lunes, 16 de junio de 2014

La cueva de Tamarices






Domingo, 15 de Junio de 2014

Esta semana he recibido la buena noticia de la existencia de tres sitios desconocidos para mí en el campo: La cueva de Tamarices, el pozo del Secretariado en el Saso y el pozo de Jurío en Valdiferrer. 
Alguien que firma como Sergismundo en Wikiloc me hizo llegar los recorridos de estos parajes. 
Cuando le hablé a Juanjo de la existencia de la cueva, sabía con toda seguridad a dónde iríamos a caminar este domingo. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 18º y la farmacia 17º. El cielo está limpio. El cierzo, suave pero constante, va a hacer llevadera la excursión de hoy. Por si acaso, meto en la mochila dos cantimploras con agua. Cuando empieza el calor, hace falta todo.

"Un junio claro y fresquito, para todos es bendito".

Desde la cooperativa del cereal bajamos por Galloscantan hasta la carretera de Miranda. 
La cruzamos y nos adentramos en el Planillo. 
En los olivos, la flor ya ha ligado y se pueden ver los incipientes frutos. Hay piezas de cebada ya cosechadas. Las cepas se han llenado de hojas y, en las orillas de los caminos, las zarzas están floridas. 


La laguna se extiende a nuestra izda. poniendo un contrapunto azul entre las mieses amarillentas. 
Bajamos al Prado de Rentería y nos paramos un momento a contemplar el riego intenso que le están dando a un trigal. 
La balsa redonda de Porputiain contempla el espectáculo mientras recibe las aguas que fluyen por la pendiente. Un par de abejarucos, inquietos y juguetones, sobrevuelan nuestras cabezas haciéndonos ver que somos unos intrusos. 
Salimos a Valditrés y torcemos a la izda. siguiendo el camino que entra de la carretera. 
La cantera de Ros, descarnada y oscura, no se sorprende por nuestra visita. Somos viejos conocidos. 



Por el camino herboso, flanqueado por los carrizos, llegamos a la fuente. 
09,25 horas. Fuente de Valditrés. Juanjo abre la mochila y saca la jarra medidora. 8 litros/min. 
Salimos al camino principal y en un orillo, con la cantera a nuestra espalda, paramos a echar un bocado. 


Continuamos por el camino que va en dirección O. Entre campos de cereales, junto a los pinos que pueblan los cerros, salimos al cogote que siempre nos llama la atención. 
En ese paso estrecho torcemos a la izda. y orillamos una pieza labrada.



10,00 horas. Cueva de Tamarices. Aunque está en la misma orilla del pinar, pasa desapercibida. Gracias a que está marcada en el itinerario, nos detenemos y subimos a verla. 


Por su interés, reproduzco lo que dice Sergio en su recorrido.

"En este paseo vamos a visitar la cueva que se encuentra en los Lados de Berroeta, junto al barranco de Tamarices, a poca distancia de la Cantera de Ros. Se trata de una oquedad producida en el terreno por la presencia de yesos y margas, y que antaño servía de refugio a pastores y agricultores. Lamentablemente, sólo podemos ver restos de la cueva, puesto que en la repoblación del terreno con coníferas, destruyeron gran parte de la misma al excavar los bancales sobre los que plantaron los pinos. Hoy día sólo podemos ver la parte final de la cueva, que se encuentra rellena de escombros".

Es un momento importante para nosotros. La hemos buscado en nuestros muchos paseos por esta zona. Hemos hablado con labradores y gente de campo. Nadie nos ha sabido dar razón de ella. Y ahora la tenemos delante. 
Juanjo, que ha fantaseado con ella en un proyecto de relato, me da inmerecidamente las gracias. Le digo que la "culpa" es de Sergismundo. 
La ruta sigue en dirección S. hacia Candaraiz. 
Por piezas en barbecho, salimos al camino que lleva a los caseríos. A lo lejos, un zorro nervioso se adentra en la espesura del pinar. 




10,20 horas. Llegamos a la confluencia de los barrancos de Valditrés y de Tamarices. Es una amplia campa con agua, hierba verde y carrizos. Estas aguas desembocan en el barranco grande de Candaraiz y finalmente en el río Arga.  




El camino hace una curva a la dcha. y llegamos al Caserío de Eulalio. Una pareja de azores sale espantada del corral que está enfrente de la casa. 



En las paredes de su interior, alguien quiso dejar constancia de su paso en 1947.
El camino hace una amplia curva simulando que va a Piedrafita y las Alcantarillas, pero vuelve otra vez hacia el N. El lugar famoso por sus canteras de piedra de Tafalla es pobre en vegetación.



Lo que más abunda es el esparto que en esta época está en flor.



10,50 horas. Llegamos al Corral de la Escolara. Los azores revolotean encima de su tejado sin quitarnos ojo. 
Bajamos otra vez a Valditrés. A la altura de la cantera, un camino se introduce en dirección O. Discurre entre pinos y campos de cereal. La cebada ya está en el granero. Al trigo sin embargo, aunque amarillea todavía, le faltan unos días hasta que pierda su último verdor. 


11,25 horas. Laguna de Romerales. La vista desde el lugar en que nos encontramos es maravillosa. El viento agita la superficie del agua y el olor salitroso, como podrido, le quita el encanto al paisaje. 


Para no pisar lo que todavía está por cosechar, tomamos el camino que baja a nuestra dcha. y que nos conduce directamente hasta el espacio en que se depositan las arenas de la fundición de Fagor. 
Como la orilla de la valla metálica tiene mal andar, atravesamos el pinar y salimos a la carretera que va al vertedero. 



Pasamos junto al Caserío de la Laguna y la contemplamos desde este lado.



12,40 horas. Fuente de Resano. Baja mucho caudal. No la medimos porque, igual que la de los Falces, en la otra ladera del Plano, es ahora artificial. Recoge todo los excedentes de los riegos cercanos.  
Entramos en el pueblo por el camino que va paralelo a Margalla. 

En este enlace se puede ver el recorrido de Sergismundo. Es de 7,7 km.
Nosotros basándonos en el suyo, hemos hecho uno más largo de casi 18 km.
Cualquiera de los dos es útil para dar una vuelta agradable visitando la cueva de Tamarices. 

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