domingo, 5 de junio de 2011

A la sombra de Valdiferrer









El sábado estuvo algo revuelto. Cayeron cuatro gotas y el cielo se puso oscuro y amenazador. Las previsiones de lluvia para hoy eran inciertas. Entre el 45% y el 55% de probabilidades de lluvia. No entraba en nuestro planes dejar de salir al campo. No pude hablar con el Templao. Supongo que seguirá bien. Hoy nos vamos por el Vaquero a Valdiferrer. Hace tiempo que no visitamos el caserío y... ya le toca.

Son las 08,00 horas. Magán marca 14º y la farmacia 13º. El cielo está limpio. Va a hacer bueno. Inma y yo nos juntamos con Juanjo y Rosa, que ya nos están esperando en la puerta de su casa. La excursión de hoy va a ser "familiar".

Subimos por la carretera de Artajona y cuando se termina el polígono tomamos el camino que asciende por el Vaquero. Las cebadas están cabizbajas; ha hecho demasiado calor y no han recibido suficiente agua. Están muy secas. La semana que viene, si deja el tiempo, van a empezar a cosecharlas. En el campo ya no van a mejorar y lo peor que puede pasar es que caiga un nublado y las malogre.

Cuando llegamos a lo alto de la cuesta tomamos el camino de la izda. Hay varias fincas cercadas.








En una de ellas, unos potros están tumbados o comiendo paja. Cuando se dan cuenta de que me paro a hacerles una foto, dejan lo que están haciendo, se acercan a la valla y con ademán "postinero" me muestran su mejor perfil.

A las 08,25 horas cruzamos el canal, que en este lugar va subterráneo. Tiene una bajada espectacular. Seguimos en dirección E.




Diez minutos más tarde estamos en la cruz de Corpus Alegría. El alambre rodea, desnudo, la cabeza de la cruz. Cortamos unas ramas de romero y las unimos a un ramillete de manzanilla en flor. Vuelve a estar de nuevo adornada.




Seguimos adelante. A nuestra izda., en un carasol, está la Abejera de Garbayo. Rosa e Inma no la conocen. Bajamos a visitarla. Son las 08,40 horas. El calor empieza a apretar. A nuestras mujeres les gusta la abejera, aunque Inma reconoce que es más bonita la que visitamos el domingo pasado en Valmediano.

Desde aquí divisamos el corral en ruinas, del que no hay manera de saber el nombre, y decidimos subir a echarle un vistazo. Nos sigue sorprendiendo su construcción. Parece que tuvo

o su importancia y además, por sus paredes y distribución, tuvo que estar habitado. Hacia la parte de Yoar las nubes están fuertemente agarradas, en cambio, hacia el N. la visibilidad es total. Tenemos de frente San Pelayo, Izaga, la Higa y la Peña de Unzué; y mucho mas cercano, humilde y solitario, el Corral de la Quitana al que contemplamos con cariño. En este punto estamos a 516 mts. de altitud.



Valdiferrer está a tiro de piedra. Orillando un par de piezas salimos al monte de chaparros e ilagas y después al camino, un poco más abajo de la balsa, que en este tiempo tendrá el agua corrompida.







Por camino ancho comenzamos a subir. A nuestra izda. dejamos una pieza plantada de lavanda. Las matas están floridas y hermosas.

Son las 09,30 horas. Estamos en el Caserío de Valdiferrer. Le propongo a Juanjo que rodeemos el caserío por el lado N.




Descubrimos el pozo. No tiene tapa y un par de tejas y un palo sirven de protección. Es muy profundo y muy ancho. No tiene agua. Las paredes está bien construidas. Suponemos que sería de aljibe. Lo llenarían con el agua recogida de los tejados y metiéndole paladas de nieve. Caben unos cuantos metros cúbicos de agua. Aprovechamos que el día está de bochorno para quedarnos a almorzar encima del pozo.

A la sombra de los cipreses y resguardados del aire, cualquier cosa que lleves en la mochila sabe a gloria.

Encima del caserío hay una bifurcación de caminos. Tomamos el de la izda. que nos lleva, en fuerte descenso, hasta la carretera de Estella. Esta zona es dura, erosionada. Las repoblaciones forestales han hecho mucho bien a este terreno.

A las 10,2o horas cruzamos el puente de Valditrés. El barranco tiene agua. En lugar de rodear el pinar por Porputiain, decidimos tomar el segundo camino a la izda que asciende entre los pinos.










Es un acierto. Descubrimos una zona distinta. Antes de adentrarnos en el pinar nos detenemos ante varios olivos asilvestrados. Están en flor y no los poda nadie. Sus ramas tiran para arriba buscando la luz. Son unos ejemplares singulares. Seguimos ascendiendo.










Se ha hecho algo de limpieza en el monte y alguien, para entretenerse, ha tallado a motosierra un tronco tirado. Parece un totem abandonado por su seguidores.

Salimos al camino que atraviesa los Altos del Planillo. Ahora nos dirigimos en dirección O.

"El nombre fue aplicado a la parte oriental llana próxima a Margalla; hoy se designa un espacio bastante extenso. Lo domina las altiplanicies del Alto de las Cruces y del Monte Plano. De E. a O. va emergiendo un cordal de yesos, que separa el Planillo de Porputiain (S), por cuya cresta pasa la cañada de Roncal a Andía, perfectamente señalizada. El corte meridional fue denominado "Canto el Planilla" (J.M. Jimeno Jurío)(Toponimia Histórico-Etnográfica de Tafalla)

A las 10,45 horas llegamos al punto geodésico del que queda solamente la pequeña base. El gps marca 464 mts. Nos asomamos al cortado que da vista al Prado de Rentería. Queríamos que Juanjo y Rosa conociesen este lugar. El paisaje los atrapa. La vista es maravillosa. Abajo, en el Prado, los aspersores riegan sin cesar un campo extenso que suponemos plantado de girasoles. Tenemos enfrente la Laguna y su Caserío. Detrás, el Plano. A su lado Moncayuelo. Se ve la Cantera de Ros, algunos caseríos de Candaraiz, gran parte del Saso y si miramos hacia el N. vemos, en la lejanía, el caserío de Valdiferrer y nos sorprendemos de la vuelta que hemos dado.

Algo tiene el campo que te atrapa.

Hay que volver. La mañana va en bueno y nos queda todavía una "tirada".

El camino desciende suavemente.




Un trozo de ladera se ha quemado. No habíamos oído nada. Estos terrenos tan pobres necesitan esa vegetación; de lo contrario la lluvia arrastrará la poca tierra buena que tienen. Salimos al tramo que se ensancha y llegamos a las instalaciones del gas. Poco a poco, entre viñas, cebadas y futuros girasoles llegamos a la hípica. Un poco más adelante salimos a la carretera de Mirada y la cruzamos. Entramos en el camino de Margalla. Por Galloscantan y el Caracierzo de la Celada subimos a la cooperativa agrícola y entramos en los chalets. Son las 11,40 horas.

Hemos pasado una mañana estupenda. A Juanjo y Rosa les ha encantado descubrir el Alto del Planillo. Los cuerpos acusan el esfuerzo. Hoy ha habido que subir y bajar muchas cuestas.



A la sombra de Valdiferrer at EveryTrail
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1 comentario:

  1. Felicidades por tus excursiones, se nota que te gusta la Naturaleza.

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