Domingo, 17 de Noviembre de 2013
El Consorcio de Desarrollo de la Zona Media coopera con Cederna-Garalur en un proyecto muy interesante. Lo han llamado "Por nuestros caminos".
Pretenden, a grandes rasgos, recuperar viejos caminos que tengan cierta importancia etnográfica, histórica o de unión con otras localidades vecinas.
Pedro Leralta, concejal de Tafalla, me propuso colaborar en el proyecto.
Este blog pretende, en la medida de sus posibilidades, dar a conocer los caminos, fuentes, caseríos e incluso historietas de nuestro término, así que acepté encantado.
Le sugerí tres recorridos: De Tafalla a Olite por el Estremal; Valditrés-Romerales-La Laguna; y El Saso.
Como necesitan un mapa de los recorridos en cuestión y no tengo subidos a Wikiloc ni el de Romerales ni el del Saso, hoy nos vamos a dar una vuelta por las cercanías de Beratxa.
Son las 08,00 horas. Magán marca 8º y la farmacia 7º. El cielo está completamente cubierto. Hace frío y la amenaza de lluvia es real. Hoy salimos Inma y yo solos. Juanjo y Rosa tienen la Confirmación del hijo y están a lo que tienen que estar.
Subimos hasta la cooperativa del cereal y por Galloscantan salimos a la carretera de Miranda.
En el Caracierzo de la Celada las viñas se han vestido de otoño. Unas picarazas acurrucadas en las acacias graznan con fuerza, señal inequívoca de frío invernal.
En el Planillo distinguimos a dos cazadores que otean el horizonte en busca de las presas deseadas.
Bajamos al Prado de Rentería. Los aspersores, dormidos, vigilan el inmenso manto verde que se extiende hasta Valditrés. Son las 09,00 horas.
Al llegar a la ladera de Beratxa torcemos a la izda. El camino es bueno y amplio.
Llegamos a la entrada de la Cantera de Ros. Aunque se puede pasar, el agua que desagua la balsa cruza el camino de un lado a otro. No entramos a buscar la fuente porque nos llevaría mucho tiempo.
09,15 horas. Cantera de Ros o de Malamadera. Las paredes descarnadas dan un aspecto desolador al lugar. La caseta desvencijada de la orilla tiene los días contados.
Volvemos al camino principal porque nos queremos asomar a Candaraiz.
Los carrizos del barranco están altos. En primavera no pudimos pasar por la cantidad de agua que inundaba todo el terreno.
La cuesta nos acerca hasta el Caserío de Eulalio.
09,30 horas. Candaraiz. El horizonte es amplio. Los humildes caseríos contemplan el paso de hombres, estaciones y cultivos.
La Escolara, Sánchez, El Rincón,… nombres antiguos, casi tanto como la tierra que habitan.
Volvemos por el mismo camino hasta que llegamos a una bifurcación a la derecha.
Se oyen tiros en los pinares. Un cazador acompañado de un chaval viene hacia nosotros. Nos dice que lleva la mañana en blanco. Estaba cazando junto a la carretera de Miranda y, al oir los tiros, ha venido hacia aquí para ver si "pilla" algo de lo que se ha escapado.
El camino discurre al lado de pinares y de campos de cereal.
El cielo cada vez está más amenazante.
Lo digo una vez más. Este rincón es para mí el más bonito del campo tafallés.
10,00 horas. Balsa de Romerales. Está preciosa.
Debajo de un pino, de pie, paramos a almorzar. Ha comenzado a caer una fina lluvia. La naturaleza se ha aletargado. Los romeros que pueblan los cerros cercanos esperan pacientemente la llegada de la lejana primavera.
25 de Junio de 1788. Antonio Elorz, Salbador de Unzué y Josef Flamarique, guardas juramentados, manifiestan que ayer tarde, en lo que serían entre cinco y seis de la tarde, cogieron el ganado menudo de Antonio Esquíroz y Amézqueta, en el término de los Romerales, que los custodiaba un muchacho que le dicen Malo. (Fernando Maiora)(Tafalla del Reino de Navarra)
Orillando la balsa, cruzamos un sembrado y llegamos al camino que nos acerca hasta el antiguo vertedero comarcal.
La estrecha carreterilla se eleva por encima del término de La Laguna. Junto al caserío varios vehículos de cazadores están aparcados.
La Laguna este año no se ha secado. No es extraño. Hasta hoy llevo recogidos más de 700 litros de lluvia.
En un olivar cercano, dos jóvenes rastrillo en mano, están recogiendo olivas. Se hablan a gritos.
Salimos a la carretera de Miranda. Cruzamos hacia la Cuesta de la Calera pero nos desviamos a la izda.
Bajamos por la Cuesta de la Celada. Un todo-terreno verde, con el conductor puro al morro, se para junto a nosotros. Ignacio "Pichón" nos dice que estaba cazando en Don Galindo y que, al ponerse a llover, ha almorzado y… "pa casa".
Le pregunto si ha sido fructífera la mañana y nos dice que viene de vacío.
De vacío pero "almorzao" y "apurao".
11,10 horas. Entramos en la urbanización. Los "enredos" que decía el Templao. Algunos paseantes llevan el paraguas abierto. Ya no llueve aunque el día esta mustio.
Hemos dado esta vuelta clásica para nosotros. Siempre interesante y placentera. Y hemos grabado el recorrido para poder enviarlo al Consorcio. Mañana cumplida.
Este es el enlace para ver el recorrido de hoy
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