Hoy tocaba hacer la cuarta etapa de la Vuelta a las Mugas, pero lo hemos aplazado porque Rosa y Juanjo tienen un compromiso familiar y, como la hemos empezado juntos, la terminaremos juntos.
La semana pasada le llamé al Templao. Me dijo que está bien. Como el tiempo aguanta ha empezado a caminar todos los días una hora y media y así mata el "gusanillo". Le gustaría mucho juntarse con nosotros, pero por ahora no puede ser.
A las 7 de la mañana han cantado debajo de casa los auroros a la Virgen del Rosario. Después saldrá la procesión de Los Muros con el rollo de cera portado por Los Doce.
Son las 08,00 horas. Magán marca 13º y la farmacia 12º. El cielo está muy nublado, pero no tiene pinta de que nos vayamos a mojar. Algo de frío sí que pasaremos, pero el agua... de la cantimplora. Desde el 5 de Junio no hemos estado en Valdiferrer, así que hoy, Inma y yo, nos vamos hasta allí. Esa zona también (¡qué raro!) nos gusta para andarla.
Por las casas baratas salimos a la crta. de Artajona y, al terminar el polígono industrial, tomamos el primer camino a la izda. y comenzamos a subir hacia el Vaquero. El cielo está gris plomizo, pero como me dijo el viernes un labrador de los de "antes", en Tafalla nunca llueve de cierzo, y hoy viene frío.
Cruzamos el canal y seguimos por el camino de La Quitana. Su corral, situado en un pequeño cerro, tiene el privilegio de ser divisoria de aguas. Hacia el N. las aguas corren en dirección a Artajona y de allí al Arga. Sin embargo, hacia el S., bajan a Tafalla para morir en el Abaco y finalmente en el Cidacos.
Al llegar a una viña abandonamos el camino principal y, por un camino que la va orillando, nos acercamos a un cantillo que da paso a una ladera repoblada de pinos. Estamos en el Almendrolar. Entre los pinos, con dificultad, vamos descendiendo. A veces el terreno se cierra debido a los chaparros y las zarzas que, sin la presión del ganado, crecen en los claros del pinar. Por fin podemos salir a terreno despejado. Nos dirigimos al camino que baja desde la Aquitana y llegamos al barranco. La balsa de la orilla del camino está seca.
Un poco más adelante está el cruce que sube al caserío. Han colocado un aviso de batidas al jabalí. No nos preocupa; estamos en terreno abierto y no vamos a tener problemas con los cazadores.
"Valdiferrer: Paraje relativamente extenso en el NO. del término, lindante con el de Artajona, Práu Redondo y Lobera (N), Almendrolar, Vaquero (E), carretera de Larraga y Valditrés (S), Beratxa y Artajona (O). Los límites no son claros. Al N. se inicia un barranco, que se desarrolla por el término de Artajona, al que unos consideran Valdiferrer y otros llaman Práu Redondo e incluso Laquitana". (J.M. Jimeno Jurio)(Toponimia Histórico-Etnográfica de Tafalla).
El camino asciende suavemente. Llegamos a la edificación. El abandono es palpable. Caserío de Valdiferrer. Son las 09,45 horas. Al abrigo de una tapia nos sentamos a echar nuestro pequeño bocadillo. El viento trae, de vez en cuando, unas gotas de agua tan pequeñas que deben de ser microscópicas. No llegan ni al suelo. Mientras reponemos fuerzas, le cuento a Inma cuántas veces estando aquí , oía subir por el camino una vespino. Era Juan Iriso, el propietario. A mí me conocía desde chaval por la amistad que había entre las familias y pegábamos un rato la hebra. Me gustaba preguntarle por los cultivos, el ganado que se cerraba entonces aquí y por todo lo que se me ocurría.
Volvemos por el mismo camino por el que hemos subido y salimos nuevamente al principal. Entramos en la primera pieza a nuestra izda. que está todavía en rastrojo y ascendemos poco a poco hasta las inmediaciones de la Abejera de Garbayo. Volvemos a estar en el Almendrolar.
Unos metros más adelante abandonamos la pieza y tomamos dirección N. para salir a un camino; en su orilla se encuentra la cruz de Corpus Alegría. Son las 10,30 horas. Hacemos nuestra parada obligada. El campo está tan seco que no podemos ponerle ni flores. Otra vez será.
Por ese camino, en dirección E., volvemos para casa.
Echamos la vista atrás y nos detenemos a contemplar el paisaje. El arco iris quiere bajar hasta el caserío de Valdiferrer. No tiene nubes suficientes para su empeño. La vista desde aquí es excepcional. El campo ha sufrido muy pocas transformaciones. El terreno es duro y el clima áspero, pero éste también ha sido un buen granero tafallés.
"En 8 de Octubre de 1817, Joaquín Espinal, guarda jurado declara, que ayer 7, entre 12 y 1 del día halló a un hijo de la Rosa la Cantera, en una viña de Eusebio Monreal, en término de las Losillas" (Fernando Maiora)(Tafalla, del Reino de Navarra)
Bajamos hacia la hondonada donde se junta Losillas con La Quitana. Las fincas de recreo se han ido adueñando del terreno. El cereal deja paso al olivo y las viñas.
Como hemos tomado un camino más al S. llegamos a la zona donde el canal va subterráneo. La pista, con los tubos debajo, es una larga recta que sube hasta el Plano.
Tafalla está a tiro de piedra. Los Altos de Guindilla están tapados por las nubes. El día es desapacible, casi frío, pero no hay manera de que llueva. A lo lejos un tractor está trabajando la tierra. Levanta tanto polvo que parece que hay un incendio.
Estamos cerca de la carretera de Estella. A nuestra izda. Losillas y a la dcha. El Costal. Debajo de la serrería de Martínez se acaba el camino.
Son las 11,00 horas. Ha sido una vuelta preciosa. De esta parte del término nos gusta todo, incluyendo sus nombres.
El arcoiris en Valdiferrer at EveryTrail
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