lunes, 28 de julio de 2014

El ocho de San Pelayo




Domingo, 27 de Julio de 2014


Hemos subido muchas veces a San Pelayo. Antes lo hacíamos desde Orisoain y ahora desde Amatriain. Cuando hablaba con la gente de los pueblos vecinos, me preguntaban si conocía el roble centenario que hay cerca de la cima. 
No había estado nunca. 
Indagando en internet descubrí un recorrido que había hecho una familia a la ermita y al roble. Lo titulaban "El ocho de San Pelayo". Me gustó. 
Lo copié en wikiloc y lo guardé para un día caluroso en el que fuera un placer caminar por las frescas sombras del inmenso robledal que puebla las laderas. 
Son las 08,00 horas. Magán marcar 20º y la farmacia 18º. En el cielo los cirros ponen una pincelada blanca al fondo azul y frío. En la Valdorba todavía hay campos sin cosechar. 

       Dice el labrador al trigo: para julio te espero, buen amigo






08,25 horas. Aparcamos en Amatriain y salimos por el camino que va por detrás de la iglesia. Dos perros pequeños vienen corriendo a olisquearnos. 
El camino va en dirección O. Las marcas blancas y verdes señalan el recorrido  hacia la ermita de San Pelayo. Nosotros vamos a seguir ese camino aunque el recorrido preparado nos mande por otro lado. 
Las encinas y coscojos dan paso a los robles. 
En una bifurcación un letrero rústico y envejecido señala el camino. 
El día viene caluroso, pero la frescura del bosque produce una sensación de bienestar que hace que la senda, que se ha puesto cuesta arriba, sea un paseo agradable. 
Llegamos a una pista blanca y divisamos la ermita.




09,35 horas. San Pelayo. El lugar está desierto. Nos encontramos a 963 m de altitud. 
Es hora de almorzar. En el caracierzo apetece el sol. La cima es amplia y con arbolado. La vista del paisaje es imposible.

"… Pero no obsta para que el último domingo de junio todos honren y veneren en lo alto al decidido niño Pelayo que, allí arriba, es San Pelay, a secas. Hoy el almuerzo ha sido sin ritual ni compañía. Unas rodajas de chorizo casero y pan de hogaza, han sido el menú mañanero del perro y del amo. 
Sultán, más listo y que en la naturaleza se defiende mejor que el hombre, se buscó pronto la frescura de una balsa de ganado y yo bebí de la cantimplora deportiva un trago de vino rebajado con vil gaseosa". (Pedro Mª Flamarique)(La Valdorba de arriba a abajo)




Mientras le hincamos el diente a los bocadillos, recordamos la última vez que estuvimos por aquí. Fue el 2 de Febrero de este año. Estábamos haciendo el estupendo recorrido que tiene Patxi Olite y el lugar donde nos hemos sentado ahora, estaba completamente nevado. Así es nuestro clima: o te asas, o te hielas.



 Muy cerca de la ermita, el pequeño buzón que colocó el Trinkete Mendi Taldea está medio roto. Las inclemencias del tiempo y el vandalismo, cuando se unen, dan los resultados esperados. 
Volvemos por el mismo camino por el que hemos llegado a la ermita pero, en lugar de bajar a Amatriain, seguimos adelante. Pasamos junto al desvío que baja a Amunarrizqueta y, al llegar a una curva, saltamos la alambrada y descendemos por un camino ancho y antiguo. 
Caminamos unos pocos metros y llegamos al roble. Son las 10,10 horas



Es un ejemplar magnífico. No me extraña que me dijeran que no perdiera la ocasión de visitarlo. 
Está rodeado de ejemplares más jóvenes. Una alambrada de espino nos separa de él y no queremos cruzarla. Nos apetece tener un gesto de respeto con el árbol.





No sabemos calcular su edad pero aventuramos ¿400 - 500 años? Pueden ser perfectamente. 
Lo sombrío del lugar provoca que las últimas lluvias hayan hecho nacer las setas. 



Juanjo las coge con mimo y nos las muestra. 
Continuamos bajando. 





Antes de llegar a la bifurcación que sube a San Pelayo, en la ladera sombría de los robles, nos señala un pequeño setal: - Veis esas setas medio rojizas. Son de la familia de las Rúsulas. Si queréis que os pique la lengua, meteros un trozo en la boca -.
Cuando salimos al roble que tiene el letrero indicando la dirección de la ermita, tenemos que saltar de nuevo la alambrada. 
Nos introducimos en el resto del bosque y salimos a terreno despejado.





Esta zona es de monte bajo.
Amatrain aparece escondido tras una ladera. El gps dice que hay que ir hacia la izda., pero la dificultad del terreno nos obliga a ir a media ladera, aprovechando las sendas que mantienen abiertas los animales. 
Pasamos por la cabecera de un pequeño barranco y conseguimos salir a terreno más despejado.
Seguimos bajando, ahora sin dificultad. 




11,30 horas. En un abrevadero de nueva construcción hacemos una breve parada para refrescarnos. 
Salimos al camino que hemos tomado al comienzo y, otra vez, por detrás de la iglesia entramos en Amatriain. 






11,40 horas. En el pueblo hay más vida que hace tres horas. Un vecino se asoma a la ventana y nos saluda. En una campa próxima, un pastor cuida de una docena de blancas vacas que con sus ubres llenas levantan curiosas la cabeza mientras rumian el pasto fresco. 
Volvemos.
Al pasar junto a Bézquiz admiramos el porte de la iglesia en ruinas. Un poco más adelante, Benegorri, donde están enterrados abuelos y bisabuelos.


Al llegar al crucero de Orcamendi hacemos una parada. Aún recuerdo cuando la cruz estaba a punto de caer de la columna. Mandé un escrito al Ayuntamiento de Leoz y la arreglaron. 
A las 11,30 horas entramos en Tafalla. 
A poco menos de media hora en coche se puede dar un paseo estupendo por el bosque visitando la ermita de San Pelayo y el roble centenario. 



En este enlace se puede ver el recorrido de hoy. (Al ver el recorrido se entiende porque le llamaron "el ocho de San Pelayo". Parece un 8 trazado con pulso tembloroso)

1 comentario:

  1. Hace ya algunos años que tengo la costumbre de acercarme de cuando en cuando a este blog, entre otras cosas porque les tengo mucho apego a los caminos y paisajes tafalleses. Sólo quiero felicitarte por el estupendo testimonio que supone este blog y el profundo cariño que demuestras por todos esos lugares. Es un verdadero regalo. Salud y ánimo.

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