lunes, 15 de julio de 2013

El bosque de la Fuente de los Ángeles





Domingo, 14 de Julio de 2013

Varias veces he estado en la Fuente de los Ángeles. La entrada está en la carretera de Ujué, aunque todavía es término de San Martín. El Consorcio de la Zona Media, en la guía de senderos que publicó en el año 2000, ofrece un paseo de 4,4 km en el denominado Sendero Local NA-175A. 
Patxi Olite, en Enero de este año, subió a Wikiloc un recorrido de algo más de 13 km que nos resulta muy apetecible. 
Son las 08,15 horas. Después de ver a los Miuras entrar en los corrales, nos vamos con el coche a buscar a Rosa y Juanjo.
Magán marca 21º y la farmacia 20º. El día viene caluroso. 
Cargamos abundante agua en la mochila y a las 08,30 aparcamos en la entrada del camino que va a la fuente.



 Hay dos puertas que cierran el camino. La primera es una valla simple de las que se usan en la construcción para el cierre de las obras y la segunda ya tiene más fundamento. 
A pocos metros de esta puerta, el camino tiene un desvío a la dcha. que lleva a la Fuente de los Ángeles. 
Nosotros tomamos el de la izda. 
Amplio y en buen estado, asciende suavemente resguardado por dos bosques de robles. 
Cuando llegamos arriba, salimos a una pista blanca que lleva al parque eólico del Chucho. 
Nosotros torcemos a la izda. en suave descenso para volver a girar a la dcha. en dirección a la ladera del monte. 



08,30 horas. Estamos en la falda del Txutxu o  Chucho. Con sus 932 m de altitud, es el "techo" de la sierra de Ujué.




La vista que tenemos ante nosotros es una maravilla. Hacia el N. La Val de Aibar con sus campos ocres y sus viñas verdes. En el fondo se distingue la silueta azul de Arangoiti. 
Más cercano, enfrente, Monte Julio y, en el fondo del valle, Lerga, Aibar, Ayesa y Abaiz. 
Casi sin darnos cuenta, el camino por el que suben los de Lerga a Ujué, nos lleva a un punto que obliga a abandonarlo para comenzar a subir la ladera oriental del Chucho o Txutxu. 



Este camino es medio senda, medio barranco. En unas piedras que están en la sombra, hacemos la parada "reglamentaria" para almorzar. 
Rodeados de la espesura del monte, el lugar es fresco y agradable. Los bocadillos saben distinto. 
Seguimos. A la izda. una estrecha y empinada senda nos hace sudar. Por fin salimos a la pista que lleva a los molinos.



Llaneamos un buen rato y, al doblar una curva..., aparece ante nosotros Ujué en todo su esplendor. El día está tan claro que nos parece que lo vamos a tocar con las manos. 



Donde termina su ladera, el trigo y los chopos comparten vecindad con los barrancos alegres de esta lluviosa primavera. 
La pista tiene buen andar. Vigilados por el Castillazo, vamos avanzando hasta que lo perdemos de vista.
El camino serpentea por la ladera. Juanjo me dice que es un camino de herradura, no solo por el piso sino también por la forma. 




11,00 horas. En la margen dcha. encontramos un pequeño charco y la explicación de que esté lleno. De la pared del monte se filtra el agua. Si le pusieran un caño, tendríamos una fuente.  
Al doblar una curva, un cicloturista pedalea con esfuerzo. Nos saludamos. 
El Gps avisa de que hay que cortar por medio del monte para evitar dar una vuelta un poco más larga. 
Como vemos que va a ser complicado meternos en la espesura, decidimos continuar el camino para llegar al mismo sitio.
Tenemos delante el Txutxu al que se le distingue el vértice geodésico. Un camino, entre molinos, lleva a su cima. 
Nosotros tomamos el que baja a la izda. para llegar a nuestro objetivo de hoy: La Fuente de los Ángeles. 
Hay cuatro molinos y en el último se acaba la pista. Una senda nos acerca hasta el robledal que está cercado. 
Comenzamos a descender entre enebros y arañones. 
Cuando nos parece que tenemos que bajar hasta el fondo del valle, el aparato avisa: Hay que saltar la alambrada y meterse en el bosque. 
Una estrecha senda que discurre al lado de un arroyo, nos lleva por medio de los robles. 
El silencio solo se rompe por el murmullo del agua en su rápido discurrir hacia abajo. 
Lo escondido y silvestre del lugar nos deja boquiabiertos.




12,40 horas. Entre los árboles se adivina un pequeño claro y unos robles de gran porte. Estamos en la Fuente de los Ángeles. 
Las abundantes lluvias casi han llenado de fango la pila de la fuente. El caño, cegado, obliga al agua a salir por la pared. Juanjo llena la cantimplora y nos ofrece un agua limpia y fresca que levanta el ánimo. 
Volvemos por el camino que está marcado en el Sendero Local y salimos al punto en el que hace más de cuatro horas nos hemos desvíado por otro camino. 




Cuando llegamos al coche, echamos un vistazo atrás. Son las 13,20 horas. Hemos disfrutado de una excursión estupenda contemplando La Val de Aibar, caminando por detrás de Ujué y adentrándonos en la espesura del bosque de la Fuente de los Ángeles. 

Este es el enlace, del itinerario creado por Patxi Olite, para ver el recorrido de hoy. 

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