domingo, 27 de marzo de 2011

Por los alrededores del Gurrutxo


Ayer le llamé al Templao y me dijo su hija Tere que se había marchado, y además, solo. Me dio mucha alegría porque, si se atreve a ir sin compañía adonde va todos los veintiséis de cada mes, es señal de que cada día se encuentra mejor. Mantengo la esperanza de que volveremos a hacer alguna salida cuando haga buen tiempo.

Tenemos que posponer mis planes de ir a los robledales de la Valdorba.






Hoy debemos estar en casa antes de las 11 de la mañana y daremos una vuelta por los alrededores del Gurrutxo. Desde primeros de Septiembre pasado no he estado por allí y ya es hora.

Son las 08,00 horas. El día ha salido bueno. Esta noche me dicen que han caído cinco litros. Magán marca 9º y la farmacia 7º.

Inma y yo salimos por las Casas Baratas y nos vamos a la carretera de Artajona. Pasamos el cruce de Las Torres y tomamos el primer camino a la izda., pero antes, avanzando unos pocos metros, nos paramos ante la piedra que recuerda la muerte de Juan Sagardoy. A finales del siglo XIX tuvo la fatalidad de que en una tormenta le alcanzara un rayo. Era tatarabuelo de mi mujer.

Son 08,25 horas. Volvemos para atrás a tomar ese primer camino. Si tomáramos el segundo nos llevaría más derechos al Gurrutxo, pero preferimos rodear por este lado y pasar por donde pocas veces lo hacemos.

El camino asciende suavemente. Los sembrados verdean cubiertos de aguazón. Las viñas están podadas. Los romeros y los endrinos compiten en una eclosión de flores, mientras los almendros les observan desde su altura con sus ramas desnudas en las que se adivinan las primeras hojas.




A nuestra dcha. el Gurrutxo nos espera pacientemente y parece custodiado por dos gigantes metálicos y desafiantes.




Llegamos a la orilla del canal. Son las 09,00 horas. Seguimos hasta una puerta metálica que da entrada a una pieza. Se puede abrir. La flanqueamos y la dejamos nuevamente cerrada.




En un rincón, medio escondida, hay una caseta de campo, antigua. Es un lujo observarla.





Bien construida, los dos durmientes sobre los que se apoya toda la cubierta son dos piedras bien trabajadas. Es una lástima que el abandono y el poco afán por conservar el patrimonio rural termine hundiendo estas construcciones tan singulares. Orillamos un par de piezas hasta que llegamos a una senda estrecha que nos conduce al Gurrutxo.





Son las 09,05 horas. Sacamos nuestro pequeño almuerzo y buscamos un carasol. La vista desde aquí es magnífica. No se puede describir la belleza del campo.




Y al fondo, la sierra de Alaiz con la Peña de Unzué y la Higa detrás. Inma me dice que no pasaba por aquí desde cría y que, salvo el canal, el campo está igual que como lo recordaba. No hay uniformidad. Los sembrados y las viñas están rodeados de encinas, chaparros, zarzas. La concentración no ha llegado hasta aquí.

"Del antiguo robledad y encinal apenas quedan pequeñas masas forestales en cerros y ribazos. Abundaron los "escayes" (yermos) y pastizales concejiles, y los corrales para ganado lanar del siglo XV. Durante los siglos XV y XVI el concejo nombraba un "baile" o guarda para el término. Actualmente cultivos de viña y cereal" (J.M. Jimeno Jurío)(Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla)







Terminamos de almorzar y salimos. Estamos a 490 mts. de altitud.

Volvemos a atravesar la puerta metálica de antes y... la volvemos a cerrar. Por la orilla del canal llegamos al puente más cercano a nosotros. Lo atravesamos y tomamos el camino que va de frente. Hemos divisado a nuestra derecha el Corral de la Aquitana y tengo interés en que mi mujer lo vea. Merece la pena hacerle una visita.





Entre olivos, viñas y sembrados, el camino nos acerca hasta el edificio. Son las 09,45 horas. El 14 de Febrero del año pasado estuvimos aquí. Estaba todo nevado. Junto al corral hay una repoblación de pinos. Se ve que los están atendiendo porque vemos bastantes árboles limpios de ramas. Es un paraje fantástico. Poco transitado, no hay basura en el suelo y los cazadores y paseantes se acercan hasta aquí caminando. Volvemos en dirección al Vaquero. El camino se interrumpe y orillamos una viña. Después tenemos que pasar un par de piezas por su parte más estrecha. Esta excursión es para este tiempo o para después de la cosecha. Cuando el cereal haga "caña" no se puede ir por cualquier lado; se hace mal a la planta y hay que respetar el trabajo de los labradores.


"El lugar de Vaquero, se encuentra al Oeste de Tafalla, se extiende a ambos lados del camino Vaquero en una superficie estimada en algo más de 8.000 m2. ocupada por campos de cultivo: olivos, viña y cereal. La vegetación es de matorral bajo y herbáceo en un suelo arenoso con estratos de roca arenisca en superficie. El material recuperado es claro testimonio de la prolongada secuencia ocupacional del lugar, desde el Hierro Antiguo, hasta época moderna" (Amparo Castiella-Mª Amor Beguiristain)(DATOS ARQUEOLÓGICOS INÉDITOS PARA LA HISTORIA DE TAFALLA)




A las 10,05 horas llegamos a las ruinas de un antiguo corral o caserío. Estuvimos allí cuando visitamos la Abejera de Garbayo. No he conseguido saber su nombre. Tenemos el caserío de Valdiferrer a un paso, pero decidimos volver hacia casa. Comenzamos a descender hacia el canal. En veinte minutos llegamos a otro puente, más alejado del Gurrutxo que el que hemos pasado antes.






Lo cruzamos y seguimos descendiendo por el camino del Vaquero. A las 11,00 horas estamos de nuevo en las Casas Baratas.

El domingo que viene ya es Abril. Si se asegura el tiempo iremos a la Valdorba y si no es posible, dejaré el coche en el Caserío de Cortés y recorreremos los corrales y caseríos de Candaraiz.


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