de toda la Val de Aibar es un privilegio.







Por fin llegamos a la cima. Son las 10,40 horas. El vértice geodésico está rodeado de robles. Todavía está colocado el buzón de la S.M. Alaitz que pusimos en una Fiesta del Finalista de hace mas de 20 años. Según mi gps estamos a 932 mts. de altitud

Poco a poco recuperamos el resuello. Tenemos muy cerca Ujué. Por la antigua senda del monte bajamos sin dificultad.










Cuando llegamos al primer molino nos paramos ante la cruz de piedra, que tiene un brazo más corto que el otro, y que pide, humildemente una Salve. Por el viejo camino de herradura que está a la izda. continuamos dirección Ujué. Poco a poco se va desviando hacia la dcha. para sacarnos a la carretera pero, junto a una pequeña balsa, sale otro camino a la izda que, ascendiendo, nos volverá a llevar sin pisar asfalto.

Este tramo está más abandonado que los anteriores. Enseguida nos vuelve a poner en la misma disyuntiva que el anterior. Salimos a la carretera o ascendemos por el de la izda. al cementerio. Nos decidimos por la primera opción. Enseguida me suena el móvil. Es Inma preguntando por dónde vamos. Estamos a 5 minutos de la Cruz. A las 11,25 horas llegamos a ella y le damos el beso del saludo.








A las 11,45 horas entramos en el santuario. En la misa, se están dando la paz. Nos sentamos en el último banco. Hoy han subido los de Barasoain. Es la última romería que se celebra este año, desde que el uno de Mayo las iniciara Tafalla.

Terminada la misa saludamos al amigo Mikel Burgui, al "hermano" Ignacio Carro y al pariente Alfonso Iriarte y salimos a la calle, pero antes, me acerco a tocar la pila bautismal. La trajeron de la iglesia de Benegorri; en ella bautizaron a mi madre.

En el coche de Rosa y Juanjo volvemos a Tafalla. Nos hemos dado una buena paliza. El gps marca que hemos andado 24,6 kms.; además subiendo Guerinda y Txutxo. Pero ha merecido la pena. De vez en cuando viene bien hacer una salida de éstas.



A Ujué por nuestros montes y cañadas at EveryTrail
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