Quería el Templao que fuéramos por debajo de los molinos del Alto de la Guindilla hasta Santa Zita y acertamos con la excursión. El aspecto que ofrece Valgorra es único. Los campos están verdes, ansiando las calores después de este invierno frío y húmedo. Hay varias plantaciones de almendros a los que no les cabe una flor más. Los romeros, las ilagas y los endrinos pugnan con ellos, para ver quién ofrece mejores galas.
Son las 08,00 horas. Magán marca 10º y la farmacia...8º. No hay manera. No quieren ponerse de acuerdo. La mañana está fresca. El cielo limpio. Los últimos rezagados de Alaitz se apresuran para no perder el autobús.
En la plaza están el Templao, Juanjo y Félix. José Luis está por Holanda cantando con la Coral Tafallesa y Goyo se ha ido de balneario. Salimos.
Vamos a subir por la Fuente del Rey. Al llegar al Juncal, tomaremos el segundo camino de la izda. para adentrarnos por Valgorra, sin llegar a la caseta redonda. "Existen juncales en muchos parajes del término municipal tafallés. Dan el nombre preferentemente al barranco que desde los altos de Valdelobos va al de Valgorra, y a las tierras del tramo final" (Toponimia Histórico-Etnográfica de Tafalla. J.M. Jímeno Jurío).
Por ese camino que llevamos, a las 08,55 horas, estamos en la fuente de Valgorra. Está seca. Ya hemos comentado alguna vez que es una fuente de invierno húmedo. En cuanto deja de llover, se seca. Salimos al camino que viene del principal de Valgorra y subimos dejando a la izda. la caseta del fraile. Enseguida torcemos a la dcha. y a las 09,05 horas, llegamos al caserío de Pozuelo. No nos entretenemos y continuamos camino adelante, de frente, descendiendo suavemente para, poco a poco, ir subiendo hasta llegar a una pieza que, inevitablemente hay que atravesar y llegar a la Cruz de los de Pueyo. Son las 09,20 horas. Contemplamos un momento el paisaje. La vista es magnífica. Y al fondo, Ujué, a donde iremos a primeros de Mayo.
Comenzamos a descender para llegar a la ermita. Es el "tourmalet", como le llama el Templao, pero es verdad que la bajamos más a gusto que la subimos. Al llegar al camino principal nos despistamos y torcemos a nuestra izda., pero nos damos cuenta del error al momento; volvemos sobre nuestros pasos y enseguida estamos en los merenderos que hay junto a la ermita. Son las 09,35 horas y es hora de echar un bocado. Mientras descansamos, recordamos a Jesús Viela, el antiguo ermitaño. Los ratos que pasamos con él. Las cosas que nos contaba. Juanjo dice que ha oído que hay ermitaño nuevo. Bajamos hasta la ermita. No hay nadie, pero todo está limpio y cuidado. Pueder ser verdad lo que dice Juanjo. Algún día coincidiremos con él y le "presentaremos nuestros respetos".
Por el camino que hemos traído otra veces, que corta toda la ladera de la Carravieja, volvemos para casa. Este camino es un verdadero balcón. En algunos tramos, la vista del canal a nuestros pies es impresionante. Seguimos andando hasta que, en suave ascensión, llegamos a unos molinos. Seguimos camino adelante y, cuando damos vista al Corral de Valgorra, cruzamos una ladera y bajamos al camino que nos llevará al Portillo del Aire.
Corral de Valgorra. "En el mes de Abril de aquel año (1867), en el corral de Balgorra se notó la falta de siete carneros. Sospecharon de un andaluz que tenía una pieza cerca del corral, llamado Antonio López (a) Potage, le registraron la casa y le encontraron el último carnero y algunas pieles. Su mujer confesó el delito. El juez pregunto a Potage si era cierto que había robado siete carneros y Potage, que había adoptado un aire de cínico y de gracioso, respondió: - Es mentira, zeñó juez, y gana de quitar la honra a un hombre; yo no he cogido más que seis -
Fué condenado a varios años de presidio pero salió luego a la calle, comprendido en el indulto que dieron cuando la batalla de Alcolea" (Memorias de Angel Morrás. Escenas de la vida tafallesa).
El portillo del aire ya no existe. El canal ha abierto un tajo tan grande que no sabemos hacia dónde ir. Hacia el S. vemos que hay un paso en ese "cañón". Cruzamos y tomamos el camino que baja a la carretera. Al llegar a ella, 11,15 horas, vemos que hemos salido más allá de la granja de Calonge. Volvemos por la carretera. A las 11,30 horas estamos en el pueblo.
Éste es el enlace para ver el recorrido.
domingo, 11 de abril de 2010
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