lunes, 20 de mayo de 2013

Junto a Las Zorreras










Domingo, 19 de Mayo de 2013


A las 7,30 han cantado los auroros. Es Pentecostés. 
La mañana ha amanecido oscura y amenazante. 
Voy a salir a andar solo y me decido a dar una vuelta por el Plano y visitar los pinares de las Zorreras. Están haciendo aclareo y eso facilita la andada entre los pinos. 
A pesar de los 42 litros que han caído desde el martes, los caminos estarán buenos para andar. Sé que voy a meterme en algún barrizal pero..., es lo que hay. 
Son las 08,30 horas. Magán marca 9º y la farmacia 8º. El cielo está negro, plomizo. Hace frío. ¿Me dejará dar el paseo o se pondrá a llover en cuanto salga?
Al mal tiempo buena cara y paraguas en la mochila, guantes y chubasquero.




08,50 horas. En la finca de Txirolas no hay nadie. Los nogales que rodean el pozo, engañados por el amago de primavera,  han echado las hojas. La alfalfa de la pieza de enfrente está cortada. En la orilla del camino el agua baja veloz aprovechando la Cuesta del Melón. Subo por ella. 




A mitad del trayecto, tomo un camino antiguo a la izda. que pronto se convierte, entre encinas y coscojas, en senda. La hierba húmeda me empapa el calzado. Afortunadamente el goretex aguanta esta primera andanada. 






09,10 horas. Llego al Corral del Plano. Por su parte norte tengo el tejado a mis pies. Desde los Altos de la Guindilla hasta Ujué el paisaje es una cascada de nubes. En Alaiz y en la Valdorba serrana, el día también se ve complicado. Unas pocas gotas me ponen sobre aviso de que igual hay que volver para casa sin llegar a mi objetivo de esta mañana. La cosa no pasa a más. 
Camino junto a la reciente repoblación del Raso. La hierba se ha apoderado de la plantación. Salgo al camino principal que viene de la Cuesta de la Calera y me dirijo hacia el S.




09,40 horas. Al pasar junto a la balsa del camino de La Chiquitina, sé que estoy muy cerca del pinar. El camino desciende y comienzan los pinos. Si me metiera en la zona de la dcha. llegaría a la Punta de las Zorreras y al Alto del Predicadero junto a la caseta del Plano. Prefiero entrar a la izda., bajar a Cabriteras y subir de nuevo al Plano para tomar el sendero local N-170-A. 





Entre los pinos se hace difícil caminar. Las ramas desgajadas y rotas ocupan todo el suelo. Los pinos que han quedado en pie alternan con los tocones de sus hermanos a los que les han metido la motosierra. Las máquinas con sus ruedas de orugas han abierto una especie de camino para sacar la madera. El destrozo es inevitable. La lluvia abundante ha creado formidables barrizales en algunos tramos. 
Con la ayuda del bastón y echándole ganas, me voy acercando a la parte más alta. 
En esa zona, me decido a caminar por la línea que forman el final de la repoblación y el comienzo del soto-bosque. 
El Plano termina bruscamente en un terraplén. La orilla es un balcón al Saso. Estoy a 474 m de altitud.  





El Caserío de la Chiquitina aparece, de pronto, entre los pinos. En el pinar los pájaros se gritan unos a otros avisando de la presencia de un intruso. Como suponía, estoy solo en medio del arbolado. 
Decido seguir, malamente, entre los pinos en dirección E. Poco a poco comienzo a descender. 




Escondida y solitaria aparece en la hondonada Cabriteras. Hacia allí que voy. Una pieza en barbecho se interpone antes de llegar al camino. El piso está blando. El barro se agarra a los pies y multiplica el peso. Por fin salgo al camino. Dando patadas al aire para desprenderme del barrizal, llego expectante a la balsa.






10,35 horas. Balsa de Cabriteras. Como dicen que dijo Jesulín de Ubrique. "en dos palabras: im-prezionante". 
El agua llega hasta el borde del vaso. Medio metro más y entra en las casetas de los palomeros. He estado aquí muchas veces y la he visto llena y seca, pero como hoy, nunca. En Marzo del año pasado titulé una excursión: Paisaje lunar en Cabriteras. Recomiendo echarle un vistazo para ver lo que hacen las lluvias abundantes. 

"Balsa de Cabriteras. Antigua y famosa, situada en el llamado Monte Plano, un encinar de viejos árboles, cuya extensión es de 500 hectáreas. 
En lugar estratégico, una depresión que recoge las aguas de un importante sector.
Famosa, como hemos indicado, por la caza de palomas, muy importante, de la que se han beneficiado muchas generaciones de tafalleses, debido al emplazamiento privilegiado en que se encuentra. 
Citada, durante muchos años, con sentido de "excepción", en las disposiciones oficiales, que para la caza de la paloma se dictaban. 
La dotación de agua, para las corralizas de ganado lanar, primitivo objetivo de su construcción y emplazamiento, en la primera mitad del siglo XVI" (José Menéndez de Esteban)(Retazos de historia tafallesa).

Cuando bajaba del pinar a la balsa he visto que, enfrente, siguiendo la línea de los pinos, sube un camino que han hecho para la limpieza del monte. Por ahí subiré al Plano, pero antes, debajo de un encino para protegerme de la borrasquilla que empieza a caer, repongo fuerzas echando un bocado. 
Comienzo a subir por esa especie de camino-cortafuegos. Arriba se convierte en senda y salgo a un claro del bosque. 



Desde ahí no me resisto a hacerle otra foto a Cabriteras. Cuando salgo al camino del Sendero Local un perro, como una exhalación, brinca hacia mí desde un enebro. Me da un susto de muerte. Como me ha venido por la espalda, he pensado que era un jabalí o cualquier otro bicho de tamaño mediano. En la curva siguiente aparece el dueño. Me dice que el animal está inquieto. Lleva varios días sin sacarlo por culpa del agua y hoy no hay quien lo pare. Le digo de dónde vengo y me cuenta que él tiene un balcón para la paloma junto a la caseta del Plano. Hablamos de Cabriteras, de las repoblaciones y de que las coscojas se están apoderando de lo que se va limpiando.




Vuelvo en dirección N. para llegar de nuevo al Corral del Plano. El día está mejorando. Por la parte de Miranda y Berbinzana se abren grandes claros y el sol ilumina los sembrados. 
Me decido a bajar por el camino de Falces junto a la gravera. Un paseante, jadeando, sube el último repecho. Me saluda con la mano. 
Vuelvo para casa. El cereal está verde pero corto. El frío no le deja crecer. Los olivos, bien podados, parecen sonreir a las humildes matapiezas. El viento trae los gritos desde los campos de fútbol de la Eras.





12,00 horas. Fuente de los Falces. Me detengo un momento. Rebosa de agua. En la finca de Txirolas no veo a nadie aunque la puerta de la caseta está medio abierta. 
En el camino empiezan a verse algunas personas. Unos vienen corriendo y otros andando. 
A las 12,20 horas entro de nuevo en "los enredos" que decía el Templao. Está mejor día que cuando he salido, pero más parece marzo que mayo. 


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