domingo, 20 de junio de 2010

En la presa del molino


Ha estado lloviendo casi toda la semana. Incluso ayer sábado también cayó algo. Le llamé al Templao y me dijo que va despacio. Quiere probarse por el pueblo antes de volver al campo con nosotros. En cuanto se encuentre totalmente recuperado, me llamará y volveremos a nuestras correrías. Con Juanjo no pude hablar hasta la noche. Quedamos en que él organizara la excursión.
Son las 08.00 horas. Magán marca 13º y la farmacia 12º. Todo vuelve a la normalidad. El cielo se presenta con más claros que nubes y el ambiente es fresco. En la plaza está Goyo y al momento llega Juanjo que nos pregunta si conocemos la presa del molino de Pueyo. Como no hemos estado nunca, nos propone esa excursión. Subiremos por Orrocegui y bajaremos por Macocha. Salimos por los jardines y llegamos en quince minutos a la Fuente del Rey. Pasamos por el túnel, bajo la autopista y tomamos el camino dirección N. Estamos en La Navilla. "Hondonada contigua al Congosto, entre la muga de Pueyo, Valdelobos, la Panueva y Valgorra" (Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla)(J.M. Jimeno Jurío).Seguimos en la misma dirección.

A la dcha. del camino hay varios avellanos y en el interior de esta arboleda hay una pequeña fuente,que no se ve desde el camino y que tiene un caudal considerable. Son las 08,40 horas. El término que atravesamos es Valdelobos. "El "Aguau" se llamaba Pedro y tocaba la guitarra en los bailes. Yo lo he conocido. Una vez estaba edrando en Valdelobos, en una viña mía; hubo un nublado, salió el arco iris y, para buscarme la boca, dijo: -El arco iris es la señal de que ya no ha de haber otro diluvio, verdad?. Yo le contesté.: -De agua no, pero de fuego sí que habrá otro que reducirá el mundo a cenizas.
Pues los que vengan después ¡qué trigos y qué cebadas cogerán con tanto quemau!- replicó Amaigas." (Escenas de la vida tafallesa)(Angel Morrás).
Llegamos al puente que cruza la autopista. Lo dejamos y seguimos de frente por el camino que desciende. A las 08,40 horas salimos al camino principal que sube a Valgorra.

Torcemos y llegamos a la fuente de Orrocegui. Baja como siempre. Un chorro de agua que ocupa todo el caño. Seguimos descendiendo y en diez minutos salimos al Maño.
Cruzamos la carretera y por la orilla pasamos junto a un mojón antiguo que marca, en leguas, la distancia a Pamplona. Seis leguas. A las 09,20 horas llegamos a Siete Fuentes. Paramos a echar un bocado.

Salimos y nos dirigimos hacia Pueyo. En la misma curva de abajo, torcemos a la dcha. y seguimos por el primer camino que desciende en dirección a la vía del ferrocarril. Por la orilla de la vía, con el río a la dcha. avanzamos hasta tener a la izda. la ermita de San Quirico y Santa Julita.

Encontramos un pequeño esqueleto que puede ser de hurón o de algún otro depredador pequeño. Unos metros más adelante, Juanjo, que es el que sabe, indica que crucemos la vía y así llegamos a la orilla del Cidacos. Son las 09,55 horas.
Entre los árboles y las zarzas descubrimos la presa del antiguo molino de Pueyo. Es un lugar especial. Tiene una belleza sencilla, limpia. El agua salta la presa y, como la tajadera de la acequia está cerrada, el agua vuelve al río, golpeando con fuerza a un roble, lozano y frondoso.


Juanjo, que es pescador, nos dice que en el pozo debajo de la presa apenas hay barbos. Más abajo, en las pozas que va haciendo el río, se encuentran en abundancia. Bajamos al cauce. Hacemos fotos. Lo observamos todo con la inocencia del que descubre algo importante. Hay mucha vegetación. Escaramujos, espinos albares, robles, zarzamoras y hasta un manzano y un cerezo, porque hace unos años alguien puso allí un huerto que hoy está abandonado.

Volvemos sobre nuestros pasos. Volvemos a cruzar la vía y subimos a la ermita de San Quirico y Santa Julita. Son las 10,30 horas. Copio de la Wikipedia:"

Julita (o Julieta) y su hijo Quirico eran cristianos naturales de Licaonia (Asia Menor) que huyeron a Tarso cuando la persecución decretada por el emperador Diocleciano.

En el año 303 el gobernador Domiciano los detuvo, condenando a la madre al suplicio en presencia de su hijo. Éste lloraba y gritaba que era cristiano, por lo que el verdugo lo arrojó violentamente al suelo muriendo del golpe; la madre, en medio del dolor, siguió confesando su fe hasta que la decapitaron.

Ambos cadáveres fueron arrojados a una fosa común, de donde unos cristianos, según tradición, los sacaron para darles sepultura venerable. Son considerados abogados de los pobres y de los niños y su fiesta se celebra el 16 de junio

En Navarra citaremos dos pueblos; en Pueyo han reconstruido recientemente la ermita de Santa Julita y Quirico, abandonada desde los años sesenta, y han recuperado la romería, y en Navascués hay también una ermita dedicada a los dos santos."

Caminamos en dirección Pueyo. Por el barrio de la Estación salimos al pinar del Camino Viejo. Seguimos descendiendo y entramos en el término de Tafalla. Hoy va a ser el día de las presas y molinos. A nuestra izda. vemos lo que se adivina que fue el molino de Congosto. Tomaba el agua de la presa de Pozilún. Seguimos caminando hasta llegar al molino de Macocha que tomaba el agua de la presa de Pericueta. Y más adelante llegamos a la presa de Rekarte, que no alimenta molino, pero que nutre la acequia del Restañal. Los de mi edad la recordamos al descubierto en lo que ahora es la calle de la Avda. Baja Navarra, cuando se comenzaron a construir las casas de la Panueva. A las 11,30 horas entramos en el pueblo. Hoy nos ha llevado Juanjo a un sitio magnífico y se lo agradecemos de verdad. Sobre esta presa, su hijo escribió una redacción a la que calificaron con un sobresaliente. La reproduzco aquí para deleite de todos.

UNA PRESA EN EL RÍO CIDACOS

Hay una pequeña presa en la que el río Cidacos se frena. Las hojas de los chopos bailan en el viento. El agua está fría y transparente. Se ven volar patos en el cielo. De vez en cuando, pasa el tren. El agua resbala en la pared de la presa. Dos o tres piedras sobresalen en el río. En la orilla las zarzamoras, llenas de moras, dan comida y refugio a los animales. Río abajo, hasta donde se alcanza a ver, una pared sostiene la colina donde pasa la vía del tren. Los peces nadan en el agua, lentamente, sin prisa. Las hojas caídas de los árboles flotan en el agua.

La corriente incesante se escucha estruendosa. Alguna vez el canto de un pájaro interrumpe el ruido monótono del agua. Lejos se suele oír el pesado croar de las ranas y el piar de los gorriones. Algunas veces se ve una garza pescando peces. Se escuchan pocos insectos volar.

El cielo azul con nubes blancas se reflejan en la superficie del agua. El viento silba entre los juncos. El río serpentea entre las piedras y desaparece entre las sombras.

Redacción de Juan José Costa Pérez de Iriarte



1 comentario:

  1. En esta web podéis ver otro tipo de mojones, en este caso de los Pirineos:
    www.mojonesdelospirineos.com
    Saludos

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